Juan Bernat

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Juan Bernat

por ALEX ARGELES el 3 julio, 2014 • 17:51

Encontrar un lateral zurdo veloz e incisivo es una tarea complicada para cualquier dirección deportiva. Si es zurdo, aún más. Un perfil de jugador muy cotizado y habitual en las plantillas europeas con mayores aspiraciones: desde Alaba a Marcelo, pasando por Baines, Filipe Luis o Jordi Alba. El Valencia puede presumir en los últimos años de crear escuela en esta banda: extremos reformados en brillantes carrileros. Emery se inventó a Jordi Alba y con él debutó Bernat, criado en las categorías inferiores desde los 7 años. En la recamara espera Gayá, que con 18 años es la sensación de la cantera. Ha encontrado hueco en la sub-19 y podría mitigar una futura venta de Bernat.

Juan Bernat es oficialmente el nuevo Jordi Alba por ser pequeño, rápido y zurdo cerrado, pero el epíteto fijo que le ha caído encima se ajusta solo a medias a la realidad. Su paso por Mestalla podría ser incluso más efímero que el del catalán si no se cierra pronto la venta del club y se soluciona su situación contractual (acaba en junio de 2015 y su cláusula es de 20 millones). Otro paralelismo más con Alba, que se marchó a Barcelona por 12 millones cuando solo le quedaba un año de contrato. PD: el 7 de julio, el Bayern de Múnich fichó a Bernat.

FICHA TÉCNICA

Nombre completo: Juan Bernat Velasco
Nombre futbolístico: BERNAT
Fecha de nacimiento: 1/03/1993
Nacionalidad: Española
Altura: 1,72 m
Peso: 67 kg
Club: Bayern Múnich
Campeonato: Bundesliga

Ámbito físico

A pesar de ser un jugador pequeño y ligero, Bernat es muy compacto. Su morfología y un tren inferior imponente le convierten en un incordio constante cuando cierra la banda en carrera. Como le ocurre a Jordi Alba, su motor diésel y su sprint le permite corregir los desajustes tácticos que tiene cualquier extremo joven reconvertido en lateral. A diferencia del jugador del Barcelona, Bernat tiene una arrancada inicial más potente, es más duro cuando choca y más explosivo en los esfuerzos cortos. Más potencia en las piernas significa también quiebros más violentos y efectivos, más posibilidades para el desborde cuando se agota el campo y no es posible superar al rival con una carrera larga.

En los sprints largos, Bernat no tiene rival. El joven valenciano también brilla en los esfuerzos largos pegado a la cal, pero su recorrido natural y la velocidad final de su carrera son inferiores. Menos ágil que Jordi Alba, liviano, pero un todoterreno. Como le ocurre a la mayor parte de los laterales que rondan el 1,70, sufre en el juego aéreo y cerrando los centros al segundo palo.

Ámbito psicológico

Juan Bernat va sobrado de personalidad y atrevimiento en el campo. Son cualidades indispensables para cualquier extremo y él las hereda de cuando jugaba en posiciones más adelantadas con el Mestalla. Descaro y agresividad no le faltan: un valor añadido para cualquier lateral destinado a crear superioridad en su banda.

Sus 21 años se evidencian en sus lagunas defensivas: aún tiene que mejorar mucho en los conceptos tácticos y en errores puntuales de concentración cuando descuida los espacios que deja a su espalda. Es inteligente en los movimientos de desmarque, pero tiene mucho margen de mejora en la lectura del juego. En la pasada temporada su rendimiento ofensivo estuvo lastrado por la falta de entendimiento con Fede Cartabia: la obsesión del argentino de tirar diagonales por dentro se tradujo en menos balones a la banda de los deseados por Bernat.

Si tenemos en cuenta que ha tenido que aprender a jugar en otra posición en cuestión de meses y que se consolidó como lateral izquierdo también en la selección sub-21 de Lopetegui, su capacidad de aprendizaje no está en duda.

Ámbito técnico

Cuando le llega el esférico, Juan Bernat tiene más variantes que Jordi Alba con los pies. Aunque nacieron como extremos, Alba acabó retrasando su posición y convirtiéndose en un lateral demoledor con espacios, en parte, por sus limitaciones técnicas a la hora de encarar una defensa cerrada. No cuajó como extremo y maravilló como lateral. El Juan Bernat extremo duró poco en Valencia. Valverde le alternó en diferentes zonas de la cancha y lo usó para revolucionar el ritmo de los partidos. Preferiblemente partía como extremo e intercambiaba su posición con Andrés Guardado. Las cesiones de Aly Cissokho y Guardado, sumadas a un Mathieu consolidado como central, le han convertido en dueño único del lateral del Valencia.

Tiene una conducción de balón espléndida: eléctrica y nerviosa, zancadas cortas y rápidas con el cuero siempre en contacto con la bota. Con espacios su manejo del balón suele ser sinónimo de peligro, pero además maneja una buena cantidad de recursos para driblar en corto sin alardear y sin estridencias: técnica para conducir y potencia muscular para cambiar de dirección.

Sin ser un especialista, como buen extremo clásico, es capaz de sacar centros precisos con el interior. Cuando llega al área prefiere culminar la jugada con el interior de la bota, pero ha demostrado que es capaz de sacarse zurdazos secos con el empeine como hizo en la remontada contra el Basilea en Europa League.

Ámbito táctico

Bernat es un jugador polivalente: perfecto para jugar con un sistema de tres centrales y dos carrileros, prometedor lateral, extremo o centrocampista de banda en un 4-4-2. Es un jugador que puede cubrir con tranquilidad dos posiciones en una plantilla, pero es en el lateral donde puede marcar más diferencias si su proyección es la esperada.

OFENSIVO

El factor sorpresa es la base del juego de ataque de Bernat. Como Jordi Alba, son las carreras largas partiendo desde su lado de la cancha las que le dan ventaja respecto a sus defensores. En transición ofensiva prefiere ocupar el espacio que conducir los contragolpes. Cuando entra en contacto con el balón, siempre mete una marcha más, un exceso de revoluciones que puede ser un arma decisiva en un partido roto, pero que le hace cometer errores de precisión cuando hay que armar la jugada con más tranquilidad.

Doblar, doblar y doblar. Su despliegue físico le ayuda a crear superioridades en la banda izquierda, eso sí, siempre doblando por fuera, no suele ocupar carriles interiores. Esto limita su pegada de cara a portería: suele llegar en posiciones forzadas, más adecuadas para asistir que para finalizar. No abusa de la jugada individual, prefiere asociarse y que le devuelvan una pared en largo. Su aportación goleadora es mínima, teniendo en cuenta el potencial ofensivo que atesora en sus botas. Apenas ha dejado un gol en liga y otro en la Europa League en su primera temporada como pieza clave del Valencia.

DEFENSIVO

Bernat tiene mucho que ganar en consistencia, colocación y repliegue tras pérdida. Es normal si pensamos que solo lleva una temporada asentado en la élite como lateral zurdo. Esprintando corrige la mayor parte de sus despistes, aunque a veces tiende a arriesgar demasiado intentando anticiparse a la jugada. Prefiere robar por anticipación que esperar el uno contra uno cerca del área. En un equipo que quiera emplear laterales de largo recorrido, es fundamental un sistema de coberturas. Con la llegada de Keita al Valencia mejoró mucho el repliegue defensivo, con el maliense haciendo ayudas cuando Bernat subía al ataque.

Es significativo que solo haya acumulado tres tarjetas amarillas en 51 partidos de liga: es un defensor limpio, pero poco expeditivo en algunas ocasiones. Le falta pulirse como lateral y entender mejor las circunstancias del juego en las que debe parar el ataque rival con falta.

Bernat debe aún amoldarse a la exigencia defensiva que conlleva su posición, pero la carrocería y la clase vienen de serie, solo le falta rodaje para ser una realidad que muy posiblemente se peleará un puesto en la selección absoluta con Alberto Moreno.

* Alex Argelés es periodista.

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– Foto: Manuel Bruque (EFE)