Situado en el grupo más complejo y enrevesado de superar, Holanda afronta la Eurocopa en un mar de dudas. Ciertas circunstancias provocan que aparezca el miedo y el temor, enemigos de la ilusión. A pesar del gran año de Robin Van Persie con el Arsenal, a pesar de contar con jugadores excelsos como Robben, Sneijder o Van der Vaart y a pesar de poseer una de las delanteras envidiadas por los diferentes combinados que conforman la Eurocopa, se podría decir que la selección de los Países Bajos no llega para nada en un gran momento futbolístico. La abultada victoria ante Irlanda del Norte por 6-0 no es ni mucho menos el fiel reflejo del equipo de Bert Van Marwijk. Hay que profundizar para ver lagunas que pueden convertirse en auténticos desastres si no se encuentra tan ansiada cura.
Para empezar, Van Marwijk aun no tiene del todo definida la alineación. Especialmente en la posición de extremo izquierdo, lugar desconocido para una selección que sobremanera vierte su capacidad ofensiva en la derecha provocando un desequilibrio que toma tintes negativos si el protagonista de la película, Arjen Robben, no quiebra y despedaza la defensa rival. Y eso se está viendo con cuenta gotas este año .
El extremo holandés ha realizado uno de los peores últimos tramos de temporada de su carrera futbolística. El Bayern de Múnich ha pasado de ser aspirante a todo a ser el primero de los últimos. Y gran parte del mérito o de la culpa reside en el que fuera jugador del Real Madrid. Su penalti errado ante el Borussia Dortmund en la ‘final’ liguera en abril y la mala ejecución del mismo lanzamiento en su propio estadio, cara a cara con Cech, en la finalísima de Múnich provocaron que surgiesen, más tímidos en un principio que se tornaron sonoros después, pitos en el amistoso de Holanda con el Bayern, en el cual Arjen se vistió de oranje.
Afellay, por su parte, se presenta como el máximo candidato a ocupar ese apartado del carril izquierdo. Su gran “pretemporada” con Holanda le acercan a la titularidad ante Dinamarca a pesar de la poca participación con el Barcelona y de su lesión de larga duración. Pero dos nombres asoman por la puerta del seleccionador holandés, cada uno más diferente al anterior. Van der Vaart otorgaría más -si cabe- juego interior a su equipo, necesitado de las continuas ayudas de Sneijder debido a la horizontalidad de la rocosa e inocua pareja de mediocentros: Van Bommel y De Jong, pero provocaría una superpoblación en la zona de la mediapunta. Por último, algo que suena intrincado debido a la dificultad de su realización, sería la alineación de Huntelaar, la cual desplazaría a Van Persie a la banda. Pero el delantero es poco receptivo con ello y su importancia en el equipo puede provocar la eliminación de dicha opción. El delantero gunner, ducho en el gol, puede propiciar la suplencia del máximo goleador de la Bundesliga.
Pero además de tener que manejar a un Robben tocado, de componer una alineación capaz de pugnar y competir por la Eurocopa, Van Marwijk debe asumir un papel trascendental en una Holanda que ha sufrido un cambio paulatino a lo largo de los últimos años. Una metamorfosis que ha antepuesto el ganar al jugar bonito. La Naranja Mecánica queda lejos ya y ahora el vil reflejo de la patada de De Jong a Xabi Alonso es el máximo paradigma holandés para unos, dejando a un lado y olvidándose de, por ejemplo, las bonitas pinceladas de Sneijder.
* Carlos Jiménez Barragán es periodista. En Twitter: @CarlosJimenez_B
– Fotos: Laurent Gillieron (EFE)
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal