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El tradicional dominio de los europeos en los lanzamientos (menos en peso), especialmente en jabalina, donde el Viejo Continente llevaba 36 medallas y 13 títulos en las catorce ediciones previas, saltó por los aires en una fabulosa final desde el primer hasta el último lanzamiento. Julius Yego e Ihab Abdelrahman El Sayed, ambos entrenados por el finlandés Petteri Piironen, hicieron historia para sus países y para toda África por sus marcas y por sus resultados finales. Y estábamos avisados, porque el vigente campeón olímpico es el trinitense Keshorn Walcott, incapaz de meterse en la final lastrado por una lesión de tobillo.
Lanzamiento de jabalina (masculino)
Oro: Yego (KEN); Plata: El Sayed (EGI); Bronce: Pitkämäki (FIN)
La regularidad de Röhler (cinco lanzamientos por encima de 86 metros), la persistencia de Pitkämäki (más de una década en la élite) y la potencia de El Sayed con un lanzamiento de casi 89 metros en la segunda ronda estaban haciendo de la jabalina un gran concurso. Pero llegó Julius Yego y a la tercera se fue hasta los 92,72 y lo eclipsó todo.
Yego ni intentó lanzar en la cuarta y quinta ronda, y en la última, ya como campeón, hizo nulo. Pero ese 92,72 ya forma parte de la historia de su modalidad porque es récord africano, octava mejor marca de la historia y segunda mejor marca en un mundial (tras el 92,80 del checo Jan Železný en 2001). Yego es el tercer atleta, tras el propio Železný y el finlandés Parviainen, en alcanzar semejante marca.
El oro de Yego es la primera medalla mundial de Kenia en un concurso y el segundo título de un africano en jabalina, tras el del sudafricano Marius Corbett en Atenas 1997. El keniano ganó con 3,73 metros de ventaja, la segunda mayor en la historia de la prueba, tras los 3,88 que Detlef Michel sacó en Helsinki 1983.
Casi igual de histórico que el oro de Yego fue la plata de El Sayed porque es la primera medalla mundial de Egipto en cualquier prueba y porque posibilitó el primer doblete de África en cualquier concurso.
Ocho años después de su título en Osaka, Tero Pitkämäki sigue en el podio. Con su bronce se convierte en el único jabalinista con las tres medallas posibles (en Moscú 2013 ganó la plata).
400 (masculino)
Oro: Van Niekerk (SDF); Plata: Merritt (USA); Bronce: James (GRA)
El bicampeón olímpico y siete veces campeón del mundo LaShawn Merritt hizo la mejor carrera de su vida y acabó subcampeón. El dominicano Luguelín Santos, medallista olímpico y mundial, también hizo la mejor carrera de su vida y solo pudo concluir cuarto. Y es que el 400 de Pekín 2015 fue la carrera de 400 con mejor nivel medio al ser la única de la historia con tres atletas por debajo de 44 segundos. El promedio de los ocho finalistas ha sido de 44.317, mejor que el de Sevilla 1999 (con Michael Johnson batiendo el récord mundial, 43.18) que fue de 44.448.
El título salió de América por primera vez desde el oro de Thomas Schönlebe en Roma 1987 gracias a la prodigiosa actuación del sudafricano Wayde van Niekerk que acabó siendo retirado en camilla tras ganar la carrera en 43’’48. Una marca que es récord africano, la sexta de todos los tiempos y que solo los mitos estadounidenses Michael Johnson, Harry Butch Reynolds y Jeremy Wariner han conseguido rebajar.
LaShawn Merritt consiguió su décima medalla mundialista igualando el récord estadounidense que comparte con Allyson Felix (que muy probablemente mañana le superará) y Carl Lewis. Y con su quinta medalla en 400 superó el récord de la prueba que compartía con Michael Johnson.
El granadino Kirani James, que hace cuatro años fue el campeón mundial más joven en la historia de la prueba, esta vez se tuvo que conformar con el bronce y eso que corrió la distancia en 43’’78, una marca que le habría dado 9 oros y 5 platas en las 14 ediciones anteriores de la prueba.
400 metros vallas (femenino)
Oro: Hejnová (RCH); Plata: Little (USA); Bronce: Tate (USA)
Zuzana Hejnová no ganó con la histórica diferencia superior al segundo del pasado mundial, pero no tuvo apenas problemas para renovar su título. La checa es la tercera con dos oros en la prueba, tras la marroquí Bidouane y la australiana Pittman, pero la primera de todas ellas que gana oros consecutivos.
Hejnová volvió a derrotar a dos estadounidenses. En 2013 fueron Muhammad y Demus y en 2015 han sido Little y Tate. Es la cuarta vez en la historia que un mismo país consigue dos medallas sin título en dos ediciones seguidas de la misma prueba, tras la RDA en peso femenino (1983 y 1987), Alemania en lanzamiento de jabalina femenina (2005 y 2007) y Estados Unidos en 110 metros vallas (2007 y 2009).
3000 metros obstáculos (femenino)
Oro: Jepkemoi (KEN); Plata: Ghribi (TUN); Bronce: Krause (ALE)
La carrera reflejó la igualdad prevista, con las cuatro primeras en el mismo segundo. La victoria, en el 3000 obstáculos más lento de los seis disputados hasta ahora en los mundiales, fue para la keniana Hyvin Jepkemoi, que hace que Kenia sea el primer país con títulos seguidos en la distancia (Rusia tiene dos oros, pero alternos: 2007 y 2011).
Segunda, como hace cuatro años, fue la tunecina Ghribi y tercera, Gesa Krause, primera alemana medallista en la prueba y, con 23 años y 23 días, la más joven de la historia en subirse al cajón.
Todo el podio estuvo separado por tan solo 14 centésimas. En toda la historia de los mundiales, en pruebas de 1500 o más, solo hay un caso similar, el ocurrido en el 1500 masculino de Helsinki 2005, cuando también los tres medallistas estuvieron en 14 centésimas.
Alemania volvió a conseguir una medalla en una carrera en el estadio doce años después de la plata de Ingo Schulz en 400 en Edmonton 2001. Desde entonces y hasta el bronce de Krause los alemanes habían logrado 44 medallas (43 entre concursos y combinada y una más en marcha). Para encontrar la anterior medalla femenina de Alemania en una carrera hay que remontarse al relevo 4×400 de Sevilla 1999.
Salto con pértiga (femenino)
Oro: Silva (CUB); Plata: Murer (BRA); Bronce: Kyriakopoulou (GRE)
Con nulos en tres alturas distintas (cinco en total sin contar los anecdóticos tres nulos sobre 5,01 cuando ya era campeona), Yarisley Silva se proclamó campeona mundial en un concurso que Cuba nunca había sido capaz de ganar. Solo otra campeona mundial hizo más nulos que Silva: fue Stacy Dragila en Sevilla 1999, con diez nulos en total (también tres en su última altura, que fue 4,65).
Segunda fue Fabiana Murer, campeona hace cuatro años, con otro concurso excelente donde acabó con 4,85, nuevo récord sudamericano. Murer consiguió la mejor marca de la historia de la subcampeona de la prueba. Y con 34 años y 163 días se convirtió en la medallista más veterana en la historia de la pértiga al superar por casi tres años a Jennifer Suhr, que subió al podio en el pasado mundial.
El bronce fue para Nikoleta Kyriakopoulou, que dio a Grecia su primera medalla en la prueba.
* David Fernández es estadístico.
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