A semana y media para que la temporada 2013/14 de la Liga BBVA arranque, el Atlético de Madrid se va poniendo a tono para lo que está por llegar. Cierra la gira sudamericana con dos victorias y una derrota. Pero el balance va más allá de los resultados cosechados en Argentina, Perú y Uruguay. Con las piernas aún cargadas de la estancia en Los Ángeles de San Rafael, Simeone ha ido probando varios sistemas a lo largo de los cuatro encuentros que ya ha disputado el equipo. En la entrada de hoy, la atención se centrará en la línea defensiva. Ocho futbolistas para cuatro puestos. Porque a veces, el mejor ataque es una buena defensa.
El lateral derecho del Manzanares habla español. Dos internacionales en sus respectivas categorías lucharán por hacerse con un puesto que hace no tanto tiempo estaba desierto de un jugador de garantías, tanto en defensa como en ataque. Juanfran y Manquillo son los elegidos para esta posición.
El extremo reconvertido llegó de Osasuna hace dos temporadas y media. Fue Gregorio Manzano el que experimentó con él en una posición más retrasada debido a los problemas en defensa que sufría el equipo en aquellos momentos, pero fue el Cholo el que le dio la confianza necesaria para hacerle fuerte en un lugar nuevo para él. Tanto ganó el bueno de Juanfran que llegó a ser convocado por Vicente del Bosque para la Eurocopa del pasado año, en la que se proclamó campeón. En ataque ya se conocía el potencial del de Crevillente: buen manejo del balón, velocidad y descaro. En facetas más retrasadas, la duda se cernía sobre él. Sin ser el mejor en su puesto, para lo que pide Simeone a sus laterales cumple con superioridad las expectativas del entrenador.
Su compañero de marcha, Javier Manquillo, es el futuro del lateral derecho de la selección española junto a Carvajal. Su progresión ha ido siempre al alza desde que debutase el 8 de diciembre de 2011 en Copa del Rey ante el Albacete. Se ha afianzado como el suplente de Juanfran, por delante de un Silvio que ha tenido que buscarse una salida. Más seguro que su compañero en líneas defensivas, es más reservado a la hora de subir al ataque, aunque sus elecciones siempre son acertadas. Parte con desventaja a la hora de ser titular, pero ya la temporada pasada acabó a un nivel superior.
En la otra banda, dos grandes jugadores sudamericanos se partirán el pecho por lograr un sitio en el once de Simeone. Son Filipe Luis e Insúa. El brasileño se encuentra desde hace año y medio en un estado de forma cercano al que mostró en su mejor época en el Deportivo de La Coruña y le abrió las puertas de los mejores equipos del mundo hasta su grave lesión. Un todoterreno que sube y baja la banda todas las veces imaginables en un partido de fútbol más una extra. Defensor que ataca sin pudor y se junta con Arda Turan y Diego Costa para apurar la línea de fondo y sacar centros al área o abrir espacios para otros compañeros. El lateral perfecto para un equipo que ataca inclinado a la iquierda.
Su socio de demarcación, Emiliano Insúa, llegó el pasado mercado invernal al Atlético y apenas tuvo oportunidades de jugar. Sí las ha tenido esta pretemporada, ya al mismo nivel físico y táctico que sus compañeros. Un futbolista que ha jugado en Liverpool o Sporting de Portugal, serio y disciplinado, que se postula como un recambio de absolutas garantías para disputar la Copa del Rey y dar descanso a Filipe en partidos ligueros.
El centro de la zaga es para la pareja de centrales menos goleada de la pasada temporada. La comunión entre Joao Miranda y Diego Godín es perfecta. Se conocen de maravilla y se complementan a la perfección. El brasileño, goleador en la final ante el Real Madrid, ha disparado su rendimiento en el último año. Empezó por detrás de Perea y Domínguez y ha terminado siendo el jefe de la defensa rojiblanca. Seguro e imponente por arriba, rápido y contundente por abajo. Pero sobre todo seguro. Atrás quedan las pérdidas de balón que acostumbraban los colchoneros hace años. A la mínima dificultad en la presión del rival, Miranda responde con un patadón al delantero. Simple pero efectivo. Perder el balón a ochenta metros de tu portería siempre será mejor que perderlo a quince. La mayor virtud, conocer tus defectos. Su pareja, el uruguayo, arrebató la titularidad de Domínguez en la primera temporada de Simeone. Se hizo con un puesto que, desde entonces, no ha soltado. Más lento que Joao, pero con una salida de balón más clara, suele ser habitual verlo salir con el esférico controlado hasta el centro del campo para romper la línea de presión del adversario.
Como teóricos suplentes, dos nuevos fichajes. El padre y el hijo. Demichelis y Giménez. El argentino, exjugador del Málaga llega como tercer central. Un jugador fundamental en todas las plantillas. El más veterano de la defensa, que estará preparado para partidos más intrascendentes y para suplir percances de los titulares. Un mariscal que ha rechazado a River Plate por jugar un año en el Atlético de Simeone. A su lado, el central uruguayo subcampeón del Mundial Sub-20. Un futbolista con un potencial gigantesco que aprenderá al lado de la defensa menos goleada de la liga y de un central de la talla del ex del Bayern de Múnich.
Juanfran-Miranda-Godín-Filipe Luis y Manquillo-Demichelis-Giménez-Insúa. Los equipos se construyen desde atrás, y el nuevo Atlético tiene una retaguardia perfecta para poder fomentar un ataque más vistoso. Como una vez dijo Tucho Méndez, »no hay técnico en el mundo que pueda hacer un equipo ganador sin buenos jugadores», ni un entrenador capaz de generar una buena zaga sin unos buenos defensores. La muralla rojiblanca es alta y dura.
* Imanol Echegaray García.
– Fotos: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid) – EFE
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