1.- Ha pasado una vuelta completa desde que el Barcelona perdió en Anoeta. Desde entonces, 27 victorias, un empate y solo una derrota en liga, clasificado para la final de Copa del Rey y con la semifinal de Champions League muy encarrilada. Quizá producto de un proceso, como insiste Luis Enrique, pero aquel 4 de enero en San Sebastián supuso un punto de inflexión en la trayectoria del conjunto culé.
2.- David Moyes alternó la presión adelantada cuando el Barcelona sacaba desde portería con el repliegue medio en defensa posicional. La Real Sociedad defendía con dos líneas de cuatro y la dupla Vela-Canales como jugadores más adelantados. Moyes prefirió un centro del campo de mayor calidad, con Xabi Prieto, Rubén Pardo o Granero, y se dejó en el banquillo a su delantero centro habitualmente titular, Agirretxe.
3.- Para la salida de balón, Messi y Neymar quedaban muy abiertos en banda, teniendo así tanto Bartra como Piqué la posibilidad de realizar un pase largo a los lados para salir de la presión. Cuando el Barcelona avanzaba metros, Messi ocupaba zona central y Alves era el lateral-extremo de su banda. Los culés volcaban el juego por este lado derecho, donde se juntaban Messi, Albes y Rafinha. No fue casualidad que Granero y De la Bella tuvieran ya tarjeta amarilla en el minuto 26. En esta instancia de partido el Barcelona ya había tenido tres ocasiones claras. Solo la actuación del excelente guardameta Rulli, que ocupará muy pronto la portería de Argentina, evitaba que los locales fueran por delante en el marcador.
4.- El partido se estaba poniendo muy peligroso para el Barcelona, que dominaba y tenía ocasiones, pero le faltaba acierto y un punto de chispa para acelerar las jugadas en tres cuartos de campo, abusando demasiado de las conducciones por dentro. Ante esto, el sistema de ayudas de la Real Sociedad se imponía una y otra vez. Y así, con un Barcelona menos fluido de lo habitual (Messi aparte), una Real Sociedad muy sólida y un Rulli dominante, acababa la primera mitad.
5.- Y un minuto después de empezar el segundo tiempo, Rulli volvió a aparecer para despejar un remate de cabeza de Bartra. Hasta cuatro veces colgó el balón desde las bandas el Barcelona en los primeros cinco minutos. En una de estas, Messi centró con parábola desde el lado derecho, Mikel González despejó pero no lo suficiente y el balón le llegó a Neymar, que remató solo de cabeza en el segundo palo. Otro alley-oop de Messi, el camino más seguro del Barça hacia el gol, en forma de asistencia para Neymar. Con el 1-0 Luis Enrique no se fiaba, y buscó tener más posesión aún dando entrada a Busquets por Mascherano, que volvió al eje de la zaga en sustitución de Bartra.
6.- Los minutos pasaban y no pasaba nada, lo que no era malo para el Barcelona pero tampoco bueno, porque en cualquier jugada aislada la Real Sociedad podía conseguir el empate. Entró Iniesta por Xavi, que venía siendo el jugador más destacado de la primera parte, ordenando y girando siempre hacia el lado débil del juego. Por su parte, Moyes buscó la velocidad del Chory Castro y la referencia en ataque de Finnbogason.
7.- A falta de diez minutos la Real Sociedad adelantó líneas. El Barcelona estaba inquieto y Luis Enrique reordenó el equipo, dando entrada a Pedro por Rafinha. Así, Messi pasó a jugar por detrás de Suárez, con Busquets e Iniesta cerrando en el centro del campo. Con esta disposición y ante la salida de los visitantes, el Barcelona pudo contragolpear. En una de estas transiciones marcó el segundo, pero de la forma más inesperada. Messi no llegó a un pase de Suárez y, en la segunda jugada, Pedro hizo una chilena imparable para Rulli. El jugador canario, que ha trabajado mucho y jugado poco, marcó un gol tan estético como efectivo. Un gol que puede valer una liga.
y 8.- El Barcelona tuvo el mérito de persistir ante una Real Sociedad con las líneas juntas y la paciencia para permanecer ordenada esperando una oportunidad que pudo llegar a falta de diez minutos, cuando el marcador era tan escueto. Realmente, Bravo apenas tuvo trabajo y el Barcelona no estuvo demasiado exigido en defensa, pero en la concentración para no cometer ningún error fatal y la perseverancia de seguir intentándolo hasta conseguir batir a Rulli, reside la virtud hoy de un Barcelona sobrio que ha dado un paso más, y ya solo le quedan dos, para ganar su 23ª liga.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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