Lesión es una palabra maldita para cualquier deportista porque tu vida laboral depende de tu estado físico. Sufrir una lesión implica un frenazo en la progresión y preparación física pero también mental. En un contratiempo no esperado pero sí probable en todo el que hace ejercicio. ¿Quién no ha tenido una lesión alguna vez?
Estamos hartos de ver en las noticias lesiones en todas las disciplinas deportivas. Kobe Bryant rompió el manguito de rotadores de su hombro derecho y tuvo que pasar por el quirófano, por no hablar de los futbolistas que se han roto el cruzado anterior de la rodilla o más recientemente,la fractura de rótula del base de los Cleveland Cavaliers, Kyrie Irving, durante las Finales de la NBA.
Pero si hay un jugador que no tiene nada de suerte en esto de lesionarse, ese es Franck Ribéry. Ya se perdió el Mundial de Brasil debido a problemas de espalda. Y en el final de la pasada temporada ha alargado la pesadilla con su tobillo derecho. Dicha lesión se produjo en la aplastante victoria del equipo de Guardiola contra el Shakhtar Donetsk por 7-0 el 11 de marzo. Ahora, casi a mediados de junio, se reconoce por parte del equipo bávaro que la lesión no avanza. Es más, se ha procedido a inmovilizar el tobillo durante un período de tiempo no determinado para intentar que los tejidos respondan a todo el tratamiento al que han sido sometidos. El atacante francés ha declarado estar triste: “Aunque tengo todo lo que cualquier persona puede desear, no soy feliz. No puedo entrenar y no soy capaz de quitarme el pie de mi cabeza”. De hecho, Ribéry estuvo de vacaciones en diferentes lugares de Europa, acompañado de su fisioterapeuta de confianza. No ha dado resultado. ¿Por qué esa vuelta atrás?
La articulación del tobillo es una de las más congruentes y estables del miembro inferior gracias a su configuración anatómica. Se encarga de actuar como bisagra entre pierna y pie y de transmitir el peso hacia el pie.
El tobillo presenta una amplia superficie de carga, lo que determina que las presiones que soporta el cartílago estén mejor repartidas.
En situación de apoyo bipodal, en la que la acción muscular es mínima, cada tobillo soporta aproximadamente la mitad del peso corporal.
Durante la marcha, además del peso del cuerpo y de las fuerzas de reacción del suelo, hay que considerar las fuerzas ejercidas por la acción muscular. Estas fuerzas musculares se representan como una palanca:
Su correcta estructura resulta fundamental para el mantenimiento de la bóveda plantar y, desde un punto de vista funcional, trabaja en conjunto con las articulaciones subastragalina y de Chopart, que son las que conectan el tobillo con el talón y el mediopié.
Además, hay un aparato ligamentoso realmente potente que refuerza y estabiliza la articulación. Se compone de:
Por lo visto el día que se lesionó, lo más probable es que el jugador francés sufriera un esguince o torcedura de tobillo, muy frecuente en futbolistas. Pero este no debió ser normal, a juzgar por los quebraderos de cabeza que le está provocando a todo el equipo médico del Bayern Múnich.
Se me ocurren algunas hipótesis ya que el hermetismo por parte del club alemán es absoluto y nada se sabe.
* Antonio Ríos Luna es traumatólogo, maratoniano y autor del libro “Del sillón a la maratón”.
– Foto: Andreas Gebert (dpa)
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