"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
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1.- Necesitaba el Barça ganar de manera plácida tras la debacle sufrida la semana pasada en San Sebastián. De cara a resarcirse de la última derrota, recibía en el Nou Camp a un Almería que se podría presuponer como víctima propicia para ello. Sobre el papel se esperaba un rival mucho más arropado y que planteara las dificultades estándar a las que suele verse sometido el equipo de Martino, por lo que el domino de la posesión y el juego en campo rival estaban asegurados y quedaba por ver cómo resolverían los blaugranas la gestión de los espacios de ataque.
2.- El comienzo de partido nos mostró que las predicciones iniciales se cumpirían. Francisco planteaba un bloque de repliegue bajo, con cierre de las zonas interiores y escasa presión sobre el inicio del juego del Barcelona. Para buscar la portería de Valdés tenía preparada la receta clásica que plantean la mayor parte de rivales que visitan el Nou Camp: atacar la espalda de los laterales culés y el juego directo sobre Rodri ante Puyol y Mascherano.
3.- Martino, por su parte, había sido previsor ante lo que se podía encontrar su equipo y fundamentó su planteamiento en potenciar el juego por los carriles exteriores, formando con dobles parejas en banda ante la más que esperable acumulación de jugadores almerienses en zonas centrales. Y la jugada no le salió mal al técnico culé, toda vez que el Barça conseguía encontrar profundidad y fluidez en su juego a través de la amplitud que le daban, principalmente, Dani Alves y Neymar. Algo que en algunas ocasiones, quizás más de las habituales, se echa en falta en la propuesta de juego culé, donde el aprovechamiento máximo de las bandas no es habitual.
4.- El lateral diestro tuvo la libertad suficiente para volver a ser aquel jugador que todos esperamos, con su capacidad para doblar de forma permanente a su extremo y no solo ganar línea de fondo, sino pisar zonas peligrosas de remate en el área contraria. En el lado contrario, Neymar era más activo que resolutivo, pero le daba para ser capaz de asistir a Cesc en el remate que cazaba Alexis para inaugurar el marcador. Nunca dejó de intentarlo en el extremo izquierdo, aunque su productividad no fuera alta, consiguiendo que el Barça tuviera en él una amenaza constante.
5.- La otra vía de llegada culé a la portería de Esteban era la recuperación del balón y el contragolpe. Como es más natural, el Barcelona de Martino corre más porque recupera menos balones en zonas altas. El Almería, comandado por Azze y Zongo, encontraba de forma puntual la manera de romper la intentona de recuperación adelantada culé. De un contraataque nacía la falta con la que Messi ponía el 2-0 de forma magistral, dando tranquilidad a un equipo necesitada de ella.
6.- Pero nuevamente el balón parado entró en escena tras una salida almeriense a la espalda de Daniel Alves. El comportamiento defensivo en los córneres por parte de los culés roza el esperpento, en ocasiones. El Almería conseguía meter cierta incertidumbre en el partido en un saque de esquina botado al corazón del área, donde Trujillo remataba a placer, como estamos viendo de manera demasiado habitual para un equipo del tamaño del F. C. Barcelona.
7.- Tras el descanso pareció que Martino le metía freno al partido, dado que la libertad de la que habían disfrutado sus laterales le hacían pagar cierto peaje ante la posibilidad de contragolpe del Almería. Este Barça no termina de ordenarse de manera adecuada con el balón, y si quiere utilizar a sus laterales para atacar, penaliza en gran parte a la hora de defender. El Tata volvió a tirar de la variante defensiva más conocida. Los laterales se debían mantener a la altura de los interiores y sus aventuras ofensivas se iban a ver reducidas a situaciones donde el contrario estuviera más sometido.
8.- Como consecuencia de esto, el Barça únicamente se quedaba con la opción Neymar como la que le dotara de profundidad –toda vez que el juego interior no fluye de manera adecuada–. Y las llegadas, hasta el tramo final del partido quedaban reducidas a las que se originaban por las recuperaciones en campo rival, porque el brasileño puso empeño pero no el suficiente acierto para resolver el partido.
9.- A raíz del balón parado encontraron los locales una tranquilidad en el marcador que reflejara la que se podía ver en el campo cuando los últimos diez minutos de juego aparecían en el reloj. Eliminar la proyección de Adriano y Alves le daba al Barça una mayor capacidad de recuperar en campo contrario para evitar los ataques del Almería, que salió menos en la segunda parte. Pero coartó en exceso el ataque blaugrana. Puyol puso el 3-1 al cazar el rechazo tras un remate de cabeza en un córner que Messi estrelló en el larguero y Xavi hizo el cuarto cuando Pedro aprovechaba la debilidad –que Neymar no consiguió– de Rafita para asistir a su capitán en la frontal del área.
10.- Pese a que este Barça visto hoy haya encontrado profundidad a través de la amplitud, se le vuelve a tener que poner en el debe su capacidad para generar a través de lo que fue su gran arma durante mucho tiempo: las combinaciones interiores que doblegaban defensas rivales de manera tiránica desde una circulación de balón y movilidad de sus jugadores casi mecánica. El Barcelona de Martino cada vez intimida menos en espacios centrales y encuentra con mayor dificultad a Messi en zonas de resolución. Pero hoy nos deja la buena noticia de haber volcado más y mejor el juego a las bandas, donde tiene recursos suficientes para ganar partidos.
y 11.- Queda por ver si el entrenador culé consigue dotar de suficiente solvencia defensiva a su equipo para que los laterales sean protagonistas en ataque. Porque una cosa viene siendo clara en los últimos partidos: la utilización de estos marca demasiado el devenir del juego barcelonista. Si los laterales se muestran importantes en ataque, el equipo penaliza demasiado la transición defensiva y da opciones al rival de encontrar salida ante la presión. Y si los laterales no se proyectan, y solo participan como apoyo en la circulación y para vigilar la contra rival, este Barça encuentra muchas más dificultades para atacar. El juego de banda y la utilización de los laterales cada vez tiene más peso. ¿Es ese el camino adecuado? No lo sabemos, pero es el que está siguiendo Martino.
* Miguel Canales es creador del blog ‘Táctica Barça’.
– Foto: Vicens Giménez (El País)
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