Jaime Lazcano: la bestia negra del F. C. Barcelona

por ALBERTO COSIN el 9 agosto, 2013 • 10:48

Excelente futbolista y una persona inquieta intelectualmente que cursó la carrera de medicina, fue novelista y escribió varias obras de teatro del género comedia, como las tituladas El Astrágalo o Amar es vivir. Con la camiseta del Real Madrid marcó 8 goles en 9 partidos oficiales al F. C. Barcelona, incluyendo dos tripletes, y además figura en la historia del conjunto merengue como el autor del primer gol liguero en 1929. Nació el 30 de diciembre de 1909 en Pamplona (Navarra), era un extremo derecho muy rápido, fogoso, valiente, de excelente condición física, con un magnífico disparo y dotado de gran técnica individual. Las aficiones rivales le gritaban irónicamente «¡Dramaturgo!» debido a su afición teatral, aunque su apelativo más reconocido fue El niño de los caracoles.

Real Madrid (1929)

Inició su trayectoria en la entidad más popular de su tierra, el Club Atlético Osasuna. Llegó con 15 años en 1925, debutó en un encuentro ante el Arenas de Getxo y permaneció en el club rojillo hasta 1928, año en que consiguió 25 goles y Osasuna se proclamó campeón del Campeonato Regional de Navarra. En verano, el Real Madrid pagó 6.000 pesetas por su fichaje y su primer partido fue un amistoso el 6 de septiembre ante el Unión Sporting que terminó con victoria merengue por 2-6. Meses más tarde, el 10 de febrero de 1929, en el estreno del conjunto blanco en la recién creada competición de liga, no sólo inauguró el casillero, sino que logró otros tres goles que, junto con el de Morera, dejaron un marcador final de 5-0 frente al Europa. Marcó 11 goles esa temporada, el Real Madrid finalizó la liga en segunda posición, a dos puntos del F. C. Barcelona, cayó en la copa en la famosa Final del Agua ante el Espanyol por 2-1 (tanto de Lazcano) y conquistó el campeonato regional por delante del Athletic de Madrid. El 16 de septiembre sufrió un grave accidente de moto cuando iba camino de Sevilla para fichar por el Real Betis. Cerca de Villarta chocó contra un vehículo que le dejó en estado grave con heridas en la cabeza y congestión pulmonar. Se pensó que no volvería a jugar y el equipo verdiblanco desechó su fichaje.

Reapareció en enero de 1930 y pudo participar en la campaña 1929-1930 con resultados muy parecidos a la anterior. El papel en liga fue discreto (quinto puesto) y de nuevo llegó a la final de copa, en la que el Athletic Club se llevó el triunfo por 3-2 (primer gol obra de Lazcano). El Real Madrid también revalidó el campeonato regional tras superar al Racing Club de Madrid. En el enfrentamiento liguero de la jornada 9 ante el F. C. Barcelona dio comienzo la racha de Lazcano frente a la escuadra azulgrana, al anotar un gol en la victoria por 1-4, y en la segunda vuelta logró otros tres que ayudaron a derrotar por un contundente 5-1 al eterno rival. Las cosas no cambiaron en 1931, cuando la actuación del equipo fue muy pobre (sexto en Liga y eliminado en cuartos de final de copa); Lazcano marcó 13 goles y la única alegría fue la consecución por tercera vez del campeonato regional. La llegada de grandes jugadores en la temporada 1931-1932 cambió el panorama de la institución. Se contrató a los defensas Ciriaco y Quincoces y al delantero Olivares, procedentes del Alavés, a Luis Regueiro, del Real Unión, y al canario Hilario, procedente del Deportivo de La Coruña, para conformar un excelente plantel. Se obtuvo sin ninguna derrota la primera liga de la historia con un Lazcano soberbio desde el ala derecha, asistiendo a sus compañeros y marcando 5 goles, uno de ellos en la visita al F. C. Barcelona el 3 de abril de 1932. Además se ganó el Campeonato Mancomunado Centro-Aragón que sustituyó al campeonato regional. En 1933, el Real Madrid revalidó el entorchado liguero al aventajar en dos puntos al Athletic en una campaña en la que Lazcano cayó lesionado y en la que, únicamente, jugó partidos de liga, en los que metió dos goles. El equipo llegó a la final de copa y la perdió por 2-1 (gol de Lazcano que significó el 0-1) ante el Athletic en Montjuïc y ganó otro Campeonato Mancomunado.

La temporada 1933-1934 no pudieron superar al Athletic en la liga, pero consiguieron el Campeonato Mancomunado Centro-Sur y tras varios años de espera, la copa. Se eliminó consecutivamente a Osasuna, Athletic (tras un desempate) y Real Betis para disputar la final ante el Valencia, al que vencieron por 2-1, tanto definitivo obra de Lazcano en el minuto 73. La última temporada del jugador pamplonés como madridista, en 1935, terminó con un subcampeonato de liga, su cuarto título Mancomunado y un total de 10 goles, dejando gran sabor de boca un triplete al Barcelona en liga en la jornada 10 en un partido que finalizó con un abultado 8-2. El bagaje para la historia que deja El niño de los caracoles en la entidad blanca es de 147 partidos entre todas las competiciones y 79 goles. Su carrera continuó en el Salamanca y el curso 1935-1936 fue traspasado al Atlético de Madrid, en el que jugó 12 partidos de liga logrando un tanto que no sirvió para evitar el descenso del equipo rojiblanco. Al finalizar dicha temporada y con el inicio de la Guerra Civil, el extremo colgó las botas.

Con la selección nacional jugó en cinco partidos y metió un gol. Hizo su estreno en un amistoso celebrado en marzo de 1929 en el Estadio de la Exposición de Sevilla ante Portugal, a la que se ganó por 5-0. Dos meses después, el día 15 de mayo, apareció en el once inicial frente a Inglaterra en un partido para la historia. Formó en la delantera con Goiburu, Gaspar Rubio, Padrón y Yurrita en una memorable tarde en la que España venció a los inventores del fútbol por 4-3 (diana de Lazcano que suponía el 2-2) en lo que supuso su primera derrota internacional fuera de las islas para los ingleses. Se despidió de la selección el 30 de noviembre de 1930 en un amistoso contra Portugal (0-1) en Oporto en el que tuvo que salir sustituyendo a Goiburu en el minuto 15.

Tras finalizar su carrera deportiva se dedicó a ejercer la medicina, aunque también llegó a ser seleccionador español formando tripleta con José Luis Costa y Ramón Gabilondo entre 1959 y 1960. Además, presidió la Federación de Pelota en 1963, deporte del que era gran aficionado, se le nombró vocal de la Federación Española de Fútbol en el mismo año y, tiempo después, fundó en Madrid, junto con su hermano José Luis, el Club Apóstol Santiago, una escuela deportiva dedicada a fomentar el deporte entre los más jóvenes.

Falleció el 1 de junio de 1983 en Madrid a los 73 años.