Illarra, el equilibrador

por JUAN ZUBIRIA el 12 julio, 2013 • 14:06

Asier Illarramendi (1990, Mutriku) ya es jugador del Real Madrid. Se convierte en el quinto campeón de Europa sub-21 que formará parte del primer equipo, junto con los canteranos Nacho, Carvajal y Morata y el también fichado este verano Isco. El centrocampista de 23 años se pondrá a las órdenes de Carlo Ancelotti, al que tendrá que convencer para ganarse un sitio en el once y así ayudar al equipo y seguir creciendo como jugador. Al igual que Isco o Carvajal, es evidente que desde este mismo año puede ser importante por minutos y protagonismo, pero son tres fichajes estratégicos de cara a la planificación del futuro a medio y largo plazo.

Su evolución ha sido meteórica, más o menos igual que la de la Real Sociedad. Gran parte del nivel del equipo donostiarra es culpa de Illarra, y viceversa. Un equipo con una idea definida, con gente joven, rodeado de confianza y unos compañeros solidarios en el juego. Un caldo de cultivo ideal para que un jugador de talento crezca, tenga galones a pesar de su temprana edad y madure más rápido. Tan solo después de dos años asentado en el primer equipo, y con apenas medio centenar de partidos disputados, se encuentra con que es una de las piezas más importantes de un equipo que entra en Champions. Misma situación con la sub-21 que se corona campeona de Europa. Llama así la atención de todo un Real Madrid para mejorar una plantilla de por sí impresionante. Pero, ¿qué es lo que hace diferente a Illarramendi? En pocas palabras: es un mediocentro capaz de equilibrar a su equipo, de conectar con éxito la defensa con el ataque, de ser importante en todas las transiciones. Una especie en extinción. Esa idea de jugador capaz de ocupar el centro del campo, de tocar y robar a partes iguales, empezaba a ser eso en los últimos años: una idea. Busquets es el claro ejemplo de que siguen existiendo, pero escasean.

Illarramendi combina el físico de un recuperador con la técnica y el temple de un director de juego, aunque no es ni el perro de presa clásico ni el organizador perfecto. Tiene cosas que pulir en ambos aspectos, lógicamente, pero si no fuera así, no estaríamos hablando de un chaval de 23 años. Es capaz de recibir en la base de la jugada y repartir con criterio. Preciso pase largo abriendo el juego a la banda, tanto con la pierna derecha (la buena) como con la izquierda; característico pase raso, fuerte y vertical entre rivales para batir una línea de presión; buen lanzador de faltas laterales y córneres. El balón no le quema en los pies e inicia conducciones con balón sin problema, por pura potencia, recurso válido también para superar la presión del rival. Ya sea con pases o carreras, le gusta asomarse a posiciones más adelantadas para seguir combinando o terminar la jugada con un tiro lejano. No ha marcado ningún gol pero, baja efectividad aparte, demuestra seguridad, ideas claras y atrevimiento. Como eje del equipo es consciente de la importancia de la colocación y el rigor táctico, pone sus piernas al servicio sus compañeros y mantiene la posición aunque la adelante en fase ofensiva. En el aspecto defensivo parte de esa buena colocación, de poder salir arriba a presionar, aguantar por delante de los centrales o hacer ayudas en las bandas. Como muestra de su atrevimiento y agresividad tenemos el Real Sociedad-Barcelona de este año. Asier no dudaba en ir a presionar arriba al conjunto azulgrana, a Iniesta, consiguiendo robar varios balones y atosigar al Barça. Utiliza su cuerpo para pugnar por el balón y va abajo en segada si es necesario. Un verdadero incordio para cualquier rival.

En el Madrid podremos verle en varios roles y será decisión de Ancelotti. Puede formar un doble pivote, siendo probablemente Modric su mejor compañero. Illarra mantendría la posición mientras el croata adelantaría más la suya, formando ese mediocentro más interior que hemos visto en los últimos años con Xabi y Khedira, pero con distintos estilos dentro del mismo esquema. Illarra sería el corrector, el que da el primer pase e incluso un llegador. También podría ser el interior si jugara con Xabi, lo que daría lugar a una pareja más robusta, de menos regate y electricidad. En un 4-3-3 podría actuar como único mediocentro o como interior, ofreciendo diversas posibilidades a su entrenador según rival, momento de forma, lesiones y sanciones. Illarra no sólo equilibrará al equipo cuando juegue en el centro del campo, sino que equilibra una plantilla que pedía un mediocentro de estas características desde hace un par de años. Un suplente para Xabi que no haga temblar al equipo, un posible titular que conecte bien con Modric, incluso puede hacer las funciones de Khedira. Múltiples opciones en las rotaciones, se podrá cuidar mejor a Xabi Alonso y se integrará a un jugador a priori importante en el futuro del Real Madrid.

* Juan Zubiría. Sitio web: desdelazonamixta.wordpress.com.

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– Foto: Álvaro Fdez. Etxeberria (Mundo Deportivo)