"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
Profesional / Centrocampistas / Perfiles / Fútbol
De la continua sucesión de nombres herederos de Riquelme que a la prensa y el hincha -a veces la misma persona- le gusta proclamar, él es el más riquelmiano de todos. Demasiado joven, pero con suficientes similitudes para sonreírle. Incluida que el propio Román le designe como el más digno sucesor, con el peso que conlleva soportar ‘eso’ en la época de transición tras el ’10’ más relevante que tuvo Boca. El próximo y definitivo paso en su escala como futbolista es que la casa que le vio como un niño le reconozca como un hombre. Aún falta.
FICHA TÉCNICA
Nombre completo: Leandro Daniel Paredes
Nombre futbolístico: LEANDRO PAREDES
Fecha de nacimiento: 29/06/1994
Nacionalidad: Argentina
Altura: 1,80 m
Peso: 75 kg
Club: Boca Júniors
Campeonato: Liga Argentina
Es el híbrido entre el mediapunta sudamericano y el europeo. Paredes va a la base a recibir para estar en continuo contacto con el balón. Pese a esto, no tiene la agilidad para orientar sus recepciones retrasadas e iniciar a jugar. Le cuesta, prefiere masticar la jugada y que el balón la vuelva a él en el siguiente peldaño. Su aspecto más europeo se basa en la conducción, en la aceleración, pero con gestos técnicos sudamericanos. Pisa el balón y se recrea en la belleza de la jugada. Su carrera erguida le hace parecer más veloz de lo que es, pero es un jugador de cambios de ritmo con el cuero, de fintas realizadas con el cerebro más que con la cadera. Pisa el balón y usa los brazos –riquelmiano– para eliminar contrarios y funciona, muy a menudo, como magneto para filtrar después un pase al compañero libre. Diestro, con notable capacidad para el balón parado y la salida interna o externa tras recepción o regate, aunque prefiere tenderse al perfil izquierdo, desde donde tiene la posibilidad de sacar el disparo.
A riesgo de petrificar la realidad -concepto nietzscheano-, es la faceta en la que más debe progresar. Tácticamente, la posición en el Boca de Falcioni tiene más peso que el jugador per se. Esto es, el esquema (4-3-1-2) estaba pensando en función a esa posición; mejor dicho, en función a un jugador: Riquelme. Ahora, Boca trata de ganar mayor número de superioridades por fuera, pero sigue siendo una condición intrínseca al sistema que el caudal principal de juego recaiga sobre el ’10’. Por tanto, Leandro, aún inmaduro, encuentra sobre su espalda la responsabilidad de moverse en vertical y ofrecer los apoyos para clarificar y hacer fluir a su equipo. Aquí, en el paso del niño al hombre, es donde debe mejorar.
Es ’10’ puro y será complicado verle en otra posición. Al menos en el Boca de Falcioni. Quien les escribe piensa que en otro equipo podría llegar a ser el interior más suelto de una línea de 3. Para ello debe ser capaz de seleccionar los pases. Paredes aparece en todos los escalones de la jugada con una posesión de cierta entidad: se acerca a la base y devuelve; aparece por el interior unos metros por delante y si la jugada vuelve, acabará cambiando el ritmo hacia el área, atacando el espacio. Ahí dista de Riquelme, él es capaz de eso; pero incapaz de soportar y elegir el tempo del partido.
Paradójicamente, siendo ’10’, sus peores decisiones las suele tomar con espacios o vías de disparo, donde elige la opción individual en una mayoría de ocasiones. Aparecer con ventaja cerca de la frontal significa buscar el gol. Su buen golpeo le incita, pero a menudo se precipita sabedor de su cualidad. No obstante, tiene una virtud más técnica que táctica y es la de atraer para generar espacios que ataquen compañeros. Y es una virtud diferencial porque siempre acaba facilitando el pase. Debe mejorar aquí, donde más, puesto que será el olvido de la niñez. Un paso difícil, que debe ser cocinado a fuego lento, pero diferencial.
* Fran Alameda es periodista.
Seguir a @Fran_Alameda
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal