Las pruebas de velocidad fueron el espectáculo más esperado en el estadio. Bolt, Blake y compañía hicieron las delicias del público que siguió todos los días la competición atlética. En la velocidad española, Ángel Rodríguez (el “pájaro”) no llegó a la final, pero sí que tuvimos representación en la final de la prueba reina. Se trata de Jordi Roig Lizarraga, catalán de nacimiento, pero que reside desde hace muchos años en San Vicent del Raspeig, Alicante. Nos hemos puesto en contacto con él.
Pregunta.– Sabe lo que son las carreras de velocidad, puesto que fue velocista del Barça en su juventud ¿Cómo empezó en el juzgamiento atlético, en el 77? ¿Quién te enganchó?
Respuesta.- Como haces constar, de joven vivía en Barcelona, y la Federación Catalana organizaba las competiciones de Promoción cada sábado en el Estadio Serrahima. En estas competiciones había participado, primero como atleta y más tarde como entrenador de los alevines e infantiles del F. C . Barcelona y cuando, por motivos de trabajo, empecé a viajar durante la semana de lunes a viernes, la mejor forma que encontré de seguir vinculado al atletismo fue desde la faceta de juez, que solo requería de disponibilidad los fines de semana. Entre los jueces que en aquellos momentos colaborábamos en las competiciones de Promoción de la Federación Catalana se fue forjando una amistad que a día de hoy seguimos manteniendo. Y dicha amistad, junto a nuestra gran afición por el atletismo, es lo que nos mantuvo enganchados desde entonces. Recuerdo que cuando finalizaban las pruebas, nos reuníamos y comentábamos los casos curiosos que se nos habían presentado a cada uno en nuestra prueba y veíamos cuál era la reglamentación que se había aplicado y si era correcta o no. De aquella promoción de jueces hemos salido algunos que hoy en día ocupamos un lugar en los paneles internacionales de la AEA (Asociación Europea) o la IAAF, como Jordi Estruch, Ferrán Estruch, Luis Saladie o yo mismo.
P.– El juez de atletismo adquiere experiencia a base de competiciones (escolares, provinciales, autonómicas, nacionales).¿Cómo fueron sus comienzos?
R.- Primero en competiciones escolares; posteriormente ya ibas participando en encuentros de la Liga Catalana y después llegaron los Campeonatos Autonómicos de categorías menores y absolutos. Recuerdo especialmente con agrado el primer Campeonato de España Absoluto en el que participé como juez auxiliar (entonces, hasta que no cumplíamos los 18 años, no podías examinarte para juez provincial), en Granollers, donde hacía de enlace, llevando los resultados de cronos (en aquel tiempo manuales) desde la escalera de cronometraje, primero al locutor oficial y luego a secretaría. En nuestro país, los jueces de atletismo debemos conocer el reglamento de todas las pruebas y especialidades, aunque posteriormente nos podamos especializar, como ha sido mi caso con las salidas.
P.- El juez de salidas debe tener una perfecta coordinación con su equipo, ¿qué otras cualidades nos puede resaltar?
R.- La coordinación con el resto del equipo es un punto esencial. Ahora bien, resaltaría otras cualidades: saber escoger la ubicación idónea donde puedas ver a todos los atletas, el tono de la voz, la concentración del propio juez de salidas desde que da la voz de «A sus puestos», la puntualidad, inspirar una sensación de calma y tranquilidad ante los atletas, pasar inadvertido (el protagonista siempre es el atleta), familiarizarse con el uso de la pistola y medios técnicos de cronometraje y, lo más importante, saber manejar correctamente y de acuerdo al reglamento el periodo de tiempo desde la voz de «Listos» al disparo.
P.- Además de ser Juez Internacional de Salidas (por ello la IAAF le nombró para los Juegos de Londres), también es ITO (Oficial Técnico Internacional), ¿en qué eventos internacionales ha estado?
R.- Como ITO, el primer campeonato fue el Mundial Juvenil de 2007 en Ostrava, y posteriormente en los Mundiales Absolutos de Berlin en 2009 y Daegu en 2011. Como Juez Internacional de Salidas estuve en el Mundial Indoor de Valencia en el 2008, y en el de Doha (Qatar) en el 2010, además de los Juegos Olímpicos de Londres.
P.– ¿Qué comparación hace entre los Juegos de Londres y los de Barcelona, donde también estuvo en el equipo de salidas.
R.– Los Juegos Olímpicos de Barcelona los viví con gran intensidad y emoción. Aparte del gran acontecimiento que significan unos Juegos Olímpicos, tenían lugar en la ciudad donde había nacido y crecido. Efectivamente, estuve en aquel equipo de salidas, junto a Joan Daranas, José Manuel Rodríguez (Rodri), Luís Zapico y Miguel Angel Brizuela. Recuerdo que se utilizó el equipo de cronometraje de Seiko, que para nosotros era una gran novedad: nunca en una competición española se habían dado salidas con detector de salidas nulas y con un equipo tan sofisticado como el que se empleó en Barcelona’92. Lógicamente, el ambiente que se vivió aparte de la competición era magnífico y espectacular. Creo que cualquier juez que participara en Barcelona’92 nunca podrá olvidar aquellos días.
En Londres –estamos hablando de 20 años más tarde–, y a pesar de lo escépticos o fríos que en ocasiones se pueda ver a los británicos, han revestido los Juegos de una gran ilusión y compromiso, han sabido trasladar su gran afición por el deporte a todos los niveles y estamentos públicos, y han conseguido que todos los participantes, voluntarios y público, se sientan partícipes de esta gran competición deportiva que ha tenido lugar. A nivel de equipamiento técnico, se han utilizado los equipos de Omega, y en relación a hace 20 años, han evolucionado considerablemente, tanto en la reglamentación relativa a las salidas, que ha sido cambiada varias veces desde entonces, como en los medios técnicos de ayuda para el juez de salidas.
P.- Hablemos de Londres. Cuando está en la salida de una final olímpica y dice el «On your marks«, ¿en qué piensa? ¿Nota la tensión de los atletas?. El estadio se calla y un ídolo mediático como Bolt sonríe, ¿es un momento mágico? ¿Existe ese ambiente de magia?
R.– Cuando eres consciente que la final de 100 metros de los Juegos tiene una audiencia de 2.000 millones de espectadores en televisión y que todo un estadio repleto con 85.000 personas se calla por completo cuando das la voz de «On your marks» («A sus puestos«), esperando el momento del «Set» (Listos) y del disparo de salida, realmente sí que sientes que estás en un momento muy especial, trascendente e irrepetible.
Los atletas pasan de un estado de gran profusión mediática, cuando está la televisión realizando la presentación de cada atleta calle por calle y cada uno de ellos muestra sus característicos gestos o ademanes ante la cámara, y cambian de inmediato a un estado de máxima concentración en el que van a afrontar la salida. Precisamente, cuando ha habido alguna salida nula en una final, yo lo achaco más a que el atleta no estaba totalmente concentrado más que no haya aguantado su posición inmóvil de salida y lo haya hecho antes del disparo.
Por mi carácter, yo soy bastante tranquilo y calmado, por lo que llegado este momento, me abstraigo de cualquier otro pensamiento y me concentro en que los atletas cumplan con el procedimiento de salida en la posición de «Set» y espero para dar el disparo a que todos ellos hayan alcanzado su posición definitiva de salida y estén inmóviles en los tacos.
P.- ¿Qué piensa del actual momento de la velocidad, sobre todo la jamaicana?
R.- Estamos hablando de que tienen unos entrenadores formados casi todos ellos en los Estados Unidos, pero que han preferido continuar entrenando a los atletas en su propio país. Por lo que se ha podido comprobar, la fórmula ha resultado todo un éxito. Por descontado, las condiciones físicas de los atletas jamaicanos están fuera de toda duda, y el hecho de entrenar y vivir en su propio ambiente probablemente les ayuda mucho, no solamente cuando hacen las grandes marcas, sino precisamente, en los duros momentos de los entrenamientos.
P.- Cuéntenos alguna anécdota que le haya sucedido antes de una salida.
R.- Recuerdo en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, un atleta que competía por un archipiélago de islas del Pacífico, donde parece ser que no estaban acostumbrados a salir con tacos de salida. Participaba en los 400 m., y cuando di la voz de «A sus puestos», el atleta tomó los tacos de salida y los apartó a la calle contigua, antes de colocarse en posición agachada. Levanté a los atletas en la salida («En pie»), los ayudantes volvieron a colocar los tacos en su calle, y al llamarlos «A sus puestos», se produjo la misma situación. El atleta no entendía que le colocáramos estos tacos donde él se tenía que poner para salir. Tuvimos que hacer un pequeño y rápido cursillo en la salida para indicarle que era obligatorio, según el reglamento, salir con tacos de salida y apoyando los pies en los bloques.
También, en el Mundial Indoor de Doha, que era el primer Campeonato del Mundo que se hacía después de la modificación de que, a la primera salida nula, el atleta infractor quedaba descalificado, recuerdo que un atleta colombiano en 60 m. vallas, y parece ser que con buena marca, realizó una salida nula y se negaba a abandonar la pista, porque decía que hasta la segunda nula no había descalificación. Él consideraba que éramos los jueces los que estábamos equivocados y que tenía derecho a volver a salir.
P.– Hace unos años, la IAAF modificó el reglamento, de manera que el atleta que hiciera salida nula es descalificado. Se dijo que los corredores se retendrían en la salida y las marcas se resentirían. Parece que no es cierto, ya que el récord mundial se ha batido varias veces. ¿Qué opina?
R.– En realidad, se producen menos salidas nulas ahora que antes de la modificación del reglamento en este sentido. No solamente los atletas se han acostumbrado a reaccionar solamente cuando oyen el disparo, prescindiendo si algún atleta de calles adyacentes realiza algún movimiento en los tacos, sino que venimos percibiendo que a la voz de «Listos» los atletas alcanzan su posición definitiva de salida más rápidamente que antes. Por ejemplo, si el promedio en una carrera de 100 m. antes podía ser entre 1,6 y 1,8 segundos, probablemente ahora será entre 1,3 y 1,5 segundos.
P.– Explíquenos la mecánica de una salida de velocidad.
R.– Cuando los atletas están situados detrás de los tacos de salida, debemos recibir la autorización del Coordinador de Salidas de que todos los jueces que intervienen en la carrera (llegadas, foto-finish y anemómetro) están preparados, y que televisión (si la hubiera) está dispuesta. En este momento, damos la voz de «A sus puestos». Los atletas se colocan en los tacos de salida y deben tener los dos pies en contacto con los bloques de los tacos de salida, una rodilla en contacto con el suelo, y las dos manos en contacto con el suelo y por detrás de la línea de salida. Cuando recibimos la conformidad de los Ayudantes de Salidas de que todos los atletas están correctamente posicionados es cuando damos la voz de «Listos». En este momento, debemos esperar a que todos alcancen su posición definitiva de salida cuando levantan las caderas y permanezcan inmóviles. En este preciso momento es cuando se puede dar el disparo.
P.- Y la de una de fondo en pista. ¿Ha habido casos de atletas descalificados por salida nula?
R.– En estos casos, de salida de pie, no se da la voz de «Listos». Cuando los atletas están formados en el mismo orden de la lista de salida, aproximadamente unos 3 metros detrás de la línea de salida, se da la voz de «A sus puestos». Los atletas pasan a colocarse detrás de la línea de salida, sin pisarla. Cuando recibimos la confirmación del Ayudante de Salidas de que están posicionados correctamente, se da el disparo.
En cuanto a descalificaciones, sí que ha habido casos de descalificados por salida nula, aunque en mucha menor medida que en carreras de velocidad, pero el reglamento indica que el atleta que efectúe la salida nula será descalificado, sin que haya diferenciación si la carrera es de velocidad, mediofondo o fondo.
* Joan Pelayo es juez-árbitro de atletismo y especialista en pértiga.
– Fotos: RFEA – London2012.com – Darren Wilkinson – Omega
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