La Juve en noviembre

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 3 diciembre, 2014 • 8:57

La Juventus levantó el vuelo durante el pasado mes de noviembre. Fue un mes magnífico para el conjunto de Massimiliano Allegri, que elevó el nivel colectivo de su juego, aumentó la competitividad en determinados puestos, como en la punta de ataque, y consolidó alguna variante táctica muy interesante que analizaremos a continuación.

Durante el penúltimo mes del año la Juve ha jugado cuatro partidos de liga y dos de Champions con un saldo de seis victorias en seis partidos, 19 goles a favor y tan solo 3 en contra.

ZONA DEFENSIVA

El funcionamiento defensivo de la Juve durante el pasado mes experimentó una interesante variación táctica, que aunque no se puede adoptar como una medida definitiva, sí se puede considerar como una opción habitual a partir de ahora por parte de Allegri.

La Juve estaba jugando con una línea de tres centrales y dos carrileros largos desde la segunda temporada de Antonio Conte en el banquillo. Allegri comenzó el curso con muy pocas variaciones, prácticamente ninguna. Se aferró a la máxima de no tocar lo que funciona. Sin embargo, esta tendencia inicial ha ido virando y se podría deber a varios motivos. La Juve terminó el mes de noviembre con una línea de cuatro atrás de inicio y ganando un centrocampista más, probablemente con una intención clara de favorecer a un Andrea Pirlo que necesita tener más futbolistas a su alrededor, para que sus esfuerzos físicos sean menores. A cambio, Pirlo responde con menos participación en el juego, pero con intervenciones a balón parado o en disparos desde fuera del área que están siendo decisivos para que su equipo conquiste los tres puntos.

Es evidente que la Juve afronta un riesgo mayor si pierde el balón en la salida desde atrás, pero en cambio gana un futbolista en esa zona.

El cambio de sistema no se puede considerar definitivo, pero sí se ha convertido en una opción habitual para un Allegri que busca nuevos registros sin olvidar el pasado. En el partido ante el Torino se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Lichtsteiner. Quitó a Tévez y dio entrada a Ogbonna, y lo que parecía un cambio defensivo se convirtió en un cambio ofensivo liberando más aún a los laterales, en ese momento Pereyra y Evra. El equipo se asentó en campo contrario y el gol de la victoria de Pirlo llegó tras un robo de Bonucci a Benassi muy arriba. Poblando la zona central y ocupando los costados minimizó la desventaja de jugar con uno menos dejando arriba a Morata, que pese a jugar solo es capaz de abarcar mucho campo por su movilidad.

En definitiva fue un movimiento táctico que enriquece al equipo y que demuestra que Allegri puede utilizar el 4-3-1-2 y el 3-5-2 indistintamente dependiendo de sus intereses.

CENTRO DEL CAMPO Y DELANTERA

De jugar con tres centrocampistas a jugar con cuatro hay un cambio. El cuarto la Juve lo adapta como mediapunta. Mantiene la figura del mediocentro único en la figura de Andrea Pirlo, lo rodea de dos interiores y renuncia a la figura de los extremos para preservar la seña de identidad del equipo en las últimas temporadas, como es la incorporación permanente de los laterales, especialmente del suizo Stephan Lichtsteiner. La novedosa figura del mediapunta en esta Juve de Allegri la ocupa el chileno Arturo Vidal, y su ubicación ahí deja muchas dudas. No es un jugador de último pase con una facilidad especial para recibir de espaldas y orientarse. Pero aporta una incontestable superioridad física cuando el equipo realiza una presión alta y es un jugador que por su despliegue permite abarcar muchísimo campo de ataque.

Hemos visto una Juventus con más jugadores rondando el área contraria; en ese aspecto la corona del área del rival se ha convertido en una zona muy peligrosa en la que Pogba y Pirlo, cada uno en su estilo, explotan sus disparos. Pogba cada vez es más importante, aunque en el último mes ha sido más un jugador de apariciones, decisivas que de presencia constante en el juego. Lo que no podemos olvidar es que el equipo sigue lastimando con más naturalidad cuando se despliega en transición. Pirlo es un lanzador excelso, los laterales se siguen incorporando con asiduidad, pese a jugar con línea de cuatro atrás, y el equipo sigue encontrándose muy a gusto con metros por delante para correr.

De nuevo tomamos como referencia el último partido del mes de noviembre ante el Torino para explicar un aspecto táctico, en este caso el funcionamiento de los hombres de arriba. El Toro maniató a la Juve durante muchos minutos. Los mejores momentos de los de Allegri fueron cuando el rival dio un paso adelante y el equipo pudo atacar los espacios, ya con Morata en el campo. Ante el Parma, por ejemplo, fue Carlos Tévez el que una y otra vez masacró a la zaga rival. El buen rendimiento de Morata cada vez que fue requerido provocó la respuesta de Llorente, que aumentó su rendimiento. La Juve sale ganando. Son diametralmente distintos y, en función del partido y de lo que demande el equipo, juega uno u otro, ambos con buen rendimiento. Para el ataque posicional es mucho mejor Llorente, pero para jugar a la contra o tras robar el balón al contrario es mejor Morata por su movilidad permanente y por su capacidad para hacer daño cayendo a un costado, especialmente el izquierdo.