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Cuando Inglaterra estaba agonizando, en la última respiración, en el último aliento, Duggan apareció y marcó un gol que, aunque no les permite salir de la uvi, en estado grave pero con opciones remotas de clasificarse si vence a Francia. Mucha deben mejorar en las próximas 72 horas si quieren salir de la situación en la que se encuentran ahora.
El gol de Alexia en el último minuto dejó muy tocado a Inglaterra, que hoy ha luchado más contra su propia losa mental que contra su rival, Rusia. La presión anímica que ha sufrido el equipo de Hope Powell durante los 90 minutos ha sido terrible. Mucha impotencia y muy pocas ideas para darle la vuelta a una situación de mayor agonía con el paso de los minutos.
Ni unos primeros 20 minutos donde generó más peligro con su fútbol vertical animaron al conjunto inglés, al que la cabeza le pesaba demasiado. Y si la cabeza no llegaba, las piernas tampoco. Faltaba frescura mental, pausa, pensar en que eran 90 minutos y no resolver el choque en solo 15 minutos. La lesión de Yankey en el minuto 17 dejó frías a todas sus compañeras, que a partir de entonces entraron en el desconcierto y la ansiedad continua.
Rusia, bien replegada atrás, con más intensidad defensiva que ante Francia, cerraba las segundas jugadas y comenzaba a controlar el partido. Jugando en todo momento con la ansiedad del conjunto inglés, era consciente de que si se adelantaba, Inglaterra lo pasaría realmente mal. Y en un saque de banda, jugada aislada y centro al área, Korovkina aprovechó un error garrafal en cadena del conjunto inglés para adelantar a su equipo. Rusia encontraba lo que buscaba a la contra y metía muchísima más presión a una Inglaterra a la que le iba a estallar la cabeza de la ansiedad que estaba sufriendo.
Ni el descanso sirvió a Hope Powell para relajar a sus jugadoras, que en la segunda parte se vieron superadas por la precipitación. Balones arribas sin sentido alguno, cero dominio de la segunda jugada y magnífica defensa de las centrales rusas en los balones centrales, que no le creaban ningún tipo de problema. Era un quiero y no puedo del conjunto inglés, que ya tenía la respiración asistida porque estaba con más de pie y medio fuera de Suecia.
Hope Powell metió toda la madera arriba con Duggan y Smith. Rusia salía a la contra pero no definía. Inglaterra mandaba balón arriba y buscaba la segunda jugada, y Smith y Duggan llevaban todo el peligro. En el descuento, las inglesas tuvieron una oportunidad lanzando al larguero. Les faltaba el gol, la muerte estaba anunciada, pero al revés que el pasado viernes, Smith la dejó para Duggan, que consiguió un gol salvador para quitarse la respiración asistida y tomar un balón de oxígeno clave para el próximo jueves.
72 horas importantes para que Inglaterra salga del estado en coma, mire lo que ocurra en otros partidos, mejore mucho y consiga vencer a la terrible Francia para estar en cuartos de final. Hope Powell sufrió el varapalo canadiense en los JJ. OO. y está a punto de que le suceda lo mismo si el jueves no obra el milagro.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto: Sportsfile
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