"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
La XLIX edición de la Superbowl, disputada en el estadio de la Universidad de Phoenix en Glendale (Arizona), enfrentó a dos equipos opuestos. Los Patriots, la mejor franquicia de este siglo, con su juego de pase, y los Seahawks, el vigente campeón, y su juego de carreras.
El partido fue de extrema igualdad. En el primer cuarto, porque no pasó nada; en el segundo, porque lo hicieron todo bien; y al final, porque New England protagonizó una remontada histórica que le sirvió para ganar el título en un final muy emocionante.
Primer cuarto
En apenas 28 minutos se completó un primer cuarto donde no ocurrió prácticamente nada. Tres punts (despejes) y una interceptación a Brady dejó el marcador en empate a cero en el primer periodo por primera vez desde 2005. Los Patriots han sido incapaces de anotar un solo punto en el primer cuarto de sus seis últimas Super Bowls.
Segundo cuarto
Tres ataques realizaron los Patriots en este periodo y en dos consiguieron anotar. Seattle solo optaba por correr y Russell Wilson necesitó 23 minutos de juego (una hora de tiempo real) para conectar su primer pase completo. Pero a los Seahawks les bastó, primero para empatar a 7 y después para realizar un ataque de cuatro jugadas en 29 segundos y dejar el partido empatando a 14 al descanso.
Es la cuarta Super Bowl con empate al descanso, la segunda con empate al final de cada uno de los dos primeros periodos (junto a la de 2005) y la tercera donde ambos equipos anotaban 14 o más puntos en un mismo cuarto. Esto último pasó en 1979 y 2004, pero siempre fue en el último periodo.
Tercer cuarto
En el primer ataque de la reanudación, Steven Hauschka dio ventaja a los Seahawks con un field goal. Hauschka, nacido en Massachussets, el estado del equipo rival, ha anotado todos los extra points (19) y todos los field goals (13) que ha intentado en playoffs. Un 32 de 32 que es la mejor marca perfecta en postemporada en la historia de la NFL.
New England estaba superado, sus siguientes ataques acabaron con dos despejes y una interceptación a Tom Brady que, por primera vez en su carrera, sufría dos en una Super Bowl. Y entre medias Seattle anotó otro touchdown que le dio 10 puntos de ventaja para afrontar los últimos 15 minutos.
Último cuarto
Los Patriots necesitaban igualar la mayor remontada de la historia, diez puntos, la que consiguieron los Redskins ante los Broncos en 1988 y repitieron los Saints ante los Colts en 2010. Y New England lo hizo con un parcial de 14-0 en el último periodo, el segundo mejor de la historia para un equipo que comienza perdiendo el último cuarto (el mejor fue el 15-0 de New Orleans hace cinco años).
En la primera de las anotaciones, la que puso el 21-24, Brady encontró a Amendola y superó el récord de Joe Montana de pases para touchdown en la Super Bowl: 12 para él (que acabaría con 13) y 11 para Montana. La segunda, la que volteó definitivamente el marcador poniendo el 28-24, llegó a 2’02’’ para el final y dio otro récord a Brady, porque dio pase para touchdown a cuatro jugadores diferentes: LaFell, Gronkowski, Amendola y Edelman, lo nunca visto en la Super Bowl.
Pero los Seahawks tuvieron tiempo para ganar. Una milagrosa recepción de Kearse desde el suelo les dejó a cinco yardas de la zona de anotación, pero cuando estaban a una, en un segundo down y con 20 segundos por jugar, Wilson lanzó un pase que fue interceptado por Malcolm Butler (que nunca antes había atrapado un pase de un quarterback) y el partido se terminó.
Los campeones
La era dorada de New England Patriots, con Bill Belichick en el banquillo y Tom Brady en el campo, tiene otro título, el cuarto (2002, 2004, 2005 y 2015). Solo los Giants de Eli Manning han podido vencerles, y por partida doble, en la Super Bowl. Belichick iguala el récord de títulos de un entrenador: Chuck Noll con los Steelers (1975, 1976, 1979 y 1980).
El MVP
El descomunal partido de Brady (37 pases completos, nuevo récord de la Superbowl, y 4 pases de touchdown) le garantizó el premio a mejor jugador del partido. Es el tercero para el californiano, que iguala el récord establecido por Joe Montana en 1990.
Han pasado 13 años entre el primer y el último título de Brady, algo de lo que solo puede presumir otro jugador, el guatemalteco Ted Hendricks, campeón en 1971 con los Colts y en 1984 con los Raiders (con quien ya había ganado antes otros dos títulos).
Y además…
Novak Đoković y Andy Murray volvieron a enfrentarse en una final de Grand Slam. El encuentro tuvo tres primeras horas de extrema igualdad, pero el serbio se apuntó los nueve últimos juegos del partido y consiguió su quinto Open de Australia (a uno del récord de Emerson) y su octavo Grand Slam.
Đoković acabó la semifinal y la final ganando 6-0, un logro inédito en la historia de los Grand Slam en la categoría individual masculina. Y cerrar con un rosco la final masculina del Open de Australia tampoco había ocurrido antes.
Murray tiene mala suerte en las finales de los grandes. Siempre se ha enfrentado a jugadores con mejor ranking, de ahí tan pocos títulos (2) y tantas derrotas (6). Cuatro de esas derrotas han llegado en Australia. Solo otros dos hombres han disputado tantas finales de un mismo Grand Slam sin ganar ninguna: Ken Rosewall en Wimbledon y Björn Borg en el US Open.
La final femenina enfrentó a las dos mejores del mundo, Serena Williams y Maria Sharapova. Pero la diferencia en la pista entre ellas es mayor que la que dicta el ranking y Serena venció por 15ª vez consecutiva a la rusa. Con este título, el sexto en Australia, Serena Williams logra su 19º Grand Slam individual (tercera en solitario del ranking histórico) y 34º en total (séptima de la clasificación). Además, a sus 33 años y 127 días es la campeona individual más veterana en un Grand Slam desde Martina Navrátilová en Wimbledon 1990 (33 años y 263 días) y en Australia desde Thelma Coyne en 1954 (35 años y 110 días).
La impredecible final de dobles –dos parejas que no eran cabezas de serie y cuatro jugadores sin grandes en su palmarés– se decantó para Bolelli/Fognini ante Herbert/Mahut por 6-4, 6-4. Italia solo había conseguido un título de Grand Slam en dobles masculino: Roland Garros 1959 con Nicola Pietrangeli y Orlando Sirola.
En dobles femenino, la victoria fue para Bethanie Mattek y Lucie Šafářová. La estadounidense logró su segundo grande –venció el mixto de Australia hace tres años– y la checa consiguió el primero de su carrera para ser la primera mujer de su país en hacerse con el título en Australia desde Jana Novotná en dobles en 1995.
En dobles mixto vencieron Martina Hingis y Leander Paes. La suiza, reaparecida en dobles el año pasado, ganó su 16º Grand Slam (el segundo en mixto) nueve años después de su anterior título y 19 después del primero, en el dobles de Wimbledon 1996. Paes suma 15, ocho en dobles y siete en mixto, unos números solo conseguidos por otros tres hombres en la historia: Bob Bryan (16 y 7), Frank Sedgman (9 y 8) y Fred Stolle (10 y 7).
Roman Safiullin consiguió el título masculino júnior. Es la tercera vez que un ruso gana un Grand Slam júnior, pero es la primera ocasión que es en Australia. En la competición femenina ocurrió algo parecido, porque Eslovaquia ya había ganado algún Grand Slam (Kristína Kučová en el US Open de 2007), pero nunca en Australia, como sí ha hecho Tereza Mihailiková.
Francia recupera la triple corona (título olímpico, mundial y continental simultáneamente) que solo ella había tenido hace dos años. Con cinco jugadores que ya estaban en el mundial de hace doce años (Omeyer, Fernández, Guigou, Narcisse y Nikola Karabatić), Francia fue un ciclón, especialmente en las primeras partes de los partidos eliminatorios. En la final esperaba el anfitrión, que dio muchísima más guerra de la esperada. Pero Francia supo ir por delante en todo momento y acabó ganando por 25-22.
Francia logra así su quinto título mundial, superando el récord que compartía con Suecia y Rumanía. Y ya está clasificado para los Juegos de Río de Janeiro 2016. Un evento olímpico donde quizá estén los dos únicos jugadores tetracampeones mundiales en este deporte: Thierry Omeyer (primer portero elegido MVP del campeonato) y Jérôme Fernández.
Catar fue la gran sorpresa y el primer medallista no europeo en la historia de la competición. Sus diez nacionalizados (un tunecino, un egipcio, un francés, un español, un cubano y cinco balcánicos) ayudaron a Valero Rivera a formar un equipo rocoso en defensa y con múltiples recursos en ataque que solo sucumbió ante España en la fase de grupos y ante el campeón en la final.
Mathieu van der Poel ganó con contundencia el mundial de ciclocross 19 años después del título de su padre Adrie. Fue líder desde el primer metro y, con 20 años y 13 días, encabezó un podio muy joven (el subcampeón Wout van Aert es de su misma edad y el bronce, Lars van der Haar, tiene 23 años). Vn der Poel batió por 328 días el récord de campeón mundial más joven que tenía el belga Eric de Vlaeminck desde 1966.
En la carrera femenina, Marianne Vos se subió al podio por octava edición seguida, nuevo récord, pero esta vez fue tercera y no primera como en los seis años anteriores. La victoria fue para la francesa Pauline Ferrand-Prévot (vigente campeona mundial en carretera) por delante de Sanne Cant, que consiguió el mejor resultado femenino de Bélgica en toda su historia.
La edición de Estocolmo 2015 ha sido la del triplete: de los rusos en categoría femenina y en parejas y de Javier Fernández en la masculina. Todos los tripletes (28) vistos en los últimos 47 años los han conseguido la URSS (14), la CEI (2) o Rusia (12).
El español ganó la prueba individual consiguiendo su tercer oro seguido, lo que nadie hacía en su categoría desde el soviético Alexander Fadeev en 1989. Fernández se cayó en el programa libre y aun así fue oro con 26,81 puntos de ventaja, la segunda diferencia más amplia en cualquier categoría con esta puntuación establecida en 2005 (32,98 puntos separaron al oro y a la plata en parejas en 2008).
Elizaveta Tuktamysheva y Kavaguti/Smirnov lideraron los tripletes rusos en categoría femenina y en parejas. Rusia no conseguía un pleno de medallas entre las mujeres desde 2002. Y en parejas es el segundo consecutivo, la mejor racha desde 1992, cuando la URSS/CEI logró el tercero seguido.
A Rusia no le fue tan bien en danza y, por primera vez desde 2002, no obtuvo ni el oro ni la plata. El título fue para los franceses Papadakis y Cizeron, que en su segundo año en categoría absoluta ya han ganado dos pruebas del Grand Prix y el título continental.
El CAU Guadalajara masculino aprovechó ser el anfitrión y el Üsküdar femenino aprovechó la ausencia de equipos rusos ante la oleada de casos de dopaje en el país y consiguieron el título.
El Guadalajara sucede en el palmarés al Bikila toledano y España es el primer país con dos títulos masculinos seguidos con equipos diferentes desde Portugal en 1995. Para el Üsküdar turco es su cuarto entorchado. Además, es la primera vez que un equipo de Guadalajara se proclama campeón de Europa en cualquier deporte.
Fantástica competición para los letones, que se proclamaron subcampeones en bob a dos, solo superados por Alemania, y consiguieron la primera medalla de su historia en la modalidad y campeones en bob a cuatro por tercera vez. En bob a dos femenino, triplete para Alemania. En 12 años de vida de esta modalidad ha habido tres tripletes, todos de Alemania, tantos como en 46 ediciones del bob a cuatro (en bob a dos masculino sólo se han visto dos).
La carrera femenina se suspendió y en la masculina dominaron los hermanos Dukurs con oro para el pequeño, Martins, y bronce para el mayor, Tomass. Es la sexta medalla, todas de oro y en las seis últimas ediciones, de Martins Dukurss, que iguala el récord de Anja Huber y Shelley Rudman.
La Copa de Asia visitó por primera vez Australia, país miembro de la confederación desde 2007, y el equipo anfitrión se hizo con el primer título de su historia en el continente y se convirtió en el primer país con títulos continentales en dos confederaciones diferentes, ya que había salido campeón de Oceanía en cuatro ocasiones.
Australia perdió en fase de grupos ante Corea del Sur, pero se vengó en la final derrotando a los surcoreanos por 2-1 en la prórroga y acabando con 562 minutos de imbatibilidad de su rival, segunda mejor marca en la historia del torneo tras los 609 minutos de Irán en 1980. Australia es el primer anfitrión que gana el título desde Japón en 1992.
Corea del Sur perdió su cuarta final, todas las que ha jugado, superando el récord que compartía con Arabia Saudí. Los surcoreanos ganaron las dos primeras ediciones, 1956 y 1960, pero en formato liga.
* David Fernández es estadístico.
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