Obviamente, dejar de mirar la estatura al fichar a jugadores para las categorías inferiores es uno de los mayores aciertos de la historia del Barça. Pero ello no es condición sine qua non para que la defensa del balón parado sea una debilidad tan extraordinaria que prácticamente cualquier córner o falta lateral se convierta en una oportunidad contra el Barça. Y eso es un déficit tan grande que es imposible que no derive en resultados adversos en partidos decisivos. Por ejemplo, en el Clásico en que se decidió la última Liga, el gol de Khedira provocó seguramente que el Barça perdiera el partido. O, como mínimo, que se redujeran drásticamente sus opciones de victoria.
Al contrario de lo que se piensa, este no era un punto débil del Pep Team. Al menos, no hasta su último año y parte del anterior. Es muy interesante rescatar en este punto lo que contestó Ferguson antes de la final de la Champions cuando se le preguntó por la supuesta debilidad del Barcelona en el juego aéreo: «El Barça no es débil en esta faceta. Tiene a jugadores como Piqué, Busquets, Puyol o Abidal que van muy bien por arriba». Así pues, hagamos memoria y veamos si el Barça era débil en este aspecto:
2008-2009. Titulares (siempre al margen del portero) que superaban el 1’78 m: los 2 centrales (Márquez y/o Piqué y/o Puyol), Abidal, el mediocentro (Touré o Busquets) y dos delanteros (Eto’o y Henry). Más el jugador número 14: Keita. Es decir: en una alineación normal había 6 o 7 jugadores altos.
2009-2010: Titulares que superaban el 1’78 m: Piqué, Puyol, Abidal, el mediocentro (Touré o Busquets) y un delantero (Ibrahimovic). Más el jugador número 12: Keita. Es decir, en una alineación normal había 5 o 6 jugadores altos.
2010-2011: Titulares que superaban el 1’78 m: Piqué, su acompañante (Puyol o Abidal; Mascherano no jugó ahí hasta el final) y Busquets. Más el jugador número 12: Keita. Es decir, en una alineación normal había 3 o 4 jugadores altos.
2011-2012: Titulares que superaban el 1’78 m: uno de los centrales (Piqué o Puyol) y el mediocentro (Busquets o Keita). Es decir, en una alineación normal había 2 jugadores altos.
Manteniéndose en la actualidad la situación de la pasada temporada (con la única salvedad de que Song es la alternativa a Busquets), vemos cómo se ha pasado progresivamente de los 6 ó 7 titulares habituales altos a los 2. ¿Cómo ha sucedido? Al principio, sólo Alves, Xavi, Iniesta y Messi eran bajitos. Pero luego… ¿Había un delantero alto que supliera a Henry mejor que Pedro? No. ¿Mejoró el equipo sustancialmente con la presencia de Villa en detrimento de Ibrahimovic? Sí. ¿Mereció la pena que los sustitutos de Xavi e Iniesta pasaran a ser Cesc y Thiago en lugar de otro jugador perfil Keita? Sí. ¿Algún central alto habría superado el rendimiento de Mascherano (hasta la pasada temporada) como central CAM? No. ¿Habría sido mejor fichar a Bale que a Alba, pese a costar más del doble y ser su adaptación mucho más dudosa? ¿O a Filipe Luis, quien está muy lejos del nivel que le hizo estar a punto de fichar por el Barça en 2009? No.
Así, ha sido la propia idiosincrasia del juego del Barcelona la que le ha llevado a optar por jugadores bajitos que se adaptaran mejor a su modelo. Indudablemente, así ha sido. Pero, a base de fijarse sólo en que tuvieran perfil Barça el equipo se ha quedado únicamente con 2 titulares altos, lo cual es un déficit tan grande que ni la mejor organización zonal puede compensar. ¿Cómo se puede corregir? Dificilísima pregunta. Veamos:
Ataque. Ahora mismo, no se antoja necesario reemplazar a ninguno de los 6 atacantes, de los cuales sólo Cuenca y Tello son relativamente altos. Sin embargo, tampoco son especialistas en el juego aéreo ni nada hace pensar que vayan a dejar de tener un papel secundario a corto plazo. En cuanto a los otros 4, a Messi y Pedro les queda una vida en el Barça. En cuanto a Villa, su etapa se acerca a su fin más por edad que por rendimiento. Todo el mundo señalaría a Alexis, pero ahora mismo es un jugador clave, y lo será en mayor medida cuando encuentre una buena racha. Por otro lado, todo apunta a que el próximo en venir será Neymar, que tampoco destaca por su estatura. Además, no es que exista un jugador alto en el mercado que, con el actual estilo de juego, iguale el nivel de los que hay ni del que presumiblemente vendrá. Así, en principio, en los próximos años, ninguno de los delanteros del Barça será alto.
Mediocampo. La situación es clara: el mediocentro y su suplente son y serán altos; así como los interiores y sus suplentes, bajitos. Presumiblemente, sólo un centrocampista alto será titular en el Barça en los próximos años.
Defensa. En el lateral izquierdo, todo hace pensar que Jordi Alba será titular durante más de un lustro. Tampoco su sustituto, Adriano alias el suplente perfecto, es alto. En el centro de la zaga, Piqué, Bartra y Puyol sí lo son. No lo son Mascherano ni los laterales Montoya y Alves. Es decir: si juega un central alto, habrá 2 en el equipo; si juegan 2, serán 3. Tres seguramente sea el mínimo razonable con el que el Barça pueda conseguir una solidez aceptable en la defensa del balón parado, según muestra la experiencia. Y eso señala directamente a Mascherano. Pero este, pese a su mal inicio, fue el mejor central la pasada campaña. Es más, seguramente recupere ese nivel, por lo que es clave. Así, sólo veo una solución: cubrir la previsiblemente más temprana que tardía marcha de Alves con un jugador alto. No un lateral, sino un central. Y, de rebote, convertir al Jefesito en el nuevo Abidal diestro, aprovechando que ese lateral debe ser ahora el defensivo. Pese a ser los cuatro laterales bajitos, siempre jugarían dos centrales altos. Y, así, 3 jugadores en el equipo, mínimo indispensable.
Así de fino hay que hilar para encontrar una solución plausible a este grave déficit. Mientras tanto, como dice Tito, «a intentar atacar más y evitar que nos tiren córners». ¿Será suficiente?
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