La copa vuelve a casa

por ENRIQUE DURAN el 3 julio, 2012 • 23:59

Al inicio de la Eurocopa, 15 selecciones partían con un objetivo que no era otro que conseguir el titulo de campeón de Europa, mientras que una única selección solo pensaba en mantener la corona conseguida hace 4 años. En la búsqueda del éxito conseguido en 2008 nos tocó comenzar el torneo contra Italia. Lo que nadie nos advirtió en ese momento es que nos iban a acompañar durante toda la competición.

El primer partido, en el que todo el mundo daba por hecho que la selección pasaría por encima de los azzurri, finalizó con empate, dejando Italia una gran sensación y planteándole un partido complicado a España, consiguiendo incluso adelantarse en el marcador. Di Natale no podía imaginarse en ese momento que nadie más iba a ser capaz de celebrar un gol en la portería defendida por Iker Casillas.

La euforia previa al inicio de la competición se convirtió en critica al finalizar el encuentro, pese al empate y la sensación de haberse podido llevar los tres puntos. Estas se centraron especialmente en la disposición táctica del equipo. Exigiendo la titularidad de un 9 que dotara al equipo de mayor potencial ofensivo.

POLÉMICA

Un plácido partido ante Irlanda fue el aperitivo para el encuentro en el que la selección se la jugaba ante Croacia. La polémica volvía a rodear al equipo nacional ya que desde Italia se dudaba de la profesionalidad de los jugadores españoles temiendo por un empate a dos que los dejara fuera del torneo.

El partido contra Croacia fue complicado y hasta los últimos minutos España no consiguió llevarse la victoria y asegurarse el pase como primera de grupo. El equipo no mostró su mejor cara y los croatas fueron un escollo difícil de superar, pero el combinado nacional demostró que para conseguir su objetivo no necesitaba pactar resultados para eliminar a terceros ya que no debía temer a ningún rival, mandando un mensaje al resto de selecciones.

TODO O NADA

Comenzaron los cuartos de final, en los que Francia nos esperaba, sin realizar un encuentro brillante. Bastó una acción magistral de Jordi Alba para que Xabi Alonso nos pusiera por delante en el marcador y acabar definitivamente con todos los fantasmas que nos acompañaban en esta ronda maldita.

El cansancio comenzaba a hacer mella en los internacionales y disponíamos de dos días menos de descanso que nuestro próximo rival, que no era otro que Portugal. Un partido físico es el que plantearon los lusos. Durante 90 minutos fue imposible reconocer a la Selección española, en parte, por el buen trabajo de los portugueses. Con el inicio de la prórroga el equipo resurgió para mostrar su mejor imagen a partir de un pequeño gran jugador llamado Andrés Iniesta. Pese a los esfuerzos, fue imposible romper la igualada y no quedaba otra que jugarse el pase a la final en los lanzamientos de penaltis.

Una selección acostumbrada a ganar sus partidos por el juego colectivo, veía como su suerte se debía decidir por el acierto individual de los lanzadores y del guardameta. La grandeza de este equipo reside en que la calidad individual de todos ellos la ponen al servicio del grupo pero cuando tienen que acudir a ella esta les acerca a la gloria. Y eso fue lo que sucedió en una emocionante tanda de penaltis que nos permitió avanzar a la final.

VENDETTA

Tres días antes de la final conocimos al rival al que nos tocaría enfrentarnos, que no sería otro que el equipo que tantos problemas nos causó en nuestro debut en el torneo. Durante los día previos se nos recordaba que España no había sido capaz de vencer a Italia en competición oficial en los últimos 90 años. Esta información solo consiguió que el equipo español encontrara un aliciente más para conseguir la victoria, por si no era suficiente con ser el primer equipo de la historia en conseguir consecutivamente Eurocopa – Mundial – Eurocopa.

Estadio Olímpico de Kiev. Los jugadores saltan al terreno de juego. En ese momento se puede observar como alguno de ellos no se atreven a mirar la copa, mientras que otros lo hacen de reojo conscientes de que al final del partido estará en sus brazos. Con el inicio del partido comienza la pesadilla de la selección vestida de azul; nadie les había advertido en los instantes previos del objetivo que cruzaba la mente de los internacionales españoles. Este no era otro que convertir cada minuto del partido en un homenaje al fútbol permitiéndoles vengar los 90 años que la Selección llevaba sin vencer a la italiana en competición oficial.

Los jugadores grandes se crecen ante envites importantes y esto es lo que sucedió, permitiendo a esta generación entrar en la historia y además por la puerta grande consiguiendo un resultado que acabó con todas las dudas surgidas en anteriores partidos.

El día después de la final, de camino a Johanesburgo, me paro en un semáforo donde me ofrecen la prensa del día. Una gran foto del equipo español celebrando el título me sorprende en la portada de uno de ellos, en ese momento el vendedor se me acerca y me dice: “La copa vuelve a casa”.

* Enrique Durán es Director Técnico de fútbol base de los Mamelodi Sundowns de Sudáfrica. Anteriormente fue Coordinador de la FCB Escola. En Twitter: e_duran_diaz

– Fotos: EFE – Reuters