"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
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España termina la primera fase con cinco goles a favor y ninguno en contra. Está en semifinales y su rival el próximo sábado será Noruega. Los números y el rendimiento son magníficos. Es momento de análisis.
La victoria por 3-0 ante Holanda llegó con un once diferente al considerado titular. Lopetegui decidió rotar en algunas posiciones, igual que hizo su homónimo holandés Pot. España y Holanda ya estaban clasificadas para semifinales antes de jugar, pero faltaba por decidir el primer puesto del grupo.
Durante los primeros veinte minutos ambos equipos buscaron posesiones largas, sin arriesgar en exceso. España jugó con un mediocentro defensivo como Camacho acompañado de Thiago en la creación, por delante Sarabia y Muniain ocuparon los costados dejando a Isco por detrás de Morata. El 4-2-3-1 habitual con otras caras.
El primer tramo del partido, en el que España buscó el menor sufrimiento posible, dio paso a la versión más vertical y directa de todo el torneo.
Holanda formó con su clásico 4-3-3 y varias novedades. En el centro del campo, Clasie, Fer y Vihena, los costados fueron para Jozefzoo y Depay y arriba Hoesen. Los centrocampistas holandeses tenían visión de juego y capacidad para tener el balón, pero sin la posesión demostraron facilidad para sufrir a su espalda.
Poco a poco España se fue haciendo con el mando. La pelota llegaba fácil a la línea de volantes, con mención especial para Sarabia, que arrancando desde la derecha hacia adentro se mostró como un peligro latente durante todo el primer acto. El dúo Carvajal-Sarabia parece una buena opción para cuando haya que agitar a los rivales.
Una recuperación de Thiago terminó en los pies de Isco, su pase al hueco lo interceptó Nuytinck, pero su despeje cayó a los pies de Sarabia, que sirvió en bandeja el primero a Morata. El delantero del Real Madrid firma sus actuaciones por goles en el torneo. La recuperación de Thiago fue su acción más decisiva en el partido. Debe buscar mejorar su relación entre lo que hace y la eficacia de sus acciones.
El gol asentó a España. Isco fue ganando protagonismo y Muniain centró su posición para ganar peso en el juego. Precisamente un gran pase del jugador del Athletic al espacio lo recogió el del Málaga, que tras un control orientado magnífico picó el balón ante Bizot con elegancia.
Holanda intentó lastimar a España cargando el juego sobre todo por la banda derecha, donde Jozefzoon se topó con un Nacho pletórico a la hora de corregir su posición y recuperar el balón como lateral izquierdo. La entrada de Illarramendi por Camacho al principio del segundo tiempo dio a España más recursos a la hora de alternar pase corto y largo. No tardó mucho en dejar a Álvaro Vázquez sólo mano a mano contra el portero.
Holanda llevó un poco más el peso del juego con el balón, lógico por su desventaja en el marcador, pero los contragolpes de España fueron más verticales y peligrosos aún. Lopetegui decidió reservar a Isco y dio entrada a Álvaro Vázquez, Morata se escoró a la izquierda y Muniain pasó a jugar por dentro.
España era más vertical que nunca en el torneo. Sarabia, Muniain y Morata iban siempre en la misma dirección, la de la portería de Bizot; por detrás, Illarramendi y Thiago tenían que sufrir algo más cuando Holanda tenía el balón.
Entró Adam Maher por Vihena y su selección lo notó. Maher juega más retrasado ahora que en sus inicios, pero su cambio de posición es un acierto, tiene visión de juego y un gran disparo.
A la victoria de España contribuyó decisivamente De Gea. En la segunda parte firmó dos intervenciones magníficas ante Depay y Maher en dos disparos lejanos. Y en el primer tiempo le sacó un mano a mano al central Van der Hoorn. Tres apariciones clave para comprender el resultado final.
A Sarabia le quedaba una muesca en el revólver y aún tuvo tiempo de combinar con Morata y servirle en bandeja el tercero a Álvaro Vázquez casi con el tiempo cumplido.
España ganó con justicia ofreciendo dos versiones, una más de control en el primer acto y otra más vertical y con tendencia a la contra en el segundo. Holanda demostró que tiene fútbol también con su versión B, pero viene acusando cierta fragilidad defensiva durante los tres encuentros.
Las cartas están sobre la mesa, el próximo sábado España y Noruega, por un lado, e Italia y Holanda, por el otro, lucharán por un puesto en la gran final.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Sportsfile
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