Es evidente que en cualquier contexto, la perfección –o la aproximación a la misma– se intente sustituir por un término que intente amoldar características similares a su predecesor. En el mundo del fútbol, cada futbolista destaca por algo, pero compararlos con leyendas nunca le ha ido bien a nadie. Son casos recientes los de Ronaldo, Maldini o Zidane. Desde su retirada son muchos los privilegiados (o perjudicados) por haber sido comparados con uno de los mejores futbolistas de la historia. El primero fue Faubert. Al pobre, que siempre podrá decir que jugó en el Real Madrid y que fue el primero en vestir la camiseta de la selección francesa con el número ’10’ tras la retirada de Zizou, la prensa le acribilló a comparaciones con Zidane. Desde su debut con la absoluta francesa y su posterior fichaje por el Real Madrid su carrera fue de mal en peor. Volvió a Burdeos, donde llegó a quitarle la titularidad a Mariano Ferreira –actualmente en el Sevilla–, pero su nivel no se asemejaba ni en el tamaño de un diminuto mosquito al de Zidane.
El pasado fin de semana, Marvin Martin entró para perder tiempo en el minuto 92 del OGC Nice-LOSC Lille de la jornada 12 de Ligue 1. No es ninguna broma. El exjugador del Sochaux, llamado hace varias temporadas a marcar una era en el fútbol francés y en la selección, no ha tenido prácticamente continuidad en Lille, que pagó alrededor de 12 millones de euros en 2012 al club de Montbéliard, que actualmente milita en Ligue 2 y en su día, con Marvin Martin de buque insignia del equipo, disputó la previa de la Europa League ante un Metalist que acabaría siendo la revelación del torneo tras alcanzar los cuartos de final. Martin, presionado desde 2008 por su liderazgo en la sub-21 francesa –abusaba en cada encuentro del rival–, fue comparado, cómo no, con Zidane. El año de su consagración, 2012, con 24 años, fue llamado por Laurent Blanc en la Euro de 2012. En aquel torneo mereció más protagonismo del que tuvo. Martin, que entre 2014 y 2015 solo ha disputado 6 partidos (403 minutos), ha sufrido varias lesiones que, unido a su inconstancia, irregularidad y falta de ganas, le han impedido no solo volver a la selección, sino gozar de minutos en un equipo en el que fue uno de los fichajes más caros de su historia. Y todo empezó por la dichosa comparación con Zidane.
Otro que también sufrió en su día el síndrome de Zidane fue Hatem Ben Arfa. El polémico jugador francés destacó siempre por sus jugadas maradonianas, algo que ha arrastrado en la sangre en todos los equipos en los que ha militado. Desde Lyon, pasando por Marsella, Newcastle, Hull y más recientemente en Niza, que le ha devuelto a la selección francesa. Ben Arfa, que la temporada pasada no pudo jugar debido a que militó en dos equipos y no pudo hacerlo en un tercero (Hull y Newcastle; no pudo jugar con el Niza), es uno de los máximos goleadores de la Ligue 1 (7 goles, solo superado por Batshuayi) y su espectacular rendimiento ha provocado que su vuelta a la absoluta, a la que no va desde la Eurocopa de 2012, sea una realidad y no un imposible.
Y por último, el caso más conocido, el de Yoann Gourcuff. El exjugador del Girondins de Burdeos firmó finalmente por el Rennes, pero lo hizo a principios de noviembre, arrastrando una incógnita por delante de saber cuándo volverá a un terreno de juego. El propio Gourcuff reconoció tras su fichaje que no sabe cuándo volverá a pisar un campo de fútbol, lo que hace dudar al espectador sobre si sus lesiones son más mentales que físicas. Gourcuff comenzó a ser conocido tras su espectacular Ligue 1 con el Girondins de Laurent Blanc que rompió una hegemonía de siete ligas consecutivas del Olympique Lyonnais. Fue el Olympique el que pagó 24 millones por él y lo convirtió en el mejor pagado de la Ligue 1. Gourcuff, al que pronto le catalogarían como el jugador llamado a hacer olvidar a Zidane en la selección, comenzó a vivir un calvario en Ródano en forma de lesiones. No completaba ningún partido completo. Lesiones raras como la de sacar a pasear al perro y lesionarse el tobillo es un ejemplo de que las declaraciones de ciertos especialistas, afirmando que Gourcuff tenia lesiones mentales, podrían ser ciertas. Ahora, en Rennes, en la que fue la primera casa del mejor Gourcuff, el jugador bretón tiene una libertad que nunca tuvo en el fútbol para, por qué no, demostrarle al público que no está acabado.
Pero no solo Martin, Ben Arfa y Gourcuff han sido comparados con Zidane. En su día, Gaël Kakuta, actualmente en el Sevilla, fue llamado el Zidane negro tras proclamarse campeón de Europa sub-19 ante España y haber sido nombrado mejor jugador del torneo. Kakuta fue fichado por el Chelsea, pero las irregularidades su contratación y las continuas cesiones le llevaron al ostracismo, hasta que Paco Jémez lo resucitó en el Rayo Vallecano. Como Kakuta, el propio Samir Nasri también sufrió comparaciones por el simple hecho de ser de origen argelino y jugar en el Olympique de Marsella. También Yassine Benzia, actualmente en el Lille, que fue comparado con Karim Benzema nada más este salir del Olympique de Lyon y fichar por el Real Madrid. En Francia, las comparaciones no son positivas.
* Andrés Onrubia.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal