"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
Fue una de las primeras estrellas charrúas de principios del siglo pasado. Nacido en Montevideo en 1897, sus antepasados fueron esclavos africanos que emigraron a Sudamérica. Delantero zurdo, de una potencia tremenda, cuya principal virtud fue la velocidad y poseedor de un gran remate, como demostraron sus cifras goleadoras.
Inició su carrera en Peñarol de Uruguay con 18 años de una manera impresionante, y pronto adquirió fama en el país. Consiguió dos titulos de liga con Peñarol en los años 1918 y 1921 y su bagaje total con los aurinegros fue de 212 partidos y 101 goles anotados. Desavenencias con la directiva le hicieron abandonar el equipo y fichar por Olimpia (posteriormente llamado River Plate de Montevideo) en 1922. Después de siete temporadas donde alternaba el fútbol con el atletismo, se retiró en 1929.
Su historia en la selección de Uruguay fue muy exitosa. Debutó en 1915 en un encuentro frente a Argentina en Montevideo y un año después cosecharía su primer éxito al proclamarse la celeste como campeona de la Copa América en un formato de liguilla donde también participaron Argentina, Brasil y Chile. Gradín, además, fue el mejor jugador y el máximo goleador del torneo con 3 tantos. En 1917 Uruguay revalidó el título como vencedor de la Copa América pero Gradín, pese a estar convocado, no participó en ningún encuentro. Disputaría su último gran torneo con la selección en el Campeonato de 1919, en el que cuajó una gran actuación personal al anotar 2 goles, pero su Uruguay perdería la final frente a Brasil por 1-0 en un encuentro donde se jugaron cuatro prórrogas de 15 minutos, lo que le convierte en el partido más largo disputado en cualquier torneo internacional. A partir de 1920, Gradín jugó de forma esporádica con el equipo nacional, llegando incluso a ser apartado de la selección por disputar un partido entre un equipo rebelde uruguayo organizado por la FUF y un equipo argentino amateur, lo que le hizo perderse los Juegos Olímpicos de París, donde Uruguay ganó el oro y la Copa América de 1923 y la de 1924, que también fueron a parar a las vitrinas charrúas. Su último partido tuvo lugar en 1927 frente a Argentina, lo que sumó su encuentro número 24 con la celeste, en los que marcó 10 goles. Le invitaron a formar parte del equipo para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, pero rechazó la propuesta.
Tras su retirada se centró en el atletismo, un deporte que compaginó durante varios años con el fútbol y en el que logró bastantes éxitos debido a sus excelentes cualidades físicas. Fue en varias ocasiones campeón del país desde la distancia de 100 a 800 metros y en dos ocasiones se alzó con la victoria en 200 y 400 metros en los Campeonatos Sudamericanos.
Sus últimos años de vida los pasó en la indigencia y la pobreza hasta que falleció en diciembre de 1944 a la edad de 47 años. Tiene una plaza en Montevideo con su nombre y además el honor, junto con Juan Delgado, de haber sido los dos primeros jugadores de raza negra en haber debutado con Uruguay en un torneo internacional.
* Alberto Cosín.
– Fotos: IFFHS
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