La tiranía de Reyes y M'Bia

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La tiranía de Reyes y M’Bia

por MIGUEL VERDUGO el 25 noviembre, 2013 • 12:50

1.- En los derbis sevillanos, tanta pasión devora algo de fútbol. Son partidos más intensos y broncos que vistosos, encuentros donde el ánimo y la fe suman más que el buen pie. Y en eso, el Sevilla se impuso con contundencia, la misma que refleja el marcador (4-0). Un gol a los dos minutos también ayudó. El Betis volvía a ver los fantasmas que tanto temía y recordaba siete meses después.

2.- Unai Emery sorprendió con la titularidad de Reyes, pero sabía lo que se hacía. El utrerano rinde en estos encuentros de forma especial, exhibe todo su fútbol, el que te hace preguntar: ¿por qué tan poco el resto de partidos, José Antonio? Fue absolutamente determinante. Sus diagonales interiores fueron indetectables para el doble pivote bético.

3.- El 0-1 no es sino el aprovechamiento sevillista del principal riesgo que corría Pepe Mel en su planteamiento: su defensa adelantada. Amaya y Paulão están lejos de ser hábiles al espacio, sufren corriendo para atrás, y el pase filtrado de Reyes a Bacca era una ventaja incorregible. El partido y el planteamiento verdiblanco ya estaba condicionado dos minutos después del inicio.

4.- Aun así, el Betis no le perdió la cara al partido. Eso sí, se mostraba terriblemente incómodo; la presión de los locales le asfixiaba. Los errores eran continuos y las posesiones siempre en zonas frías. Sin capacidad de desajuste, un equipo inocuo.

5.- El partido fue muy físico, de brega, y ahí M’Bia ejerció su tiranía. Tan omnipresente como dominador. Condicionante. Disfrutaba generando desesperación en el rival. Fue el encargado de generar la tranquilidad para que Rakitic, Vitolo y Reyes pudieran brillar. En base al camerunés, todo.

6.- El partido estaba en las segundas jugadas, en la capacidad de extraer algo de un juego directo y de baja calidad, y ahí, nuevamente, el Sevilla fue superior. Los apoyos y recepciones de Carlos Bacca fueron un alivio, activó a su línea de mediapunta. En el lado contrario, Jorge Molina no logró imponerse, y a partir de ahí se gestó el bloqueo ofensivo bético.

7.- El fútbol son tendencias, rachas, y la del Betis es pronunciadamente negativa. Aliado con la ley de Murphy, propició un contexto que sentenció el partido: expulsión de Paulão y gol en contra. El central venía cubriendo a M’Bia en las acciones a balón parado, y en el libre directo tras su expulsión, el camerunés aprovechó su ausencia rematando con la cabeza el balón al fondo de las mallas.

8.- Las acciones a balón parado fueron determinantes. El Sevilla exhibió superioridad y contundencia ante los desajustes de un alicaído Real Betis, que encajó dos goles en estas acciones.

9.- El segundo tiempo dio la sensación de mero trámite, de cuarenta y cinco minutos largos para unos y de disfrute para otros. La pelota, verdiblanca, y el domino y el peligro, sevillistas. La furia de M’Bia y la pasión de Reyes ya habían sentenciado el partido en el primer periodo.

10.- El equipo de Pepe Mel ayer fue el reflejo de cómo los malos resultados han sido un tifón en los conceptos y han provocado la evaporación de la idea de juego. El Betis no logra desajustar al contrario y se desajusta para lograrlo con desesperación, pero ya se sabe que un mal ataque es la peor defensa.

y 11.- Mientras Unai Emery sonríe tras haber encontrado el equilibrio en su equipo con Rakitic escudado por un doble pivote, Pepe Mel espera que la vuelta de Rubén Castro sea el inicio del fin de muchos de los problemas colectivos. Un derbi nunca es ni será un partido más, y habrá que ver cómo gestiona el Sevilla la euforia y el Betis su desesperación y problemas.