"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
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Unos 6.400 kilómetros separarán su vida y su familia de su pasión futbolística. Más de once horas de vuelo entre Terrassa y Búfalo. El camino de la vida ha llevado a Vicky Losada a tomar la decisión más importante y difícil de su vida. El avión del New York Flash solo pasa una vez por la comarca del Vallès y la centrocampista catalana ha decidido subirse y marchar a la mejor liga del mundo. “Era una oportunidad única, no podía dejarla pasar”, ha confesado. El Barça y el fútbol femenino español ven que otro talento decide irse de un país que continúa con la mayoría de sus deportistas viviendo en la clandestinidad.
Todo se ha desarrollado en dos semanas, lo que tardó Pedro Martínez Losa, segundo entrenador del New York Flash, en contactar directamente con Vicky. “Pedro me llamó y tuvimos un contacto vía Skype. Y todo fue muy rápido. Lo decidí en nada”.
Su decisión fue acogida con pena dentro de un vestuario que pierde a su referente y capitana. “Xavi (Llorens) me dijo que si había hecho algo mal conmigo, pero nunca me ha dado problemas, lo aceptó muy bien, sabía que era una oportunidad única”, explica. Lo mismo que sucedió con el actual vicepresidente deportivo y antiguo responsable del fútbol formativo, Jordi Mestre, que “en todo momento lo comprendió” y entendió su marcha del club.
Al motor del Barça se le nota triste cuando habla de sus compañeras: “Las echaré mucho de menos, dejo un vestuario único y unas amigas impresionantes” que apoyaron en todo momento su salida. “He recibido muchos mensajes por parte de ellas, son increíbles”. Todo lo contrario sucedió en casa, donde no hubo la misma felicidad. “Cuando dije a mis padres que marchaba, me miraron muy sorprendidos. Ellos no saben mucho sobre qué ligas están mejor, y sobre todo mi madre lo ha pasado muy mal. Pero han visto que esto va en serio, saben que es mi sueño y su apoyo es vital. Es la parte más importante de mi vida que se queda en esta travesía”.
Vicky Losada tiene muy claro que no se va por dinero y por tanto no le importa que se diga deja el Barça por temas económicos. “El salario que recibiré será muy parecido, pero sí cambia que allí seré profesional. Me dedicaré plenamente a este deporte”. Aquí ninguna jugadora recibe nada por derechos de imagen, cosa totalmente diferente de lo que ocurre en EE. UU. “Mucha parte de lo que se gana es por el patrocinio que puedas recibir de una marca publicitaria. Es totalmente diferente”, confiesa la egarense.
La marcha inmediata está condicionada porque allí se encuentra de pretemporada en estos momentos: “Cuando llegue llevarán una semana de entrenamientos. El primer partido de liga es el 13 de abril”. Vicky Losada se va justo antes del enfrentamiento en Champions contra el Wolfsburgo, actual campeón de Europa. “No es fácil salir cuando viene el partido más importante del mundo, pero es lo mejor para mí, porque allí se entrena ocho veces por semana y se juega hasta dos y tres partidos en siete días”. Unos métodos totalmente diferentes que hacen que la capitana blaugrana viaje el 17 de marzo hacia EE. UU. “Mi cuerpo no está acostumbrado a este nivel físico. Es llegar ya para entrar en la dinámica del conjunto porque si no, será imposible”, cuenta.
Toda esta situación también supondrá un cambio cultural en su vida. “Me he centrado en el inglés, para llegar con cierto nivel. Esta oportunidad de estar allí hará que mejore mucho el nivel de un idioma vital en el mundo”.
La llegada al New York Flash hará que comparta vestuario con una ganadora del Balón de Oro, Abby Wambach, de la que dice que es “un orgullo jugar con una futbolista así” y que ya ha dado la bienvenida en Twitter a Vicky Losada: “Tanto ella como Carli Lloyd me han felicitado”. Además, tendrá como compañera a Adriana Martín: “No he podido hablar con ella, pero estoy deseando llegar y verla. Será mi gran ayuda”.
@alexsahlen2 @losada_vicky @WNYFlash welcome aboard.
— Abby Wambach (@AbbyWambach) February 27, 2014
Sobre su salida, y si afectará a sus concentraciones con la selección, la centrocampista aún no sabe qué sucederá. “No he hablado con Quereda desde que se conoció esta noticia. No sé nada de este asunto. No he recibido ninguna llamada de él. El lunes tenemos unos entrenamientos y decidiré con él qué pasará y si me llamará o no, pero de momento no tengo ninguna noticia sobre cuántos días tendría para viajar y concentrarme”.
Solo hace seis días desde el fichaje de Vicky por el New York Flash y ya ha recibido la llamada de quince medios de comunicación. “Intento estar un poco al margen de todo, quiero estar centrada en el Barça estos días porque viene un final de marzo durísimo para las compañeras y tengo que seguir ayudando”. El ajetreo de entrevistas lo lleva bien: “Siempre es bonito que te llamen, al final sigues sumando a este deporte”. Con Jordi Ballat, alcalde de Terrassa, ha coincidido en uno de sus últimos actos estos días. “Me ha felicitado y me ha apoyado”, manifiesta Vicky.
Su salida del Barça solo es un punto y seguido, porque si vuelve a España tiene clarísimo dónde jugará. “Lo haré aquí, no me iré a ningún otro club”. La opción se puede dar, ya que la liga americana acaba el 31 de agosto y Vicky afirma que le gustaría jugar en la media temporada que queda de septiembre a marzo. La vallesana ha firmado por el club norteamericano por dos temporadas, hasta agosto de 2015.
El paro bajará y Lagarde pedirá que se siga ahondando en la reforma laboral, pero los grandes talentos siguen saliendo de este país. Lo que aquí no da el fútbol femenino hay que buscarlo fuera, aunque sea a 6.400 kilómetros. Todos perdemos con esta fuga de jóvenes. En diez días, al equipo catalán se le va su capitana, su referente, su técnica, su cabeza. El 17 de marzo, el Barça pierde su cerebro.
* Fran Moreno es periodista.
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