El ciclismo tiene un problema con el dopaje. Queda demostrado con la multitud de casos positivos y las operaciones de investigación que han descubierto algunas tramas organizadas.
El dopaje tiene un problema con el ciclismo porque con sus deficiencias (que las hay, y muchas) ningún otro deporte lucha tanto contra esta lacra: calidad y cantidad de análisis, sistemas de detección (sangre, orina, pasaporte biológico…), controles durante la competición y fuera de la misma, y política de sanciones. De otra forma hubiera sido imposible detectar a tanto infractor y de tanto nivel.
La investigación de la USADA sobre el dopaje sistemático en el equipo estadounidense del US Postal (cuyas decisiones y sanciones han sido ratificadas por la UCI) es el penúltimo escándalo que pone en entredicho el palmarés ciclista de los últimos 15 años y en especial el de las 3 Grandes Vueltas por etapas.
Para analizar la incidencia del dopaje en Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España he establecido 3 condiciones:
Han pasado 15 años, tiempo durante el cual se han disputado 45 Grandes Vueltas por etapas. 66 corredores diferentes han ocupado alguno de los 135 puestos del cajón y 26 ciclistas distintos han vencido alguna de las 3 carreras.
48,5%: 32 de los 66 ciclistas distintos que han ocupado alguna vez una plaza del podio en los 15 últimos años han sido sancionados por dopaje.
En el Giro: 37,5% (12 de 32)
En el Tour: 50% (12 de 24)
En la Vuelta: 40% (12 de 30)
54,1%: 73 de las 135 plazas analizadas están afectadas por el dopaje.
En el Giro: 55,6% (25 de 45)
En el Tour: 57,8% (26 de 45)
En la Vuelta: 48,9% (22 de 45)
Respecto a la primera plaza, el porcentaje se eleva hasta el 66,7%, ya que de las 45 victorias, 30 fueron conseguidas por corredores sancionados.
Exactamente la mitad de los ganadores de Grandes Vueltas han sido alguna vez sancionados: 13 de 26. En estos 15 años solamente 2 ciclistas han conseguido varias Grandes Vueltas: Contador (las 3) y Pantini (Giro y Tour).
En el Giro: 6 (Pantani, Garzelli, Simoni, Basso, di Luca y Contador)
En el Tour: 4 (Pantani, Armstrong, Landis y Contador)
En la Vuelta: 6 (Ullrich, Heras, Aitor González, Vinokourov, Contador y Valverde)
5, de un total de 45, el 11,1%. Y como entre esas cinco se incluyen 3 de las 4 últimas, el porcentaje en las 41 primeras Grandes Vueltas estimadas se reduce a un ínfimo 4,9% (2 de 41).
En el Giro: 1 (2012: Hesjedal, Rodríguez, de Gendt)
En el Tour: 1 (2012: Wiggins, Froome, Nibali)
En la Vuelta: 3 (1998: Olano, Escartín, Jiménez; 2007: Menchov, Sastre, Samuel Sánchez; 2011: Cobo, Froome, Wiggins)
Todos muy recientes: Vuelta’2011, Giro’2012 y Tour’2012
En el Giro: 1997 (Gotti, Tonkov, Guerini)
En el Tour: 1993 (Indurain, Rominger, Jaskula)
En la Vuelta: 1998 (Olano, Escartín, Jiménez)
Esta situación se ha producido 6 veces repartidas equitativamente entre las 3 Grandes.
En el Giro: 2000 (Garzelli, Casagrande, Simoni) y 2006 (Basso, Gutiérrez, Simoni)
En el Tour: 2003 (Armstrong, Ullrich, Vinokourov) y 2005 (Armstrong, Basso, Ullrich)
En la Vuelta: 2003 (Heras, Nozal, Valverde) y 2006 (Vinokourov, Valverde, Kashechkin)
26. Entre el Giro’1999 y el Tour’2007 (ambos incluidos) todos los podios de las Grandes Vueltas tuvieron presencia de corredores sancionados.
3: desde la Vuelta’2011 hasta el Tour’2012. Para encontrar algo similar hay que retroceder 20 años ya que entre el Tour’1991 y el Tour’1992 (la Vuelta a España por entonces abría la temporada de Grandes) ninguno caso de dopaje afectó a los componentes del podio.
* David Fernández es Estadístico.
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– Fotos: AFP
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