1.- Decíamos en la previa que volvía el mejor Messi a la vista del salto en el juego que dio en Sevilla. Tras el partido de Lisboa, la sensación se confirma, aunque a ese espectacular nivel no se llegará tras un salto, sino después de varios pasos como el que ha dado hoy.
2.- Desde el primer momento se ha visto la constante (y en ocasiones excesiva) forma en la que le buscan sus compañeros. Debido a pases inoportunos llegarían las primeras pérdidas, faceta que se convertiría a la postre en el lunar que ha oscurecido una gran noche del argentino.
3.- Y es que solo seis minutos necesitó Leo para fabricar la jugada del primer gol. Desde el perfil izquierdo, zona por la que no se le espera y que está empezando a aprovechar más (como debía haber hecho desde hace tiempo), ha superado al único rival que no se ocupaba de cerrar el pasillo interior gracias a una buena pared con Jordi Alba, tras la cual ha lanzado un envío que ha dejado a Alexis solo ante el marco. Interesante cambio de posición momentáneo que se antoja fructífero de cara al futuro.
4.- El resto de la primera mitad estuvo caracterizado por sus pérdidas. No todas fueron reprochables, ya que el jugador que más busca la profundidad del equipo tiene que arriesgar (hubo varios intentos de paredes o de pases definitivos que estuvieron cerca de resultar), pero sí se dieron varias en zonas de riesgo, algunas de ellas no forzadas, impropias de un jugador de su categoría. Definitivamente, este es el punto que tiene que corregir para volver a llegar a la altura tan elevada que solo él puede alcanzar.
5.- Sin embargo, aun en un periodo de desacierto y poca participación, Messi dejó varios detalles más que interesantes y estuvo a punto de marcar en dos ocasiones. En la primera, esperando en el punto de penalti el centro de Alexis mientras los portugueses intentaban seguir la estela del chileno, yendo erróneamente hacia su portero dejando libre la zona del remate, la zona para chicos listos como Leo, que si no anotó fue por acierto del guardameta. En la segunda, solo la reacción de última hora del defensa impidió que recibiera en el área pequeña un pase de Pedro, que debió haber tirado.
6.- Es una situación demasiado habitual que se debería corregir, ya que en ocasiones por buscar obsesivamente al genio se desperdician mejores opciones. Y es que no hay que caer en la trampa en la que caen inevitablemente los defensores: fijar la mayor parte de la atención en Leo. Es algo para aprovechar, no para imitar. Punto de mejora básico, aunque tal vez menos en Pedro que en otros compañeros.
7.- Pero en la segunda parte Leo se decidió a no dejar en mal lugar el pronóstico de la previa. Recién comenzada, tras una gran pared con Xavi, se las ingenió para dejar solo a Alexis, que erró la definición por centímetros.
8.- Esa jugada define cómo sentenciaría el Barça al Benfica: volcando su juego en el costado derecho para finalizar por el flanco débil de su rival, el izquierdo. De esta manera, tras una brutal jugada made in Messi por el centro-derecha y, tras atraer a todos hacia sí, asistiría a Cesc para que finiquitara el encuentro.
9.- Seguramente esta sea la jugada más característica del mejor Messi, versión que en el segundo tiempo confirmó que está cerca. Con una mayor participación en el juego, creciendo a la vez que lo hacía el equipo, se pudo ver una clara mejoría, siendo ya las pérdidas tontas historia. Pero con eso no bastaba: Leo quería su gol. Lo intentó inventándose una maravilla tras cazar un rechazo de Pedro, a quien él mismo había asistido, pero un pie oponente se cruzó en el último momento. También los guantes de Artur tras un sensacional remate de cabeza a centro de Jordi Alba. Pero no pasa nada: si hay algo en lo que nunca necesita mejorar Leo es en el gol.
y 10.- Próximo objetivo: un Real Madrid al que Leo se enfrentará con especiales ganas tras haberle hecho perder los dos últimos títulos (colectivos, los que de verdad le importan) en los que se cruzaron. Y, dado que las piernas vuelven a estar frescas y la magia vendrá per se, solo tiene que focalizar su atención en un detalle: anular las pérdidas inoportunas. Si lo consigue, tendrá muchas papeletas para ser el MVP del partido.
* Rafael León Alemany
– Fotos: AFP
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