Ser pionero es un trabajo extremadamente duro y poco reconocido. Cuesta mucho esfuerzo poner en marcha un proyecto, se sufre para mantenerlo en pie y, normalmente, no se pasa a la historia. Porque, no nos engañemos, los éxitos no acostumbran a ser inmediatos. Hacen falta años y muchas lágrimas para destilar la esencia ideal, un estilo ganador capaz de maravillar al mundo.
Fíjense en el caso que nos ocupa, el del Ajax de Ámsterdam. Todos han oído hablar de Johan Cruyff, de Rinus Michels o del Fútbol Total, tres elementos básicos que llevaron al conjunto holandés a dominar en su país y en Europa, ganando cinco ligas y tres Copas de Europa entre 1969 y 1973. Aquel equipo revolucionario impregnó con su sistema de juego a la selección de Holanda que maravilló en el Mundial’74 a pesar de caer en la final ante Alemania Federal.
Su método se basaba en constantes cambios de posición, en crear espacios y salir jugando desde atrás, en tener zagueros que supieran atacar y delanteros que defendieran, en dominar el balón… Todos estos conceptos, atribuidos habitualmente a Michels y a Cruyff, llevaban más de cincuenta años desarrollándose en las categorías inferiores del club ajacied. Y es aquí donde empieza nuestra historia.
EMPEZAR SOBRE LAS RUINAS
A principios del siglo XX, el Ajax era un pequeño club que se movía en el anonimato dentro del fútbol amateur de Holanda. Fundado en 1900, el mayor logro de sus primeros años de existencia fue alcanzar el ascenso a primera división. En 1915, sin embargo, la historia del club de Ámsterdam cambió para siempre gracias a un solo hombre.
Jack Reynolds, un inglés aventurero y apasionado por el deporte del balón, se encontraba sin trabajo. El inicio de la Primera Guerra Mundial había frustrado su incorporación como técnico de la selección de Alemania. No se habría entendido muy bien que un ‘enemigo’ británico dirigiera al combinado teutón.
Nacido en Whitefield (un barrio de Bury, en el condado del Gran Manchester) el 23 de septiembre de 1881, John ‘Jack’ Reynolds había sido un jugador más bien modesto. Jugaba de extremo derecho y empezó su carrera en el Manchester City en 1902, aunque no jugó ni un solo encuentro en todo el año.
Por eso abandonó a los citizens para iniciar un periplo por las divisiones inferiores del fútbol inglés, enrolado en conjuntos de poco caché como el Burton United, el Grimsby Town, el Sheffield Wednesday, el Watford y el New Bromtpon hasta retirarse en el Rochdale en 1911.
Con apenas 30 años, Reynolds quería seguir vinculado al deporte que tanto amaba, pero en el que no había podido tener mucho éxito como futbolista. Por eso aceptó en 1912 una oferta para ocupar el banquillo del St. Gallen suizo. Dos años después le contrató la Federación Alemana, aunque nunca llegaría a dirigir la Mannschaft.
Con Europa partida en dos por culpa de la Gran Guerra y sin trabajo, decidió resguardarse en la neutral Holanda. En esta decisión probablemente tuvo algo que ver el irlandés John Kirwan, técnico del Ajax desde 1910 hasta 1915. Con su marcha, la entidad de Ámsterdam necesitaba un recambio en el banquillo y Reynolds se presentó como una buena opción.
Ascendido a primera división en 1911, el cuadro blanco y rojo había perdido la categoría en la campaña 1913/14. Los mejores jugadores, decepcionados, abandonaron la entidad y, sobre estas ruinas, Jack empezó a forjar un equipo demoledor. En solo dos años, el técnico inglés llevó al Ajax a ganar el primer título de su historia, la Copa de Holanda de 1917.
LLENANDO EL AJAX DE TÍTULOS
Un año después, las trincheras se situaban casi en la frontera de los Países Bajos y la población sufrió el racionamiento de alimentos. En esta dura situación, la memorable actuación de los ajacied en en la liga se convirtió en la mejor alternativa para olvidar momentáneamente las penas. Los hombres de Jack Reynolds ganaron el campeonato sin perder un solo partido (un récord que nadie pudo igualar hasta 1994/95, cuando lo consiguió el conjunto dirigido por Louis Van Gaal). Y eso que, en el duelo decisivo por el título ante el Willem II no pudo contar con Jan De Natris, el enfant terrible del fútbol holandés y una de las estrellas del Ajax, porque se había quedado dormido en el tren.
En 1919 lograron su segunda liga. Jack Reynolds, el entrenador que más años ha dirigido al laureado club holandés, se sentó en el banquillo del Ajax en tres etapas: 1915-1925, 1928-1940 y 1945-47. En todos estos años, en los que ganó ocho ligas, solo estuvo fuera del club durante tres campañas para entrenar al Blauw Wit, otro equipo de Ámsterdam. También dirigió el primer partido de Holanda cuando se reanudaron los partidos internacionales una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. La Oranje se midió a Suecia en 1919, a la que ganó por 3-1.
El 9 de octubre 1922 fue un día memorable en la era de Reynolds. Era la primera vez que el Ajax se medía al Feyenoord e iba a nacer una rivalidad eterna entre las dos entidades. Ganaron los visitantes en Rotterdam (2-3), pero los locales presentaron una reclamación para que se anulara el tercer tanto ajacied porque el balón no había cruzado la línea. La Federación aceptó la petición y dejó en 2-2 el resultado final. Las turbulencias que se iniciaron en aquella fecha aún no han terminado.
Jack Reynolds encumbró al Ajax como uno de los mejores clubes del país en cuanto a títulos. Pero esta aportación no fue nada comparada con el legado que dejó al instaurar las bases del Fútbol Total. El técnico inglés fue pionero en adoptar un método de trabajo igual para todos los equipos del club.
Quería que el Ajax realizara un juego vistoso y ofensivo, basado en los extremos habilidosos y veloces (una figura que no existía en Holanda, según explicaba a la BBC Wim Schooevaart, arhivero del Ajax, de 94 años). Además, los defensas y centrocampistas tenían que ser capaces de trazar rápidos y efectivos pases que desordenaran al rival. Normas que quizás les suenen de algo. Según el historiador Harke Groenevelt, autor de una biografía inédita de Reynolds, el técnico trabajaba “desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche dirigiendo cada grupo de edad en el mismo estilo“. Así, cuando los chavales llegaban al primer equipo, sabían desenvolverse perfectamente en un esquema que conocerían a la perfección.
ESTIRAR EL CAMPO PARA CREAR ESPACIOS
Jack Reynolds no era solo el entrenador o el director deportivo. Él era el jefe de todo. Introdujo métodos de entrenamiento profesionales, importados de su Inglaterra natal y también apostó por mejorar las instalaciones del club, permitiendo al Ajax dar un gran salto adelante. En una entrevista realizada en 1946, el entrenador declaró que, para él, “el ataque es la mejor defensa”.
Fue el entrenador de Whitefield quien introdujo la idea de estirar al campo para crear espacios por dentro. Con sus futbolistas trabajaba cuatro aspectos: técnica, intuición, personalidad y velocidad. Según él, la personalidad y la velocidad son innatas, mientras que la intuición y la técnica pueden mejorarse con el entrenamiento. Un siglo después, sus lecciones se siguen aplicando a rajatabla en De Toekomst, la ciudad deportiva del Ajax.
Con la ocupación nazi de los Países Bajos en 1940, la vida de Reynolds cambió completamente. Fue recluido durante cinco años en un campo de prisioneros de guerra que los alemanes tenían en Tost, un municipio situado en lo que antes se conocía como Alta Silesia y que ahora es Polonia. En ese centro coincidió con el ilustre escritor inglés P.G. Wodehouse.
Tras la conclusión de la guerra, el entrenador volvió a Ámsterdam para sumar su tercera etapa en el Ajax, con el que ganó la liga de nuevo en 1947, cerrando de forma brillante su carrera futbolística. En aquel equipo ya destacaba un joven delantero de solo 18 años que se llamaba Marinus Jacobus Hendricus Michels, más conocido como Rinus Michels, formado en la cantera ajacied desde 1940.
David Winner señala en su libro “Brilliant Orange” que el Ajax de Reynolds fue alabado constantemente por su “juego técnico, su habilidad con el balón controlado y sus innovadoras tácticas“. El equipo jugaba con un estilo, elegancia y eficiencia muy superior al de cualquier otro club del país. Y esa fue la mentalidad que Michels aplicó en su etapa como entrenador.
Una vez fuera de los banquillos, Jack Reynolds fue vital en la contratación del rumano Stefan Kovacs como sucesor de Rinus Michels, que se había marchado al Barça. Su idea inicial era fichar a Helenio Herrera, pero El Mago prefirió quedarse en Italia. Por eso recomendó a Reynolds que contratara al técnico rumano, que fue quien llevó al Ajax a ganar las Copas de Europa de 1972 y 1973.
Reynolds murió en 1962 y, tres años después, el Ajax le puso su nombre a una de las gradas del estadio De Meer. Cuando se construyó el Amsterdam Arena, los rectores del club holandés planificaron un espacio para honrar la memoria del legendario e influyente técnico. Por eso crearon el Jack Reynolds Lobby, un vestíbulo para los invitados VIP donde está presente una placa con su retrato.
Vic Buckingham, otro técnico inglés que pasó por el Ajax entre 1959 y 1961 (y más tarde por el Barça) dijo sobre sus futbolistas tras un partido: “Ellos jugaron un buen fútbol, pero no lo aprendieron de mí“. Un guiño evidente a la labor de su compatriota. Jack Reynolds es ahora un desconocido incluso en su país, pero nadie puede negar su gran importancia como impulsor del Fútbol Total.
* David Ruiz Marull es periodista. En Twitter: @DavidRuizM
– Fotos: Verballfootball – Memorix.nl
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