Sobre el césped del estadio de Fortaleza no se jugaba solo una eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Mundo de Brasil. Era más, mucho más. Era la batalla de la selección del jugador de moda, codiciado por la Europa futbolística más poderosa, James Rodríguez, contra el organizador, la todopoderosa Brasil liderada por Neymar Junior. El partido fue intenso. Ambos equipos se empleaban con virilidad y el contacto era continuo. Scolari había avisado de que Neymar estaba en el punto de mira de los tipos duros de todas las selecciones.
El ’10’ de Brasil parece un tipo frágil, enjuto, pero con un cambio de ritmo vertiginoso y una habilidad susceptible de ser cortada al cero por algún central aguerrido. Y eso es lo que debieron pensar los espectadores cuando Zúñiga, en el minuto ochenta y tantos, saltó con la rodilla izquierda flexionada, golpeando la zona lumbar de Neymar, estando este de espaldas al defensa, presto a controlar un balón. De sobra son conocidas las actuaciones del brasileño en otras circunstancias, así como su habilidad para sufrir caídas en las áreas enemigas sin que hayan contactos que los justifiquen. Pero esta vez no, esta vez los gestos eran de verdad. Neymar se retorcía presa de un dolor como el que solo una fractura puede provocar. No podía seguir. La intensidad de la sintomatología a buen seguro hizo pensar a los galenos de la selección brasileña que precisaba de algún estudio complementario urgente para determinar el alcance de la lesión.
Neymar fue evacuado a un hospital donde se le hizo la prueba más sensible que hay para detectar lesiones óseas a nivel de columna o de tórax: un TAC. El diagnóstico se confirmaba: fractura vertebral de L3. Ajeno a todo, el seleccionador Scolari decía en sala de prensa que el dolor era importante, que iba a ser difícil recuperar al habilidoso delantero para jugar las semifinales. Y tanto. El tiempo de recuperación estimado es entre cuatro y seis semanas. Se despide del Mundial y de la pretemporada del Barca.
De todos los traumatismos que afectan a la columna y que provocan una fractura, en el 46 % de los casos la afectada es una vértebra lumbar. De las fracturas, únicamente el 7 % puede provocar lesiones neurológicas y solamente 4 de cada 100 fracturas en la columna pueden provocar la muerte.
Sin embargo, fracturar una vértebra en una persona sana es harto difícil. La columna vertebral cumple dos funciones básicas: una es la estabilidad biomecánica que nos permite permanecer erguidos y poder hacer tareas con las manos; la otra, proteger la médulas y estructuras nerviosas responsables de la sensibilidad, fuerza e inervación de vísceras.
Hay varias regiones vertebrales en la columna: la cervical, formada por 7 vértebras; la dorsal, con 12; y la lumbar, con 5. Cada vértebra está formada por un cuerpo vertebral que es separado de las vértebras superiores e inferiores mediante discos, y por las apófisis espinosas y tranversas, encargadas de la estabilidad de la columna. Entre la parte anterior de la vértebra, que está formada por el cuerpo y la posterior por estas apófisis, se sitúa un orificio llamado canal medular. Es el espacio por donde discurre la médula espinal y también la zona más segura de toda la columna vertebral.
Todas esas estructuras óseas están revestidas de unos potentes ligamentos que actúan como una funda, envolviendo los cuerpos vertebrales (ligamentos longitudinales) y otros que conectan las partes más posteriores de las vértebras (interespinoso, intertransverso). Estos ligamentos son los que sujetan las vértebras cuando hacemos flexión hacia delante y extensión del tronco hacia atrás. Por si esto fuera poco, el ser humano cuenta con unas estructuras musculares realmente potentes que rodean el tronco a modo de faja, constituyendo la primera capa de la armadura: los oblicuos y transversos, junto al cuadrado lumbar. Si a eso se le añade que un deportista como Neymar realiza como parte de su preparación física un trabajo específico de fortalecimiento de toda esa musculatura, se podría decir que su columna está muy protegida. Hasta cierto punto.
Hay diferentes modos en los que una vértebra se puede fracturar:
Aún no ha trascendido el tipo de fractura exacta que ha tenido Neymar, pero viendo el tipo de traumatismo (contusión directa en la región lumbar y paravertebral izquierda), arqueo de la columna hacia delante como consecuencia de la energía de atrás hacia delante, diría que se ha podido provocar una fractura por distracción sin afectación neurológica y/o la fractura de alguna de las estructuras menores de la columna como puede ser una apófisis transversa. Esta es una estructura que se sitúa a ambos lados de cada cuerpo vertebral, a modo de las alas de un avión, y sirve para estabilizar las vértebra sobre todo en lo relacionado con los giros.
Se ha comentado desde el cuerpo técnico de la selección de Brasil que hoy se le iban a realizar más pruebas. Lo normal es que se realice una resonancia magnética de la columna lumbar. El motivo es valorar las partes blandas que rodean y envuelven la columna. El TAC es una prueba para despistaje de lesiones óseas, pero no es tan sensible y específica como la resonancia a la hora de valorar la presencia de un hematoma producto de la fractura, una contusión medular o una lesión de los ligamentos principales que pudieran provocar una inestabilidad y supusieran una columna dolorosa o que precisara una cirugía en un segundo tiempo.
La recuperación se estima entre cuatro y seis semanas, lo que indica una gravedad menor. La base será el reposo absoluto que se convertirá en relativo durante las primeras dos o tres semanas. El trabajo en agua va a ser importante por dos motivos: por poder comenzar a caminar en este medio sin miedo a sobrecargar las estructuras dañadas y porque se puede comenzar el trabajo de tonificación de la musculatura abdominal y paravertebral.
Secuelas, aparte del dolor por haberse perdido el Mundial, su Mundial, ninguna.
* Antonio Ríos Luna es traumatólogo, maratoniano y autor del libro “Del sillón a la maratón”.
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