Hurricanes vs Lions, los dos equipos clasificados como primero y segundo de la temporada regular se encuentran en el último partido del torneo gracias, entre otras cosas, a la fidelidad que ambos han demostrado a su estilo de juego.
Hablamos de dos conjuntos con una concepción del juego netamente ofensiva. La costumbre nos lleva a pensar en que eso es lo normal en la franquicia neozelandesa, pero que resulta algo extraordinario en un conjunto sudafricano. Los menos avisados se han encontrado con la sorpresa del rugby ultraofensivo del equipo de Johannes Ackermann durante esta temporada, aquellos que siguieron con atención el Super Rugby 2015 ya sabían cual era el ideario de juego del equipo con sede en Johannesburgo.
Hay muchas similitudes en la evolución de ambos equipos: Hurricanes no consiguieron clasificarse para las eliminatorias de 2014 y en 2015 fueron finalistas del torneo, Lions no entraron en las eliminatorias de 2015 -nunca lo habían hecho en su historia- y en 2016 disputarán la final. En 2016 el Super Rugby tendrá un campeón inédito.
Lions han roto la -supuesta- homogeneidad del modelo de rugby sudafricano. Son un equipo que ataca de forma constante dando mucha continuidad a sus jugadas, circulan la pelota con muchísima rapidez y sus backs son igual de protagonistas, o más, que los delanteros en el juego ofensivo.
Algunos datos:
1) Son el equipo que más ensayos ha conseguido esta temporada, 81 en 17 partidos (5 más que Chiefs y 11 más que Hurricanes).
2) Sus jugadores han recorrido 9264 metros con la pelota, Hurricanes son los segundos en esta clasificación con 8548. Casi 50 metros de diferencia por partido.
3) También lideran la clasificación de defensores batidos con 467, por delante de los 401 de Hurricanes.
Los datos no hacen más que confirmar las sensaciones que los Lions transmiten sobre el campo y que se corresponden con un equipo excelentemente conjuntado. La delantera de Lions mantiene la contundencia sudafricana como seña de identidad, pero le ha añadido un punto de evolución muy interesante: los delanteros sudafricanos acostumbraban a llegar con gran rapidez a los puntos de encuentro defensivos, pero no lo hacían con la misma velocidad en los puntos de encuentro ofensivos. En el caso de Lions, esa rapidez ofensiva permite que Faf de Klerk pueda relanzar la jugada a toda velocidad y así se puedan generar ventajas y superioridades numéricas claras sobre la defensa rival. Las miradas se centran en el 9, pero son los Ferreira, Mostert, Kriel, Tecklenburg o Whiteley los que le abren el camino a De Klerk.
Se suele decir que el rugby es un juego de parejas y Lions tiene cinco pares a altísimo nivel: Ferreira-Mostert en la segunda línea, Kriel-Tecklenburg en las alas de la tercera línea, De Klerk-Jantjies como medios, Janse van Rensburg-Mapoe de centros y Skosan-Combrinck en las alas. Rohan Janse van Rensburg, Courtnall Skosan y Lionel Mapoe están entre los 6 jugadores que más ensayos han conseguido esta temporada.
Hemos dicho en repetidas ocasiones que el gran mérito de Lions es haber convertido a unos jugadores completamente desconocidos en un conjunto de estrellas de primer nivel. Se ha visto reflejado en que han pasado de tener una presencia residual en los Springboks a ser la base del equipo que Allister Coetzee presentó en junio y que llevará al Rugby Championship.
La novedad siempre llama mucho la atención, pero la irrupción de Lions no debe eclipsar, en ningún caso, lo conseguido por Hurricanes. El equipo con sede en Wellington ha conseguido ser el mejor equipo de la temporada regular por segundo año consecutivo y repite la final que ya alcanzó la temporada pasada.
El equipo de Chris Boyd tenía en 2015 a Ma’a Nonu, Conrad Smith y Nehe Milner-Skudder en sus filas. Los dos primeros emigraron a Europa y el jugador revelación de 2015 ha estado ausente toda la temporada por lesión. Los Hurricanes de 2016 han sido menos deslumbrantes a nivel ofensivo que los de 2015, pero a cambio han conseguido alcanzar ese equilibrio en sus prestaciones que les permite ser un conjunto más compensado que la temporada pasada.
Hay algunos datos muy llamativos:
1) Son el equipo con el mejor ratio de scrums propios ganados: 95%.
2) En los rucks también tienen un 95% de éxito (solo por detrás de Rebels y Blues).
3) Su punto débil se ha encontrado durante la temporada en el lineout (83,4%, el 4º peor equipo de los 18).
4) En cuanto a prestaciones ofensivas están justo por detrás de Lions en ensayos, rupturas y metros recorridos con la pelota.
Si señalábamos a 5 parejas de jugadores en Lions en Hurricanes es muy conveniente fijar la atención en 3: Vaea Fifita-Michael Fatialofa en la segunda línea, Brad Shields-Ardie Savea como flankers y TJ Perenara-Beauden Barrett como pareja de medios, el pequeño de los Savea ha sido el jugador que más placajes ha realizado en la presente temporada. Ni los centros ni las alas han tenido un nivel comparable a los de Lions.
El 30 de abril se enfrentaron en el Emirates Park de Johannesburgo en el único enfrentamiento directo de la temporada: 17-50 a favor de Hurricanes con 5 ensayos de los neozelandeses en el primer tiempo.
Si algo podemos dar por sentado de cara a la final es que ninguno de los dos equipos saldrá a especular, renunciando a su estilo de juego.
Hay un dato que nos sirve para explicar muchas de las diferencias entre el rugby neozelandés y el del resto de países del Super Rugby: en la lista de jugadores de los All Blacks para el Rugby Championship 2016 solo hay 5 jugadores de Hurricanes, junto con Blues son la franquicia que menos jugadores aporta al equipo nacional, habiendo sido dos años consecutivos el mejor equipo del Super Rugby.
* Javier Señaris es analista de rugby.
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– Foto: AP
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