El Ajax, cuatro veces campeón de la Copa de Europa, lleva años en un papel distinto a lo que su historia dice. El equipo que más veces ha tocado la gloria de los Países Bajos, con récord en la Eredivisie (32 títulos) y en la KNVB Cup (18), se ha convertido, como casi todos los equipos que no forman parte de una liga potente, en un club vendedor. Obligado por los jugadores que quieren avanzar profesionalmente, no suelen tardar en marcharse los jugadores que destacan con el club Godenzonen.
Un hombre de la casa como Frank de Boer dirige el equipo desde diciembre de 2010, sin apenas quejarse de la política de fichajes que llevan a cabo los hombres de Hennie Henrichs, presidente de la centenaria entidad, y ganando cada título de liga desde que es el entrenador. Frank, exasistente de Van Maarwijk entre 2008 y 2010, ha visto cómo han sido canjeados sus activos más importantes dentro del campo (Stekelenburg, Vertonghen, Alderweireld o Eriksen, por citar a unos pocos) a cambio de fichas de menor valor. Ante esta tesitura ha optado por pulir a esos jóvenes fichajes y confiar, como siempre ha hecho el club de Ámsterdam, en la cantera.
Tras un inicio irregular y criticado, tanto por el juego (lento y previsible) como por los resultados (no ha sido líder aún tras catorce jornadas, entre otras cosas por las derrotas ante rivales directos, con un abultado 4-0 ante el PSV), parece haber dado con la solución. Cuatro victorias consecutivas, contando las dos de Champions que le permiten ir a San Siro con opciones de clasificarse para octavos de final (si ganan al Milan), y el juego desplegado (más dinámico y vertical con el balón y una presión alta e intensiva sin él) han devuelto la calma al entorno amsterdammer.
El once tipo de estas victorias sigue cumpliendo el histórico el 4-3-3, pero con matices respecto a los últimos años. La más importante es que en los extremos, salvo Fischer a banda cambiada, usa jugadores que no son tal. Ya sea Sigthórsson (un nueve), como Siem de Jong (segundo delantero que ante la ausencia de su posición va cambiando de papel durante la temporada, ya sea en el interior o como falso nueve) o Lasse Schöne, quien se ha ganado un sitio en la banda derecha después de pasar por las tres posiciones del centro del campo.
Con Schöne, interior con técnica y obrero, el Ajax ha ganado en equilibrio, combinación y lucha para la recuperación (porque el danés no deja de ser un centrocampista) a cambio de perder la velocidad y el desborde que podría tener con Lesly de Sa, Tobias Sana o Bojan. El español empezó jugando en esa posición hasta caer lesionado, pero ahora puede que De Boer le busque otro sitio cuando finalice su recuperación.
En el centro del campo, sin el mejor creador (Eriksen, vendido) y con su reemplazo (Duarte) lesionado, De Boer ha juntado a dos interiores a los que pocos daban tanto protagonismo a principio de curso: Davy Klaassen (Hilversun, 1993) y Thulani Serero (Soweto, 1990). Klaassen es un futbolista polivalente: tiene calidad y toque para crear, llegada al área como para ser interior y una buena actitud defensiva. Salvando las distancias, podría ser el Cesc del Ajax. Por su parte, Serero es el típico jugador africano: veloz, resistente y luchador como ninguno. Además, aunque es más limitado en cuanto a técnica que su compañero Davy, tiene la suficiente como para sumarse con acierto desde segunda línea. Estos dos centrocampistas no te aseguran mantener la posesión eternamente, pero sí emplearla correctamente.
Mención aparte merece el nuevo centrocampista. Daley Blind (Ámsterdam, 1990) ha pasado de ser criticado e incluso ridiculizado a ser el mejor lateral izquierdo de la Eredivisie 2012/13 y luego convertirse en el mediocentro defensivo del equipo. No hay que olvidar que ha dejado en el banquillo a todo un veterano como Christian Poulsen. Aunque pueda sorprender, el papel del hijo de Danny Blind cada vez está mejor interpretado por Daley, quien se está convirtiendo en un recuperador nato con gran despliegue físico (algo normal si eres lateral del Ajax: tu trabajo es casi el de un carrilero).
En ese cambio de tarea en Blind ha ido influido también el regreso, tras una larga lesión, del otro lateral zurdo del equipo: Nicolai Boilesen (Ballerup, 1992). Jugador rápido, con gran conducción y regate en carrera que le hace ser un proyecto de lateral muy peligroso, si le respetan las lesiones. De momento, y aunque no tiene ninguna lesión de gravedad, le esperan unas semanas de descanso al danés tras lesionarse ante el Barcelona. No se quiere correr riesgos con él, por lo que Blind volverá al lateral izquierdo, salvo que De Boer se invente algo, como una de las soluciones que ha encontrado en otras partes de la alineación.
Como una pareja de centrales muy jóvenes y salidos de la cantera. La venta de Alderweireld y la lesión en octubre de Moisander han provocado que dos canteranos hayan compartido el eje de la defensa. Joël Veltman (Velsen, 1992) y Stefano Denswil (Zaandam, 1993) han conseguido que la afición olvide al ahora atlético Toby y, también, que sin el finlandés el mes de octubre no haya sido una sangría (cuatro goles encajados en seis partidos en los que han sido la pareja de centrales). Si bien la salida de balón de Denswil es una de sus mejores armas, la eficacia defensiva de Veltman es digna de elogio. Aun así, dos jugadores muy a tener en cuenta.
Por último, pero no menos importante, desde la abultada derrota ante el PSV hay un nuevo ocupante en la portería ajacied. El increíble Vermeer (para lo bueno y para lo malo) ha dejado su sitio a Jasper Cillessen (Groesbeek, 1989). La seguridad que ofrece el exguardameta del NEC Nimega es mayor que la de su antecesor en el puesto, y además ofrece un mejor juego con los pies. Louis van Gaal ya le ha incluido en las últimas convocatorias para la selección nacional neerlandesa. El bueno de Louis también se ha fijado en Veltman y sigue convocando a Blind. Las soluciones de Frank para esta temporada empiezan a dar sus frutos.
* Rafael Medel.
– Foto: Reuters
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