La temporada 2015/2016 en la Serie A nos está dejando uno de los comienzos de liga más apretados de los últimos años. Tras la jornada 15 nos encontramos que los cinco primeros clasificados se encuentran en el umbral de apenas seis puntos entre ellos. El Inter lidera la tabla con 33 puntos, por delante de la Fiorentina, que ostenta un punto menos. Napoli es tercero con 31 puntos, la Roma es cuarta con 28 y la Juventus ya aparece, con 27. Los viola están metidos de lleno en la lucha por el scudetto. Los componentes de la plantilla creen poder intentar una hazaña que se resiste desde la temporada 1968/1969. Entonces,el equipo de Florencia se alzó con la primera de sus dos ligas que ha conseguido hasta la fecha. Como dice el dicho, no hay dos sin tres, y este año los hombres de Paulo Sousa se encuentran muy motivados para poder cerrar el círculo.
El rendimiento mostrado por el equipo viola en estas 15 jornadas de Serie A que llevamos disputadas no es una sorpresa. Es cierto que no es propio ver a la Fiorentina ocupar los primeros puestos de la tabla, pero, en este caso, los resultados y el rendimiento son producto de un proyecto a largo plazo bien cuidado y de una idea de juego clara y ejecutada de forma correcta. El equipo de Florencia ha mantenido un gran nivel en las últimas temporadas. Habría que remontarse a la temporada 2011/2012 para poder observar algunas irregularidades deportivas e institucionales en el equipo.
Aquella temporada, el equipo tuvo tres entrenadores diferentes en todo el curso. Mihajlovic, Rossi y Guerini fueron inquilinos del banquillo del Artemio Franchi. Pero ninguno mantuvo un nivel adecuado como para poder seguir la temporada siguiente. La Fiorentina estuvo jugando cerca de las posiciones de descenso durante bastante parte de la temporada, que finalizó en el puesto 14º de la tabla. Aquella plantilla contaba con hombres fuertes como Jovetic y Cerci. De aquel equipo solo el italiano Pasqual se mantiene en la plantilla actual. Babacar también comenzaba a dar los primeros pasos en el conjunto viola, que poseía varios jugadores que superaban la treintena: Natali, Gamberini, Amauri, Silva y Marchioni.
Tras la mala marcha del equipo la campaña anterior, la directiva de la Fiorentina contrató a Vincenzo Montella como entrenador. La decisión no podría haber sido más acertada. Il aeroplanino realizó una transición de plantilla fantástica elevando el nivel del rendimiento y clasificando al equipo para competiciones europeas en todos los años que ostentó el cargo. Borja Valero llegó al equipo junto con Montella. Es más, el exjugador del Villarreal fue una petición expresa del técnico italiano, por lo que ya se podía entrever algo del estilo de juego que quería implantar. El once inicial fue completamente nuevo al de la temporada anterior, solo se mantenía Pasqual. Viviano fue el portero titular, protegido por una defensa formada por Savic, Gonzalo Rodríguez, Roncaglia y Tomovic. Pasqual, Borja Valero y Pizarro en el medio, con un mediocentro posicional como era el chileno y dos interiores con llegada. Arriba, una delantera que, actualmente, podría ser la de un equipo puntero de Europa: Ljajic, Jovetic y Cuadrado. Los tres siguen en Italia: los dos primeros en el Inter de Milán y el tercero en la Juventus de Turín. La temporada finalizó con el equipo viola en la cuarta plaza de la tabla.
La temporada 2013/2014 fue clave para que los jugadores terminaran por interiorizar y asimilar las ideas del técnico italiano. Se creó un estilo basado en dominar el encuentro, combinar bien y rápido y llegar con muchos jugadores al ataque. En esto adquirieron una gran importancia los carrileros para hacer muy ancho algunos ataques violas. La plantilla fue bastante extensa ese año, pero el once titular fue similar al de la temporada pasada. Neto se hizo con el puesto de meta titular por delante de Viviano. Giuseppe Rossi llegó a Florencia, pero las lesiones lastraron su rendimiento de forma importante. Mantuvo un buen nivel hasta que las lesiones le privaron de seguir esa buena línea ascendente. Aquilani y Ambrossini llegaron para aportar madurez al centro del campo. Ilicic comenzó a tener bastantes minutos, al igual que Joaquín, Vargas y Matías Fernández. La Fiorentina volvió a repetir el cuarto puesto del año anterior. Se mantuvo en esa posición desde la jornada 15ª hasta el final del curso.
Montella continuó un año más, en el que el equipo titular se mantuvo más o menos igual. Mario Gómez comenzó la temporada con mal pie y pronto perdió su sitio en el equipo titular. Gonzalo y Savic continúaron siendo la pareja de centrales inamovible del equipo. Marcos Alonso comenzó a ganarse la titularidad, ya fuera como lateral o carrilero por izquierda. Su profundidad y agresividad en el ataque hicieron mucho daño al contrario. Pizarro, a sus 35 años, se mantuvo incombustible en el centro del campo, junto con Aquilani, que también disputó un número muy elevado de partidos. La venta de Cuadrado en enero fue un golpe duro para los de Montella, pero supieron suplir esa baja de forma notable. Salah realizó una temporada que fue de menos a más y que le sirvió para fichar en el mercado estival por la AS Roma. El comienzo del equipo fue algo dubitativo, pero el rendimiento fue aumentando poco a poco para volver a ocupar la cuarta plaza. En los tres años de Montella, el equipo cambió de ciclo sin ver mermado su rendimiento deportivo. Todo lo contrario.
Ciprian Tatarusanu se ha hecho con el puesto de titular esta temporada. La Juventus contrató a Neto, portero titular las temporadas anteriores con Montella como potencial sustituto de Buffon. El exmeta del Steaua de Bucarest es un portero consistente, que aporta seguridad por arriba y ha salvado al equipo en momentos importantes de los partidos. La Fiorentina quiso cubrirse las espaldas contratando otro portero que fuera de garantías por si el rumano se lesionaba y Luigi Sepe llegó del Nápoles para cumplir el rol de portero suplente desde principio de temporada. Sin embargo, su competencia con Tatarusanu es máxima. Un bajón de rendimiento del titular podría significar el cambio en la portería.
Paulo Sousa apenas ha variado el sistema utilizado por Montella. El sistema de tres defensas y dos carrileros se ha mantenido como el principal durante gran parte de lo que llevamos de temporada. En este caso, los tres centrales en los que el técnico más confía son Astori, Gonzalo Rodríguez y Roncaglia. El italiano es un central internacional por Italia que posee un juego bastante inteligente sobre el campo, pero que, en ocasiones, incurre en errores de anticipación que enmarcan sus actuaciones individuales. Desde que Gonzalo Rodríguez llegó de Villarreal se ha mantenido como titular. Su consistencia, agresividad y garra dentro del campo siempre aseguran un rendimiento adecuado, pese a que, en ocasiones, pueda pasarse de agresivo y recibir alguna amonestación importante. Roncaglia puede ser el más flojo de los tres. Se deja llevar muy fácilmente por el rival, por lo que suele ser amonestado en muchas ocasiones. Además, es el que más dudas defensivas presenta a la hora de tomar decisiones importantes en los partidos.
Dentro de este apartado distinguiremos dos demarcaciones: los carrileros y los jugadores interiores.
Un nombre propio asoma en esta demarcación en estos casi cinco meses de competición que llevamos: Nikola Kalinic. El delantero croata, procedente del Dnipro, fue contratado por la Fiorentina por el buen hacer suyo y de su equipo en la pasada campaña, donde llegó a disputar la final de la Europa League contra el Sevilla. Se trata de un delantero en plenitud física y de rendimiento. No es un punta que tienda a la asociación, como se podría intuir por el juego que practica el equipo. No le cuesta asociarse, es cierto, pero destaca más en movimientos buscando espacios y en remates de primeras que hagan imposible su defensa por parte del rival. Su inteligencia para trazar movimientos y su buen acierto de cara a gol han posibilitado que vaya tercero en la tabla de goleadores de la Serie A, solo por detrás de goleadores ya experimentados en el fútbol italiano como Gonzalo Higuaín y Eder. Como recambios al croata, y con un nivel bastante inferior, encontramos a Babacar y a Rossi. El primero de ellos nunca ha llegado a destacar de cara a gol, al contrario que Rossi, que ha demostrado ser un goleador de primer nivel, pero las lesiones han lastrado su carrera.
El equipo técnico de Paulo Sousa no ha querido ser inmóvil en lo que al sistema de juego ser refiere. El 3-4-2-1 es el sistema básico del equipo, la disposición táctica con la que se encuentra más cómodo sobre el verde. Profundidad de juego por las bandas, consistencia en el centro del campo, superioridad defensiva y acumulación de jugadores en el ataque. El mayor problema de este plan es el excesivo desgaste físico de los jugadores al tener que realizar esfuerzos de largo recorrido para ocupar varias zonas del campo. La plantilla de la Fiorentina es larga y de ciertas garantías en el banquillo, por lo que el técnico se puede permitir este tipo de juego. No obstante, ha probado otros sistemas para desarrollar otras ideas o para jugar en función del rival. Del 3-4-2-1 hemos pasado al 4-3-3 o al 4-1-4-1.
De primeras, el equipo cambia en defensa, pasando de tres defensas al uso a cuatro efectivos. Se reduce la libertad ofensiva de los laterales, que deben estar más atentos de cubrir sus espaldas por la menor superioridad efectiva en esa zona del campo. En el caso del 4-3-3, uno de los tres mediocentros adopta una demarcación más posicional, más cercana a la defensa, para aportar más equilibrio. La diferencia entre el 4-3-3 y el 4-1-4-1 es poca, ya que ambos sistemas presentan casi la misma disposición. La diferencia entre volante por la derecha o extremo por la derecha la marca la actitud más o menos agresiva en ataque del jugador. Borja Valero ocupa una de las posiciones de interior, junto a Matías Fernández o Ilicic. En las bandas se abre un amplio abanico de posibilidades: Rebic, Bernardeschi, Ilicic o Blaszczykowski. Casi todos con tendencia interior para dejar el espacio exterior libre para las subidas de los laterales. Los movimientos serían muy similares en ambos sistemas que son planes secundarios al preferido por Paulo Sousa.
* Christian Sánchez.
– Fotos: ACF Fiorentina – Getty Images
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