1.- Al finalizar el juego, Müller expresa en una entrevista que Guardiola les enseñó dónde radicaban las principales debilidades del rival. El entrenador explotó cada uno de los defectos del rival y terminó destrozándolo, para lograr una resultado histórico. El Bayern de Múnich encontró la apertura del marcador en una de las ventajas creadas y luego, ya con la condición mental a favor, no dejó reaccionar a la Roma.
2.- El juego entre ambos equipos se tornaba como un duelo muy interesante, por sus temporadas recientes, el presente y la idea de juego. Sin embargo, todo se acabó muy rápido ante una nueva exhibición de Guardiola, que analizó al adversario y dio referencias a sus dirigidos. De esa manera, hirió al conjunto conducido por Rudi Garcia, que poco pudo hacer ante semejante demostración. Sus fortalezas se veían obstruidas, y los primeros cinco minutos quedaron rápidamente olvidados por la labor de los muniqueses.
3.- Distraer por un costado para romper por el otro y establecer diferencias. El Bayern acumuló asiduamente gente por la izquierda para poder encontrar a posteriori a Robben en un mano a mano frente a Ashley Cole. El holandés tuvo a maltraer durante toda la primera etapa al jugador inglés, al punto de que el lateral acabó siendo sustituido por Holebas en el descanso. Por el costado opuesto, Lewandowski caía con frecuencia para combinar con Bernat y quien apareciera como interior por esa zona –muchas veces era Götze–. Cuando la Roma basculaba sobre la zona de la pelota, venía un rápido cambio de sentido hacia el otro lado.
4.- En una pared con Müller, Robben marcó el primer gol del partido en el Olímpico. Cole no tuvo referencia y el extremo sacó un remate imposible para Morgan De Sanctis al segundo palo. Luego llegaría otra combinación con Müller como protagonista en la jugada en la que Götze convertiría el segundo tanto. El técnico de Santpedor había activado las dos bandas para hacer daño, aunque con el paso de los minutos comenzaría a romper con asociaciones interiores.
5.- Pasada la media hora de juego, la Roma estaba totalmente sentenciada. El Bayern despedazó sus intenciones con movilidad, rupturas y constantes desmarques. Pjanic y Nainggolan no podían hacerse con el balón, y, cada vez que lo tomaban, se encontraban rodeados. La presión en tres cuartos de campo del equipo alemán hacía que los de Garcia nunca pudiesen sacar el balón con claridad y quedasen totalmente desarticulados. De hecho, Totti jamás pudo incidir como falso nueve, y los esporádicas contragolpes eran comandados por Gervinho, que atacaba en inferioridad. En ese tipo de jugadas, Benatia y Boateng exhibieron su capacidad para defender a campo abierto.
6.- Los ataques posicionales del Bayern contaban con un Xabi Alonso en estado de gracia. Se ha adaptado de una forma excelente al club de Baviera y tiene una relevancia en el juego notoria. Inició cada jugada con un primer pase de calidad, fue el encargado de llevar la bola a campo rival cuando tocaba hacia Lahm o Götze y comenzó la acción en el tercer gol. Tomó el balón a metros del área rival y amagó con rematar; cuando vio el espacio libre, lanzó un pase extraordinario hacia Bernat, que sacó el centro preciso que Lewandowski transformó en gol. Por si fuera poco, el guipuzcoano cortó varias transiciones rivales.
7.- Müller anotaría su gol de penal y Robben volvería a romper a la espalda de Cole, para convertir cinco en el primer período y terminar de hundir a la escuadra de la ciudad eterna. Sin probabilidades de dar vuelta la historia, el exdirector técnico del Lille intentó no sufrir un resultado incluso más abultado y realizó dos cambios. Además de reemplazar al marcador de punta izquierdo, sacó a Totti (sin un sustento colectivo que le permitiera adueñarse del balón) y mandó al campo a Florenzi. La búsqueda de Rudi, luego, pasaría a estar clara con el fin de no pasar más sobresaltos. Acumuló más efectivos en la medular y planeó salir rápido hacia el arco de Neuer. Tuvo tres ocasiones con Gervinho en punta, y una de ellas acabó en el descuento del marfileño.
8.- Con el encuentro sentenciado, el Bayern continuó asociándose con velocidad por dentro. Si Alaba había iniciado como tercer central, recorría todo el carril interior y acababa en la zona de mediapunta. Robben no encontraba problemas ante Holebas y seguía destrozando por la banda. Lahm jugaba al primer toque y Xabi Alonso se movía por cualquier zona, apoyando o posicionándose por detrás del balón para iniciar nuevamente. Guardiola hizo varias modificaciones en su sistema en el segundo tiempo: ubicó a Götze de falso centro delantero e hizo ingresar a Rafinha para cerrar sin pelota y abrirse cuando su equipo tuviera la posesión. Por último, pudo juntar nuevamente a los dos extremos puros de la plantilla, cuando determinó la vuelta de Ribéry en Champions League.
9.- El jugador francés estiró la ventaja al romper y recibir la habilitación de Robben. Ante la salida del arquero, definió por encima con una gran jerarquía. Shaqiri cerró el partido definiendo desde el área chica. La flexibilidad del planteamiento de Guardiola no permitía observar un sistema claro. Con la frecuente movilidad de sus jugadores, tuvo superioridades en cualquier sector y machacó al equipo contrario entre líneas. La Roma no pudo sobreponerse y en las pocas que generó además de la situación del gol se encontró con Neuer, que respondió con garantías.
y 10.- Resta saber cuál será la dirección que tomará Garcia tras este catastrófico resultado. Antes del juego, de ninguna manera se preveía semejante desarrollo, y por sus virtudes la Roma era un equipo capacitado para poder ganar a este Bayern. El entrenador tendrá que tomar la mejor decisión para que el marcador final no afecte a la temporada y la filosofía de juego. Del otro lado, Guardiola volvió a resolver un partido desde su lectura y dio una lección de cómo descomponer a un rival a través de sus debilidades.
* Nicolás Galliari.
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