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Hubo un tiempo en el que en la selección española de fútbol se vestían de corto jugadores que habitualmente saltaban cada domingo al césped del ya inexistente Metropolitano o al Vicente Calderón. Uno, dos, tres, cuatro futbolistas con el escudo del Atlético de Madrid bordado al pecho defendían los colores de todo un país. La convocatoria de Juanfran, Mario Suárez, Koke y David Villa –finalmente fuera por lesión– nos hace, de manera casi instintiva, echar la vista atrás para recordar cuando en un partido internacional, los atléticos también se veían bien representados.
“¿Cuándo fue la última vez que seleccionaron a cuatro integrantes de la plantilla del Atlético de Madrid a la vez?’’. Es una de las preguntas más repetidas tras saberse la lista de Vicente del Bosque, que de no ser por temas burocráticos, hubiera incluido en la misma al hispanobrasileño Diego Costa, que mal lo tiene que hacer para no ser el delantero centro de España en Brasil. Bien, esa última ocasión de la que hablamos nos lleva al año 2006. En concreto al 9 de septiembre, frente a Irlanda del Norte. En aquel encuentro fueron convocados Fernando Torres, Pablo Ibáñez, Mariano Pernía y Antonio López. De aquellos, sólo el Niño continuó asistiendo de forma sistemática con la roja, pero jugando para Liverpool y Chelsea.
Desde esa fecha, el Atlético no aportaba tantos jugadores a la selección. El mal momento institucional y profesionalmente del equipo no ayudaba a ello. Por eso, desde la marcha del de Fuenlabrada rumbo a Anfield, los del Manzanares se quedaron escasos de representación en una selección que empezó a ganar todo, hasta que Juanfran Torres fue convocado por Del Bosque para la Eurocopa de Polonia y Ucrania el pasado año.
El buen momento del equipo entrenado por Diego Pablo Simeone, la forma de jugar y sobre todo de ganar han favorecido, qué duda cabe, que el Atleti vuelva a estar de moda. De los titulares rojiblancos seleccionables, sólo Gabi está pendiente de una llamada, Diego Costa al margen. Pero la competencia tan atroz en esa posición hace difícil su incorporación. Aunque Del Bosque no cierra puerta alguna.
Ellos son los últimos de una lista extensa. Desde el 18 de diciembre de 1921, día en el que Luis Olaso, Miguel Durán Pololo y Desiderio Fajardo debutaron con España, han vestido la camiseta roja mientras defendían la rojiblanca 82 internacionales más. De ellos, el que en más ocasiones ha disfrutado de ese privilegio ha sido, precisamente, Fernando José Torres Sanz, con 42.
En esa extensa lista hay nombres de la talla de Adolfo Suárez, Alfonso Aparicio, Adrián Escudero, Enrique Collar, Joaquín Peiró, Adelardo Rodríguez, José Armando Ufarte, Luis Aragonés –que ganaría la Eurocopa de 2008 como seleccionador–, José Eulogio Gárate, Javier Irureta, Juan Carlos Pedraza, Andoni Goikoetxea, Julio Salinas, Juan Carlos Arteche, Juan Vizcaíno, Abel Resino, Roberto Solozabal, Kiko Narváez y José Luis Pérez Caminero. Casi nada.
Especialmente importante fue la generación de los subcampeones de Europa y campeones del mundo a nivel de clubes del año 1974. Francisco Melo, José Luis Capón, Adelardo Rodríguez, Javier Irureta, José Ufarte, el ingeniero del área –don José Eulogio Gárate– y el autor de aquel gol histórico en el Estadio de Heysel (Bruselas). El que alzó los brazos antes que el balón conectase con la portería defendida por Sepp Maier. Luis Aragonés y tal. Un equipazo histórico. Leyenda de los más veteranos y recuerdos de oídas de los más jóvenes. Unos dicen que el Pupas nació allí. Otros, que eso nunca existió, que la suerte y la mala suerte son materias impregnadas en el ADN fútbol. Los terceros, los que creen que ese término quedó sepultado con la llegada de Simeone al banquillo.
Además, queda para el recuerdo de todos la primera Copa de Europa que la selección española consiguió en el Estadio Santiago Bernabéu en 1964 ante la Unión Soviética (2-1 Pereda, Marcelino y Khusainov). Allí, dos de los mejores defensas de la historia del club madrileño defendieron la camiseta española hasta proclamarse campeones: Feliciano Rivilla e Isacio Calleja. Historia viva y eterna del Atlético de Madrid.
Este nuevo triunfo de futbolistas pertenecientes al Vicente Calderón puede ser importante o quedarse en agua de borrajas. Las lesiones de algunos jugadores importantes han propiciado la llegada de alguno de ellos, pero es indudable que el trabajo les ha llevado adonde están. Quizás, el que más papeletas tiene de vestir de rojo en Brasil tras haber jugado para el Atlético es precisamente el que aún está ausente, Diego Costa. La participación de Mario Suárez, más debida a la baja de Xabi Alonso, puede acabar siendo circunstancial. Juanfran, que ha recuperado el nivel que le llevó hace un año a la Eurocopa y ha dejado atrás las dudas del pasado curso, se peleará con Azpilicueta –que está jugando poco en el Chelsea– por el puesto. David Villa, máximo goleador histórico de la selección, tendrá que mejorar su rendimiento si no quiere que gente como Negredo, Michu, Soldado o Torres le coman el terreno. Y Koke, a base de trabajo y en silencio, deberá no bajar el listón y esperar la decisión del seleccionador.
En sus manos está hacer historia como ya hicieron Rivilla e Isacio en 1964 o Juanfran en el 2012 y conseguir el más difícil todavía: que un atlético sea campeón del mundo. Sea como fuere, una cosa tenemos clara: España vuelve a teñirse de rojo y blanco.
* Imanol Echegaray García.
– Foto: José Jácome (EFE)
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