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El pasado 31 de julio Pep Guardiola dijo: “Todavía no he decidido lo que voy a hacer, pero quiero hacer lo mejor por este club”.
Es el mismo criterio que utilizó siempre en el Barcelona, tanto como jugador como más tarde como entrenador. Un criterio que le aconsejó mucho tiempo atrás su amigo Evarist Murtra: “En caso de duda, decide a favor del club”. Murtra fue uno de los hombres clave del Barça para que en 2008 Pep se convirtiera en entrenador del club catalán a pesar de no contar con un gran curriculum como técnico.
Ahora bien: ¿Qué significa lo mejor para el club? ¿Qué significa en el caso de la renovación o no del contrato de Pep por el Bayern? Para la mentalidad de Guardiola, lo mejor siempre es dar un paso más, mejorar, progresar, hacer que el equipo juegue mejor y rinda mejor, ir más allá de los límites conseguidos. Pep toma su decisión de acuerdo con estos criterios. Si cree que en esta etapa de su carrera profesional ya ha dado lo mejor de sí mismo, que ha conseguido que el FC Bayern juegue como él pretende y que el conjunto de jugadores ha alcanzado una dinámica colectiva que él difícilmente podrá mejorar en futuras temporadas, en este caso cumplirá y completará su contrato de tres años y dejará Múnich en junio de 2016. Si cree que todavía está lejos de lograr estos techos personales y colectivos (que no consisten en ganar o no la Champions League) continuará otro período.
La cuestión principal en este asunto es que Guardiola es una persona de pensamientos sencillos, pero no convencionales. Como su juego. Si queremos describir el juego que practica su equipo empleamos términos sencillos: intención ofensiva, juego de pases, triangulaciones, búsqueda de superioridades y un etcétera muy largo que acaba constituyendo un complejo modelo de juego. Que sean conceptos sencillos no significa que sean convencionales. Al contrario: poca gente emplea este modelo de juego en el mundo del fútbol. Guardiola piensa igual que juega (o que juega su equipo): sencillo, pero no convencional.
Sencillo: decidir lo mejor para el club.
No convencional: una gran parte de las personas deseamos estar muchos años en nuestro puesto de trabajo. Guardiola solo desea estar muy intensamente en su trabajo.
Antes de que se conozca su decisión, paso a responder algunas cuestiones que plantea el redactor-jefe de Eurosport Alemania, Thomas Janz:
¿Cuánto tiempo ha empleado Pep para tomar su decisión? Seis meses: de julio a diciembre. El pasado verano tuvo una primera impresión de lo que debía hacer y ha ido madurándola durante este tiempo. Se ha reunido varias veces con los responsables del club, la última vez hace muy pocos días.
¿Qué personas son las más influyentes acerca de Pep? Su círculo íntimo no ha cambiado en los últimos veinticinco años. Su esposa Cristina, su hermano Pere, su amigo Manel Estiarte, su representante Josep Mª Orobitg y muy pocos más. Pero esta es una decisión eminentemente profesional y, en consecuencia, muy personal de Pep.
¿Qué factores han influido más en el proceso de decisión? ¿Perspectivas deportivas, cultura del país, familia, bienestar, dinero…? Toda decisión siempre está influida por numerosos factores, pero en este caso el dinero no es uno de ellos: desde 2011, Pep ha recibido varias ofertas económicamente inigualables. Desde que está en el Bayern ha recibido tres ofertas con cheques en blanco. Y las rechazó todas.
De los restantes factores, todos son influyentes pero el factor verdaderamente importante es otro: ¿Siente Pep que ha hecho su trabajo y que es un buen trabajo? Hacer un buen trabajo no significa ganar un título o perderlo, sino algo diferente: es conseguir que el equipo sienta, quiera y consiga jugar de una determinada manera. ¿Siente Pep que ha hecho este trabajo o no? La respuesta a esta pregunta es la clave de su decisión y no depende de un éxito mayor o menor en cuanto a trofeos.
¿Cómo actuó Pep en similares situaciones anteriores? En el FC Barcelona había firmado por dos temporadas y siempre renovó por un único año más hasta completar cuatro temporadas. Se marchó porque consideró que su ciclo de trabajo estaba hecho. No es posible comparar sus discretas relaciones de 2012 con los dirigentes del Barça con la profunda y estrecha cordialidad y cooperación que mantiene con Rummenigge, Hopfner, Sammer, Dreesen y otros dirigentes del Bayern.
¿Qué ha cambiado para mejor o para peor en el Bayern desde que el club alemán contactó con Pep en 2012? La mayor parte de los cambios ha supuesto una mejora respecto de una situación que ya era excelente. El Bayern ha ganado más títulos desde 2012, con lo que la afición se ha hecho más exigente. La plantilla de jugadores ha crecido y podemos decir que es mejor. El modelo de juego se acerca mucho al que Pep quería implantar: el juego de posición acompañado por las principales virtudes del fútbol alemán, formando una síntesis brillante. El club es más potente desde el punto de vista financiero y ha implantado nuevos avances en ámbitos como metodología de entrenamiento, nutrición, recuperación, análisis… Para Pep solo ha habido un ámbito negativo, que ha sido no poder trabajar codo con codo con Uli Hoeness más que los primeros cuatro meses, dado el especial cariño que siente por él.
Dentro de muy pocos días conoceremos la decisión.
– Foto: Imago
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