Ryan Lochte compite siempre y cada vez lo hace mejor, convirtiendo las hazañas históricas en logros habituales. Una actitud que le dignifica y que también engrandece a la natación, a sus rivales y a él mismo, independientemente de los resultados, que son excelentes: nada menos que 67 medallas internacionales y una cosecha en mundiales en piscina corta de 27 medallas y 18 títulos.
Y no solo es vencer carreras sino conseguir grandes marcas. En cada una de las 10 ediciones previas de este campeonato ha habido récords del mundo, y Ryan Lochte ha cubierto la cuota. Es la 9ª plusmarca universal individual que supera el neoyorkino, cuando ningún otro nadador alcanza las 4, a las que hay que sumar una conseguida en relevos. Su prueba predilecta ha sido la de hoy, el 200 estilos, donde ha mejorado el récord mundial en cada una de las 4 últimas ediciones.
El día que solo nadaba una prueba ha sido el elegido por Ryan Lochte para exhibirse: 1’49’’63, nuevo récord mundial, tras ir en cada tramo mejorando su anterior plusmarca. Con este nuevo título, Ryan Lochte se convierte en la 2ª persona que gana 4 veces seguidas una misma prueba en el campeonato (el británico James Hickman lo hizo en 200 mariposa entre 1997 y 2004).
Daiya Seto, el campeón de 400 estilos, no pudo competir con Lochte. Se conformó con la plata (1ª medalla de Japón en esta prueba), quedándose a 3’’17 del estadounidense. Es la mayor diferencia en la historia de la prueba entre los 2 primeros y solo en otra ocasión hubo una distancia superior en una carrera masculina de 200 metros o menos (3’’36 de margen en el 200 braza de Indianapolis’04).
– Los parciales del récord de Lochte: 23″71 mariposa; 27″03 espalda (50″74); 31″74 braza (1’22″48); 27″15 libre (1’49″63)
La carrera más emocionante de todo el campeonato. Las 4 primeras llegaron en 31 centésimas y cualquiera de ellas aspiraba al título en la última brazada. Finalmente se hizo con el oro Melanie Costa, en la primera medalla de España en esta prueba y el primer título internacional de la mallorquina.
Chloe Sutton suma este subcampeonato a su bronce en 800. La estadounidense es la primera mujer que se sube al podio en 400 y 800 libre sin ganar ninguna de las pruebas desde Kerstin Kielgass (ALE) en Göteborg’97 (plata en 800 y bronce en 400).
La neozelandesa Boyle fue bronce quedándose tan solo a 6 centésimas del título. Es la menor diferencia entre primera y tercera en cualquier prueba femenina del mundial en piscina corta, igualando al 100 mariposa de Rio’95.
– Los parciales de Melanie Costa: 58″70 (4ª posición), 1’01″31 (3ª, 2’00″01), 1’01″63 (3ª, 3’01″64), 59″54 (1ª, 4’01″18) / Erika Villaecija, 8ª con 4’05″78.
A rebufo de la rapidísima salida de Megan Romano, Britta Steffen esperó hasta los últimas 25 metros para lanzar un ataque irresistible para sus rivales y proclamarse campeona mundial. Es el 2º oro mundial de Alemania en una prueba femenina en estilo libre tras el conquistado por Sandra Völker en 50 en Göteborg’97.
El subcampeonato de Megan Romano es el mejor resultado de una estadounidense en la prueba desde otra plata conseguida por Jenny Thompson en Atenas’00. El tercer puesto fue para la china Yi Tang, a tan solo 42 centésimas de la campeona. Es la 2ª menor diferencia entre oro y bronce en la historia del 100 libre (en 1997 únicamente 26 centésimas separaron a Jenny Thompson, 1ª, de Jingyi Le, 3ª).
Destacando desde el primer metro, Daryna Zevina se hizo con el título. Solo otra ucraniana, Yana Klochkova, se había proclamado campeona mundial en corta, aunque esta última lo hizo 6 veces.
Estados Unidos se sube al podio de la prueba por 7ª edición consecutiva gracias al subcampeonato de Bonnie Brandon. Duane da Rocha, nacida en Brasilia (Brasil), es la 5ª española que consigue una medalla mundial en piscina corta, y la 2ª en la modalidad de espalda tras el bronce logrado en la pasada edición de Dubai’10 por Mercedes Peris en 50 espalda.
– Parciales Duane: 1’00″64 el 100 (4ª posición); 1’03″51 el segundo tramo.
Se esperaba con ansiedad, sobre todo tras las series matinales, el duelo entre el plusmarquista mundial en corta (Dániel Gyurta) y el recordman mundial en larga (Akihiro Yamaguchi). Y a la hora de la carrera no hubo color y el nadador húngaro consiguió la triple corona: campeón olímpico, campeón mundial y campeón mundial en piscina corta. Ningún otro nadador lo había logrado en esta prueba.
El subcampeón, igual que en los pasados JJ. OO., fue Michael Jamieson. El británico se quedó a 1’’65 y es la 2ª ocasión que la diferencia entre oro y plata supera el segundo (Brendan Hansen sacó 3’’36 a Brenton Rickard en Indianápolis’04).
Medalla de bronce para Vyacheslav Sinkevich. Rusia no alcanzaba el podio en 200 braza desde Atenas’00, cuando fue oro con Sloudnov y bronce con Ivanov.
Las chinas convirtieron la presumible fiesta de Ottesen (mejor tiempo en semifinales) en un coto privado y coparon los 2 primeros puestos. Es el 4º doblete de la historia de China en el Mundial; no conseguían uno desde hacía 15 años, cuando Donghua Lu y Chen fueron primera y segunda en 100 espalda en Göteborg’97.
La exhibición china también es histórica por otros motivos: China nunca había conseguido medalla en esta prueba y ningún otro país había sido capaz de ganar a la vez oro y plata.
La danesa Jeanette Ottesen pasó de favorita a medalla de bronce, repitiendo su actuación de 2010. Nadie había repetido esta medalla en la prueba aunque sí las otras: Thompson (oro) y Kammerling (plata), ambas en el 1999 y en el 2000.
Haciendo valer su excelente final, y confiando, con razón, en que el chino Hao no podría mantener su ritmo durante toda la prueba, Paul Biedermann revalidó su título remontando 1’’46 en los últimos 100 metros. Por ello aventajó a la plata en tan solo 33 centésimas, la menor diferencia desde 1997 cuando Cartensen (DIN) ganó a Carvin (USA) por 0’’29.
El paso suicida de Yun Hao, en cabeza de la prueba hasta los 350 metros, tuvo recompensa: subcampeonato y primera medalla de China en la historia del 400 libre.
El tercer puesto de Mads Glæsner hace retroceder al mencionado mundial de Göteborg’97. Fue allí donde Dinamarca logró su única medalla en la prueba (oro de Cartensen) y donde se dio la menor diferencia entre primero y tercero: 39 centésimas (solo 94 centésimas han separado hoy a Biedermann y Glæsner).
Es la prueba perfecta para Vladimir Morozov: su salida, su viraje y su llegada en la prueba más rápida de todo el programa es inalcanzable para cualquier otro. Se colgó la medalla de oro batiendo su propio récord nacional: 20’’55. Rusia nunca había ganado esta prueba y solo se había subido al podio en casa: Alexander Popov (bronce en Moscú’02).
El campeón olímpico de la distancia, Florent Manaudou, se tuvo que conformar con la plata y se quedó lejos del primero, a 33 centésimas. Solo en el 2008 (cuando Draganja batió el récord mundial y aventajó en medio segundo a Foster) hubo una diferencia superior entre los 2 mejores clasificados.
Katinka Hosszú no se baja del podio. Oro en 200 mariposa, bronce en 400 estilos y título en esta prueba con récord de los campeonatos: 58’’49. La húngara ha conseguido un doblete inédito en la historia del evento, ya que ningún hombre ni mujer fue capaz de ganar a la vez 100 estilos y 200 mariposa.
Rūta Meilutytė fue subcampeona sacando 1 centésima a su perseguidora. Es la menor diferencia en esta prueba entre plata y bronce (3 centésimas separaron a Reese y Moravcová en Indianapolis’04).
La china Jing Zhao se hizo con el bronce, logro histórico para su país que nunca antes había conseguido medalla en el 100 estilos.
Dinamarca no quiso guardarse nada para la final y alineó a su equipo titular en las series. El resultado fue inmejorable: mejor tiempo y una demostración de que era capaz de luchar por todo. Y el rendimiento en la final mejoró. Tanto que Dinamarca se hizo con el título (su primer oro mundial en cualquier relevo tanto masculino como femenino) destrozando el récord de Europa: 3’49”87 (la anterior marca era 3’53”02 de Gran Bretaña en Manchester’08).
Estados Unidos, que partía como favorita por tener que empezar la prueba con la campeona mundial de 100 espalda y cerrarla con la subcampeona de 100 libre, ni siquiera pudo alcanzar la medalla de plata, quedándose en tercer lugar, su peor puesto desde Atenas’00, cuando también fue bronce.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: EFE
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