"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Si uno ve por primera vez a Juan sacar la pelota desde atrás en la defensa, rematar de cabeza a balón parado o desplazar la bola a cuarenta metros con precisión, tan solo le restará preguntarse si sus cualidades defensivas estarán a la altura de las ofensivas. Si además ve cómo va de firme en el cuerpo a cuerpo, cómo disputa sin concesiones y su inteligente colocación en la línea defensiva, la respuesta se adivina fácilmente. Estamos ante un central de primer nivel para el fútbol profesional.
La pequeña villa marinera de Cedeira (La Coruña) cuenta con una gran tradición en el fútbol modesto y también de cantera. Allí dio Juan sus primeros toques al balón. Hijo de un matemático, nunca fue el primero de la clase en su equipo, había compañeros con más talento que él, hasta que el técnico también cedeirés Antonio López “Stili” advirtió en él madera de futbolista y terció para su incorporación al Racing C. Ferrol donde disputó cuatro temporadas desde cadete a juvenil. Su juego le llevó a destacar en el club, formar parte de la selección gallega sub18 en el campeonato de España y debutar con el primer equipo en Tercera división y Segunda B siendo aún juvenil. El Galicia de Mugardos, filial del Racing en la Preferente gallega, fue su destino en su último año como juvenil. Ahi Juan conoció el fútbol de verdad en una categoría muy dura para un futbolista tan joven. Contó de nuevo con el apoyo y la sabiduría de “Stili”, el técnico que sería clave en su progresión. En su primer año como senior los estudios (cursa Matemáticas) le llevaron a Santiago de Compostela, lo que no propició su continuidad en el club de Ferrol: “Ellos querían que siguiera, pero tengo que estar en Santiago para encauzar la carrera“.
El Arosa fue su destino durante esa temporada. En la Tercera gallega siguió forjando su carácter y su fútbol disputando la mayoría de encuentros con el equipo gallego. Ya en la temporada 2015-16 llegaría el fichaje que supuso su verdadero trampolín y donde Juan dio su primer impulso hacia el fútbol profesional. De nuevo “Stili” volvería a cruzarse en su camino; el técnico se hacía con las riendas del SD Somozas en el grupo I de la Segunda B y no dudaba a la hora de incorporarlo como integrante de la primera plantilla. Juan realizó una temporada completísima como titular en el centro de la zaga y junto al veterano Antonio López formó una pareja de centrales como no se recordaba por aquellos lares. Tanto que el Sporting, que ya le seguía de cerca, apostó por incorporarlo a su filial al inicio de la presente temporada. Realizó la pretemporada a las órdenes de Abelardo y ya dio muestras de que estaría a la altura si llegaba su oportunidad. Esta le llegaba en forma de titularidad en el mítico estadio de Los Cármenes ante el Granada CF. Lejos de arrugarse, Juan mostró oficio, jerarquía y lució sus mejores cualidades en la salida de balón y el juego aéreo, incorporándose con mucho peligro al ataque en las jugadas a balón parado.
Tras su debut el propio Abelardo manifestó: “Hemos ganado un central“.
Destaca por su gran fortaleza física y su capacidad para resolver duelos individuales incluso en campo abierto. A su estatura suma, con su figura siempre erguida y dominante, unos centímetros que sin serlo le dan mayor porte si cabe. De complexión fuerte y muy equilibrada, domina su cuerpo en la mayoría de movimientos tanto frontales como laterales. Todavía por ganar en velocidad, su capacidad de reacción y anticipación lo convierten en un seguro a la hora de replegar o rectificar errores tanto propios como del compañero. Acostumbrado a la disputa en las marcas con gente de más edad y veterana, no renuncia al cuerpo a cuerpo cuando de fijar la marca se trata y terminar por imponerse por físico y por carácter.
Es un futbolista muy bien dotado en este apartado. Diestro y de buen golpeo de balón, posee un gran desplazamiento en largo y la técnica suficiente para realizar envíos precisos en diagonal desde sus posiciones habituales hacia los compañeros más alejados. Pero si en algo destaca es por su salida de balón en conducción desde atrás, siempre con la cabeza erguida, lo que le permite un buen ángulo de visión para elegir la mejor opción o ser capaz de salvar líneas para filtrar pases a jugadores más avanzados. A nivel defensivo posee una gran capacidad para afrontar el uno contra uno sin perder la posición y ejerciendo presión sobre el rival. No va fácil al suelo, pero cuando lo hace es muy certero y contundente.
Destaca por su inteligencia sobre el campo y, como buen matemático, por su capacidad para entender y resolver los problemas que presente el juego.
Su hábitat natural en el fútbol base e incluso en su primer año como juvenil fue el mediocampo en la posición de pivote defensivo o mediocentro. Sin embargo, su evolución y sus cualidades para el fútbol profesional hicieron que se desenvuelva como pez en el agua en su actual posición de central derecho. Posee un gran visión marginal del juego defensivo y sus orientaciones corporales le permiten ubicarse casi siempre de la manera correcta. Cubre muy bien los espacios, anticipa y mantiene la linea defensiva como algo esencial en su juego. Le gusta incorporarse al remate en las jugadas a balón parado, lee y busca muy bien las zonas de remate. A pesar de haber conseguido muchos tantos de esta manera en categorías de base, la precisión en sus remates, sobre todo de cabeza, es una parcela por mejorar.
Es un jugador de gran madurez y frialdad, que le permite cada año progresar y ser cada vez mejor central. Destaca sobremanera a nivel emocional, capaz de asimilar y reaccionar ante estímulos cada vez más exigentes con total naturalidad. Gran capacidad para adaptarse a las demandas que solicite la competición. Demuestra en cada ocasión que se le presenta esa madurez y convencimiento de ser capaz de superar cualquier reto.
* Manel Díaz, con la colaboración de Antonio López “Stili”
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