Si hay un equipo que ha acertado con sus elecciones en el draft, ese ha sido Oklahoma City Thunder. Primero fue Kevin Durant, después Russell Westbrook y finalmente James Harden. Estas elecciones fueron en 3 años seguidos. Fueron elecciones altas (la primera, la cuarta y la tercera, respectivamente). En el mismo año que se quedaron con Westbrook, también seleccionaron a Ibaka, en el número 24.
Estos hombres son la base del equipo que les ha llevado a ser uno de los mejores conjuntos de la NBA, siendo uno de los mercados más pequeños de la competición. Este éxito les ha obligado a tener que elegir en puestos muy altos en el draft, con lo que los jugadores a los que optan son, a priori, peores. Este año la exigencia para OKC será mayor. Todo lo que no sea, como mínimo, las finales de Conferencia será visto como un fracaso. Para intentar alcanzar las metas previstas, el cuadro técnico del equipo ha seleccionado a Perry Jones III en el puesto número 28 del Draft. Si Jones es capaz de repetir los números que ha hecho esta pretemporada (10 puntos, 3,2 rebotes, con 50 % en tiros de campo), Oklahoma City habrá hecho uno de los robos del año. Pero existen muchas dudas sobre él.
Desde muy joven, en sus años de high school, llamó la atención por su físico (mide 2,11 y tiene piernas de alero, pesando poco más de 100 kilos) y capacidades sobre la cancha, ya que anotaba, reboteaba y asistía con facilidad. Fue seleccionado para jugar el McDonald’s All-American del año 2010, que enfrenta a los mejores jugadores de 18 años o menos de Estados Unidos entre sí.
Su periplo por la NCAA estuvo lleno de polémica y dudas. Jugó en la universidad de Baylor (años 2011 y 2012) y en su primer año, a pesar de sus buenos números (14 puntos y 7 rebotes por partido), no fue capaz de clasificar a su equipo para el torneo final de la NCAA. Se le acusaba de esconderse ante rivales poderosos, definiéndole como mentalmente débil. Por si fuera poco, al final de esa temporada la organización universitaria le sancionó con 5 partidos por recibir (supuestamente) ayuda económica para él y su familia. La universidad protestó, pero nada pudo hacer para evitar el castigo y el chico tuvo que devolver a la NCAA el dinero que supuestamente recibió. En su segundo año repitió sus números y se declaró elegible para la NBA.
En los campus de entrenamiento previos al draft, así como en las revisiones médicas que hacen los equipos, se le detectó un problema en las rodillas. Algunos médicos consideran que estas no están capacitadas para soportar el cuerpo del chico, pronosticando que en un futuro el jugador tendrá lesiones graves. Alrededor de este diagnóstico se ha generado bastante polémica.
No sabemos cómo van aguantar sus rodillas. Muchos especialistas dicen que no tienen la capacidad para soportar su motor. Otros, los más optimistas, dicen que esa debilidad física puede ser corregida con trabajo mental, para soportar el dolor que le puedan causar, y físico, para mejorar los apoyos y que las articulaciones sufran menos. Quizá esa sea la razón por la que cayó tan abajo en el draft, vista la calidad de sus movimientos y su capacidad de dominar facetas distintas del juego. Sin embargo, tal vez podamos decir que ha tenido fortuna. Sin esas dudas no habría caído tan abajo y no hubiese podido jugar con los Thunder.
Para Jones III no había mejor equipo que OKC. Estará muy alejado de los focos, estará acompañado de chicos de edad similar (solo es tres años menor que Durant y Westbrook y dos que Ibaka y Harden) con los que se podrá entender fácilmente, facilitando la comprensión de los códigos de un vestuario profesional.
Ir ganando partidos, como se supone que hará Oklahoma City, le dará confianza para sacar lo que lleva dentro y que muchos dudan que pueda mostrar a causa de su físico. Dicen que es demasiado lento para jugar en el perímetro y demasiado flojo para jugar en la pintura. Aunque es precisamente ese físico el que, si le respeta la salud, puede asegurarle una permanencia larga en la NBA.
Lo que está por ver es si se queda en el grupo medio o se instala un escalón más arriba. De momento, en los Thunder se mira con ilusión su evolución en la pretemporada. Si es capaz de hacer lo mismo en partidos oficiales, la profundidad de banquillo del equipo se multiplica, permitiendo al entrenador Scott Brooks tener más recursos tácticos ante conjuntos como Miami, que juegan sin un hombre alto claro.
Pero si hemos de hacer caso a la pretemporada, los Lakers serían el peor equipo de la liga y el contrato de Lin uno de los mayores timos de la historia. El tiempo será el que nos resuelva todas las dudas que tenemos.
* Daniel Arias.
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– Fotos: Justin Lane (EPA) – AP
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