"Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose al enemigo". Sun Tzu
El Budućnost Podgorica, con su estrella Katarina Bulatović rindiendo al máximo nivel, consiguió en Budapest la segunda Champions League femenina de balonmano de su historia, tras la lograda hace tres temporadas.
La presente edición de la Copa de Europa comenzó sin equipos españoles por primera vez desde la temporada 1973/1974, tras la renuncia por motivos económicos del Bera Bera donostiarra. En la fase previa (dos minitorneos de cuatro equipos) se clasificaron el Leipzig por penaltis y el Podravka Vegeta Koprivnica, que venció al Kragujevac en su la pista de este último. El Leipzig salvó el honor de los anfitriones, ya que desde que se introdujo la fase previa en 2008 al menos un organizador ha logrado acceder a la fase de grupos.
Fases de grupos
En la primera fase, de seis jornadas por grupo, hicieron pleno de victorias el Győri ETO húngaro, que era el vigente bicampeón, y el Larvik noruego, que jamás había completado una fase de grupos perfecta desde que esta se instauró en la temporada 1994/1995.
Solo un país, Alemania, con Leipzig y Thüringer, metió a más de un club en una segunda fase innecesariamente complicada porque son dos grupos de seis, pero únicamente se juegan seis jornadas al arrastrarse resultados de la primera fase.
En esta segunda fase de grupos, el Larvik volvió a ganarlo todo, pero el foco se centró en un partido del Vardar Skopje, en Luibliana ante el Krim Mercator que las macedonias ganaron por 47-29.
Fue la primera vez que un equipo marcaba 47+ goles en Copa de Europa desde el 1 de octubre de 2005, cuando el Viborg ganó por 48-25 al Celje, y la primera vez que un club visitante anotaba tanto desde el 4 de octubre de 1997 en un Hapoel Petah Tikva 18-50 Podravka Vegeta Koprivnica.
Cuartos de final
En la ronda de cuartos, el Vardar Skopje siguió siendo el gran protagonista, esta vez eliminando al Győri ETO, campeón en 2013 y 2014. Las macedonias ganaron la ida por 24-18, la peor derrota en Copa de Europa del Győri ETO desde octubre de 2011 ante el Randers danés (también seis goles abajo), y empataron en el partido de vuelta.
Acompañaron al Vardar en la Final Four de Budapest el Budućnost Podgorica, el Dinamo Volgogrado y el Larvik, que superó su eliminatoria ante el Thüringer por un global de 21 goles. Nadie ganaba una eliminatoria de Copa de Europa de cuartos en adelante por al menos 21 goles desde las semifinales de 1998, cuando Osito L’Eliana superó por 25 goles al Budućnost Podgorica.
Final Four
Las semifinales no tuvieron historia. El Larvik logró su 15ª victoria europea esta temporada en 15 partidos superando al Dinamo Volgogrado por 31-22. El Budućnost no tuvo piedad del Vardar y con un único gol de su estrella Bulatović apabulló al Vardar Skopje (27-17).
Así que las dos semifinales se resolvieron por 9+ goles por primera vez desde 1989, cuando, en el global de la eliminatoria, el Hypo austriaco venció por 10 goles al Debrecen y el Spartak Kiev por otros 10 al Târgu Mureș rumano.
En la final, el Budućnost consiguió un 4-0 de parcial inicial y nunca más volvió a ceder la iniciativa del marcador. Al descanso llegó ganando 14-8, en la segunda parte consiguió rentas de hasta ocho goles y el resultado final fue de 26-22. Los siete goles de Katarina Bulatović la hicieron merecedora del MVP de esta Final Four.
El Budućnost acabó esta edición de la Champions con 15 victorias y 1 empate. El equipo campeón no terminaba invicto la Copa de Europa y con un empate como máximo desde que el Hypo Niederösterreicht austriaco jugara y ganara sus ocho partidos en 1993.
Semejante actuación perfecta estuvo a punto de emularla el Larvik, que antes de la final había ganado sus 15 partidos, pero la única derrota le costó el título.
Otros tres clubes lo ganaron todo hasta el último partido de la temporada y perdieron luego la Copa de Europa. Le ocurrió al Leipzig en 1967 (cuatro victorias y final perdida ante el Žalgiris Kaunas), al Spartak Kiev en 1974 (seis victorias y final perdida ante el Leipzig) y otra vez al Leipzig en 1977 (seis victorias y final perdida ante el Spartak Kiev).
Y además…
Andy Murray frenó la recuperación de Nadal venciéndole por 6-3, 6-2 en la final y conquistando su primer Masters 1000 en tierra. Es la primera vez que Nadal pierde una final sobre arcilla sin pasar de los tres juegos en cada set.
En dobles ganaron Rohan Bopanna y Florin Mergea. El de Mergea es el tercer Masters 1000 de un rumano, tras los logrados por Andrei Pavel (Canadá 2001 en individuales) y Horia Tecau (Cincinnati 2012 en dura). Y el de Bopanna es el primer título de Masters 1000 en tierra de un indio desde Leander Paes en Montecarlo 2005.
Petra Kvitová, que en semifinales eliminó a la número uno del mundo Serena Williams, arrasó a Kuznetsova en la final y sumó su quinto título Premier Mandatory/Five en seis finales. El resultado final, 6-1,6-2, convierte a Kvitová en la primera en ganar una final Premier M+5 en tierra sin ceder más de dos juegos por set desde Janković en Roma 2008 (6-2,6-2 ante Cornet).
El Circuit de Catalunya acogió la primera carrera en territorio europeo, y se vio la habitual superioridad de Mercedes, aunque esta vez con Rosberg por delante de Hamilton tanto el sábado como el domingo. Se mantuvo el orden de los cuatro primeros de la parrilla en la carrera: Rosberg, Hamilton, Vettel y Bottas, un hecho sin precedentes en la historia del Gran Premio de España en cualquier circuito.
Fiyi, Nueva Zelanda y Sudáfrica garantizaron su participación en el debut olímpico del Seven en el torneo de Glasgow (Reino Unidos), penúltimo de la temporada, que casi aseguró el billete para Río de Inglaterra defendiendo el pabellón británico.
La etapa de Glasgow la ganó Fiyi al derrotar en la final a Nueva Zelanda por 24-17. Es el 27º título de Fiyi, pero solo el segundo que gana en suelo escocés, tras el de Edimburgo 2009. Fiyi es la bestia negra de los All Blacks, a los que ha vencido en los cinco últimos partidos –su récord está en siete triunfos seguidos en 2006– y también en las cinco últimas finales.
Once años ha tardado el Espanya HC de Palma en volver a conquistar la Copa del Rey. El equipo balear, que disputará ante el Rubí la final de liga, no dio opción al Castellbisbal en semifinales (5-2) y mucho menos al CPL Valladolid en la final: ganó por 6-0, un marcador que es el más abultado en la historia de las finales coperas.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Axel Heimken (EHF)
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