La fuerza etíope contra la experiencia keniana

por el 3 agosto, 2012 • 17:12

Este próximo domingo, 5 de agosto, pasado el ecuador de los Juegos de Londres y con el atletismo en marcha, se disputará el maratón en categoría femenina, con una nueva representación del duelo Kenia-Etiopía, aunque en realidad será más bien una  revancha, ya que las kenianas firmaron una espectacular actuación en Daegu, oro y plata, y las medallistas repiten en Londres 2012. Las etíopes, sin embargo, han hecho los deberes con grandes marcas en esta pasada primavera. Será un nuevo duelo sobre el asfalto.

Pero comencemos por el principio. El horario, extraño para una maratón, (las 11 de la mañana, 12 en la España peninsular) parece que obligado por las presiones de los responsable de televisión de los Estados Unidos y Japón. Desde luego, con las predicciones del clima para esos días, no parece que vaya a ser un problema: unos 20º al inicio de la prueba con cielo bastante cubierto y algo de lluvia y viento.

Respecto al circuito, ya se publicó su trazado hace más de un año y no se modificó tras la prueba test que se realizó el 30 de mayo de 2011. Un circuito sinuoso por la zona céntrica de la city con salida y llegada junto a Hyde Park y el palacio de Buckingham. La prueba se disputará con cuatro pasos por meta: el primero, tras realizar un primer bucle de unos tres kilómetros alrededor de Hyde Park para después enlazar tres vueltas de unos 12 kilómetros (8 millas) que llevarán a los atletas, tras un par de kilómetros paralelos al Támesis, hasta el “meollo” céntrico de Londres para volver en cada vuelta a la zona de meta. Los 6 km de la zona centro son un continuo enlazar de curvas y calles que ofrecerán oportunidad de escapadas, complicarán correr en gran grupo y dificultarán el control de las distancias entre atletas cuando dejen de verse. Este hándicap, que hace pensar en que los ritmos se resentirán, ayudará por otro lado con una gran presencia de público, a pesar de las ausencias de última hora como la de la heroína local Paula Radcliffe.

Pero vamos con la previa a la prueba del maratón femenino en el que intentaré utilizar los criterios que suelo utilizar cuanto analizo las pruebas de campeonato en las que he participado.

Para comenzar, para los profanos, algunas apreciaciones sobre la prueba del maratón respecto a otras pruebas de fondo que se disputarán durante los Juegos Olímpicos. Los maratonianos, antes de luchar por los puestos, deben vencer a la distancia. Un error en la estrategia de ritmo o un cambio demasiado fuerte o demasiado lejano no sólo nos pueden apartar de nuestro resultado ideal, como en las pruebas de la pista, sino que nos pueden dejar fuera de juego sin poder finalizar la prueba. Excepto para algún privilegiado, hay que saber anteponer la lucha por finalizar la prueba y realizar la mejor carrera posible, con el control y cambio de ritmo de los contrarios.

Otro punto importante es el que pueda jugar el tiempo y el circuito. Como hemos dicho, en el caso de Londres, salvo cambios de última hora, las condiciones van a ser muy buenas en cuanto a temperatura, aunque llueva, lo que puede afectar, si acaso, a mayores posibilidades de caídas. El circuito, aunque con muchas curvas, no tiene grandes desniveles, por lo que si se mantienen las actuales condiciones los ritmos pueden ser muy altos, aunque si los primeros kilómetros nadie lanza el ritmo quizás no veamos marcas tipo maratón comercial, pero habrá que estar atentos a los últimos parciales, que pueden ser terribles. Por último, mi apreciación personal: en pruebas comerciales solo nos fijamos en los primeros, no en el reguero de “cadáveres” atléticos que ceden a los brutales ritmos de la cabeza. En las pruebas de campeonato suele pasar algo similar. Para mí, de los grupos de favoritos en cada lucha, la mitad sucumbirán y de los que sobrevivan a la quema de la propia distancia pocos lucharán por un resultado al que aspiran por sus marcas. Esto se endurece con condiciones difíciles como pasó en Daegu o Barcelona.

Y ahora el análisis por partes:

LA LUCHA POR EL ORO

Desde mi punto de vista, y con las marcas y actuaciones de este último año sobre la mesa, la lucha por el oro es cuestión del cuerno de África. Kenianas (Jeptoo, Kibet y Kiplagat)  y etíopes (Gelana, Mergia y Dibaba) deben ser las que se repartan esta presea dorada y quizás me inclinaría más por las kenianas por su experiencia en este tipo de campeonatos. Solo hay que recordar la exhibición del pasado año en Daegu. Las etíopes han roto el crono esta primavera, pero son más novatas en la distancia y más inexpertas: alguna no tiene ninguna experiencia en una prueba de campeonato, como Gelana, vencedora en Rotterdam con 2h18:58.

La única sorpresa podría venir de alguna de las chinas, sobre todo Wang, o de la rusa Shobukhova, pero como he dicho, sería una sorpresa verlas pelear por el oro en los kilómetros finales.

Respecto a la estrategia, creo que las etíopes no darán la cara hasta la parte definitiva de la prueba, por lo que deberán ser las kenianas o atletas que quieran seleccionar de cara a las medallas las que lancen la prueba. Desde luego, si las condiciones son buenas y no llueve a cántaros, se puede ver una carrera a ritmos rápidos desde el principio. Como he comentado, si la prueba es lenta en los 10-20 primeros kilómetros, ritmos por debajo ligeramente de 2h30, la parte final será de infarto.

PELEA POR LAS MEDALLAS

Puede parecer escasa la diferencia, pero existe. Salir en una prueba de maratón con el objetivo de la medalla de oro o de cazar una medalla puede suponer una diferencia importante, sobre todo para atletas de las que no hemos hablado anteriormente. Del grupo anterior, está claro que pueden salir el resto de medallas, pero una atleta del nivel de marcas alrededor de 2h23 realizando una carrera inteligente con el objetivo de hacer medalla, no de ganar, puede cazarla.

En este grupo incluiría a la que ya es baja oficial, la inglesa Radcliffe, pero hay un nutrido grupo de las que no debemos sorprendernos que estén en el grupo de cabeza hasta bien avanzada la prueba si no hay cambios de ritmo demenciales.

Las chinas Wang, Zhou y Zhu, la sueca Andersson, las rusa Shobukhova y Mayorova, la holandesa Lornah Kiplagat, las japonesas Shigetomo y Ozaki, la alemana Mikitenko o la inglesa, aunque con residencia en Japón, Yamauchi, y, quizás, la sorpresa italiana Valeria Straneo.

Otro de los hándicaps de la maratón es que todas han realizado su última prueba hace varios meses, sino un año, y por tanto no tenemos referencias de su estado de forma, de cómo se ha desarrollado su preparación, y es difícil dar un pronóstico pues las lesiones, molestias y problemas físicos siempre acechan en una dura preparación de maratón.

LOS DIPLOMAS OLÍMPICOS

El siguiente escalón. Aquí hablamos de un tercer grupo de atletas que, sobre el papel, no tendrían opciones de pelear por puestos entre los 10-12 primeros. Sin embargo, dadas las características de un maratón, si realizan la carrera de su vida y son capaces de aprovechar las circunstancias de la prueba a su favor, optimizando su esfuerzo al máximo y corriendo a ritmo, pueden llegar a puestos de diploma olímpico. Serán las atletas que primero desaparezcan del grupo de cabeza con los primeros escarceos serios, pero que podrán resurgir en los últimos 5-10km remontando posiciones al haber conseguido regular el ritmo mucho más que el grupo de cabeza que acaba pagando los excesos.

Aquí quizás podríamos incluir a la española Alessandra Aguilar, si llega en un estado de forma óptimo, pero habrá otras muchas sobre las que habrá que tener puesto el ojo, como las americanas Flanagan, Dávila y Goucher, la ucraniana Gamera-Shmyrko, la rusa Petrova, el equipo portugués con Jessica Augusto, Marisa Barros y Dulce Félix, la neozelandesa Smith, otra de las japonesas, Kizaki, dos italianas Incerti y Console, la argelina Ait Salem o la australiana Benita Willis.

Y LAS ESPAÑOLAS

Como he comentado en el párrafo anterior, por historial y experiencia, Alessandra Aguilar, 38ª marca personal de las participantes, debería ser el puntal del equipo español. Está claro que el positivo por un estimulante ha ensuciado su imagen y ha afectado a lo que hubiera sido su temporada normal de preparación de los Juegos Olímpicos, con poca competición, por lo que no sabemos si llega al 100 % a Londres. Su objetivo es estar entre las 15 primeras, para lo que debería correr por debajo de los 2h30m en Londres. Recordemos que en el historial de participaciones españolas, solo Rocío Ríos (6ª en el europeo de Budapest 1998 con 2h29:53) y Beatriz Ros (13ª en los mundiales de París en 2003 con 2h29:25) han roto esa barrera en competición. La frescura de no haber corrido una maratón desde el mes de noviembre en Nueva York le puede dar un plus de energía. Antonio Serrano, el de la Solana, el primer español en romper la barrera de las 2h10 en maratón, guía sus pasos y entrenamientos.

Vanessa Veiga, con la 68ª marca de las participantes, tras su vuelta a la alta competición, ha irrumpido en la ruta por la puerta grande. Campeona nacional de media maratón y de maratón con un debut en 2h32 y con, según sus palabras, mucho margen de mejora. Puede dar una sorpresa en Londres. Esperemos que regule y acote bien sus objetivos a su estado de forma y pueda luchar por estar cerca de los diplomas. Vanessa ha vuelto para continuar la estela de su marido, Julio Rey, en la maratón: mismo entrenador, su suegro, y mismo club y patrocinador, Adidas.

Elena Espeso, la madrileña, con la marca 58ª de las participantes. Madre coraje de nuestra maratón, una semiprofesional que a sus treinta y muchos años ha conseguido el nivel para disputar unos Juegos Olímpicos gracias a la marca de 2h30:52 que consiguió en la maratón de Barcelona el pasado mes de marzo. Su objetivo: rendir al mejor nivel, hacer su carrera y exprimirse al máximo en una distancia en la que tampoco es una experta pero que su experiencia de muchos años disputando pruebas en ruta, suplirán con creces. Antonio Postigo es su entrenador.

Para acabar con la exposición sobre las atletas españolas, varios datos. España no tuvo participación en la prueba hasta Atlanta’96, por lo que en Londres’12 serán los quintos Juegos con presencia española en la maratón femenina. El mejor puesto fue de la asturiana Rocío Ríos en Atlanta’96, con un grandísimo 5º puesto y un tiempo de 2h30:50. El siguiente resultado es un puesto 14º de Mónica Pont, también en Atlanta. Esos dos resultados son los únicos entre las 20 primeras posiciones.

Más información sobre la participación de españolas en competiciones internacionales de maratón.

 

* Pablo Villalobos es campeón de España 2011 de maratón y 5º en el Europeo de Barcelona 2010. En Twitter: @VillalobosPablo En la web: pablovillalobos.com

– Fotos: Reuters




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