Considerado el mejor jugador de la historia de Escocia, tuvo fuera del campo problemas parecidos a los de otras estrellas como Paul Gascoigne, George Best, Malcolm Mcdonald o Paul Merson. Ídolo de Ibrox Park y del Rangers FC, sus salidas nocturnas, el coqueteo con el alcohol y su adicción al juego y a las carreras de caballos marcaron su trayectoria. Nacido el 29 de septiembre de 1939 en Hill of Beath (Escocia), fue un centrocampista zurdo que podía jugar de mediocentro, de interior izquierdo e incluso en alguna ocasión de extremo. Jugador hábil, creativo y elegante, tenía una gran visión de juego y una excelente calidad en el pase. En un fútbol tan físico como el británico, en aquella época él ponía la pausa y la tranquilidad, acariciaba y domaba el esférico con finura. Se le conoció cariñosamente como Slim Jim.
Inició su carrera futbolística en el Crossgates Primrose en época juvenil, después de haber trabajado antes como aprendiz de ebanista y minero del carbón. En 1957 dio el salto al Raith Rovers, donde se mantuvo un total de tres campañas aprovechando también ese periodo para completar el servicio militar. El Rangers, dirigido por Scot Symon, se fijó en él y le ofreció un contrato profesional en 1960. Debutó como interior izquierdo al principio de la campaña en un partido de la Copa de la Liga ante el Partick Thistle, una competición que ganarían con Baxter ya fijo en el once tras vencer en la final por 2-0 al Kilmarnock. En ese curso además conquistarían la liga por delante del propio Kilmarnock por un solo punto y llegaron a la final de la primera Recopa de Europa. Tras dejar en el camino a Ferencvaros, Borussia Mönchengladbach y Wolverhampton, se plantaron en el duelo por el trofeo con la Fiorentina italiana. El cuadro viola fue muy superior y venció en los dos encuentros, por 0-2 en Ibrox Park y 2-1 en el Estadio Comunale. La temporada siguiente (1961-1962) revalidaron la Copa de la Liga imponiéndose al Heart of Midlothian por un global por 4-2 y la primera Copa escocesa llegó al palmarés de Baxter. Fueron muy superiores a todos los rivales con los que se enfrentaron y en la final ganaron por 2-0 en Hampden Park al St. Mirren. Regresaron a la senda del triunfo en la liga en 1963 con el Kilmarnock a nueve puntos de distancia y además obtuvieron el doblete después de lograr la copa escocesa ante el eterno rival: el Celtic.
El curso 1963-1964 no hizo más que certificar el poderío del Rangers en el país en un año en que todos los títulos posibles cayeron de su lado. Era un equipo muy completo donde además de Baxter figuraban importantes jugadores de la época como John Greig, Ronnie McKinnon, Willie Henderson o Davie Wilson. En la competición doméstica de nuevo dejaron al Kilmarnock con la miel en los labios en la segunda posición, mientras que en la Copa de la Liga apabullaron por 5-0 al Greenock Morton y en la Copa de Escocia superaron al Dundee por 3-1 para cosechar su tercer trofeo consecutivo. La última campaña de Baxter en esta etapa en el Rangers fue en 1964-1965 y se vio salpicada por una grave lesión. En diciembre, en un encuentro de Copa de Europa ante el Rapid de Viena, el defensa Skocic le hizo una brutal entrada que fracturó la pierna del escocés. Baxter estaba en un momento crucial de su carrera y a raíz de esto comenzó a beber más y su estado físico empeoró considerablemente. Ese año el Rangers solo consiguió la Copa de la Liga al ganar por 2-1 al Celtic en la final y al terminar el curso el club traspasó a Baxter al Sunderland por 72.500 libras, la cifra más alta pagada hasta la fecha a un club escocés.
Allí se mantuvo dos años y medio a buen nivel en los que participó en 98 encuentros con 12 goles en su haber, pero donde los éxitos del equipo no llegaron. Los Black Cats coquetearon con los puestos bajos de la tabla en ambas campañas, mientras que su participación en la FA Cup fue corta al caer en tercera y quinta ronda respectivamente. En diciembre de 1967 el Sunderland traspasó a Baxter al Nottingham Forest por unas 100.000 libras. Le colocaron de delantero centro y en su primera temporada el Nottingham finalizó en mitad de la clasificación. La segunda campaña fue peor y aunque se acabó salvando la categoría, los conflictos y desavenencias de Baxter con la dirección del club desembocaron en su salida de la entidad. Sin equipo, volvió al Rangers. Su vida deportiva estaba llegando a su fin y el sobrepeso que tenía era evidente. Disputó varios encuentros hasta finales del año 1969, y a principios de la nueva década decidió colgar las botas con apenas 30 años. Entre las dos épocas en el conjunto de Glasgow dejó un bagaje total de 266 partidos y 25 dianas.
Con la selección escocesa fue internacional entre 1960 y 1967 en un total de 34 ocasiones, logrando 3 goles. Debutó en el Campeonato Británico, en una victoria por 5-2 ante Irlanda del Norte en Hampden Park. Un año más tarde se convirtió en un fijo de las alineaciones en el combinado nacional en la clasificación para el Mundial de Chile de 1962. Escocia compartió grupo con Checoslovaquia e Irlanda y al finalizar el mismo escoceses y checoslovacos lideraron la tabla con 6 puntos. Tuvo que disputarse un duelo de desempate en Bruselas donde, con Baxter como titular, cayeron ante los centroeuropeos por 4-2 en la prórroga. Ese mismo año y el posterior Escocia se impuso en el Campeonato Británico tras superar a Gales e Inglaterra respectivamente. En la victoria en el Campeonato Británico del año 1963 tuvo que ver mucho Baxter, sobre todo en el triunfo frente a los ingleses en Wembley por 1-2, donde él anotó ambos tantos, uno de ellos de penalti y tras jugar con diez hombres por la lesión de Caldow. A partir de 1964 se vieron inmersos en otra fase de clasificación para un campeonato del mundo, esta vez el que se iba a celebrar en Inglaterra en 1966. Baxter solo disputó dos partidos, uno contra Finlandia y otro contra Italia, y no pudo ayudar a obtener el billete mundialista, que fue a parar a los transalpinos. La actuación más recordada por la Tartan Army de Jim Baxter en un encuentro con su país tuvo lugar frente a Inglaterra en 1967, en un duelo clasificatorio para la Eurocopa del año siguiente. Realizó un colosal encuentro, dominó a su antojo a los ingleses y la habilidad que demostró aquel día sentó cátedra. Algunos compañeros pensaron que se había recreado en exceso y la victoria pudo ser más amplia, pero otros ilustres del fútbol escocés como Sir Alex Ferguson comentaron “que se podría haber puesto música a su juego”. Vistió por última vez la zamarra azul oscuro unos meses después, el 22 de noviembre ante Gales, a quien vencieron por un ajustado 3-2.
Con la Selección FIFA participó en el centenario de la Federación Inglesa. Se enfrentaron a Inglaterra en Wembley en un partido que terminó 2-1 a favor de los inventores del fútbol. Baxter salió en la segunda mitad, pero pudo compartir equipo con leyendas de la talla de Djalma Santos, Alfredo Di Stefano, Ferenc Puskas, Francisco Gento o Josef Masopust.
Al poco tiempo de retirarse de los terrenos de juego abrió un pub que fue su perdición. Sus problemas con la bebida se intensificaron aún más (tomaba tres botellas de Bacardi al día), las cantidades apostadas en el juego iban en aumento y su sobrepeso era evidente. Con 55 años tuvo que someterse a dos trasplantes de hígado que mejoraron su calidad de vida durante un tiempo hasta que en 2001 le fue detectado un cáncer de páncreas. Falleció por dicha enfermedad el 14 de abril de ese año en Glasgow. Tenía 61 años.
Baxter fue uno de los primeros cincuenta elegidos del Salón de la Fama del Deporte de su país en su creación en el 2005 y además también es miembro del Salón de la Fama del fútbol escocés y del de los aficionados del Rangers. Desde 2003, una estatua con la figura de Baxter se encuentra en su localidad natal, Hill of Beath.
* Alberto Cosín.
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