Perarnau Magazine

España / Liga BBVA 2015-2016 / Fútbol

Historias de la Liga: la responsabilidad del penalti celebrado

por INAKI GARCIA el 19 octubre, 2015 • 10:48

 

Decía Don Alfredo Di Stéfano que marcar un gol de penalti no es lo mismo que hacerlo jugando y que antes, cuando se marcaba un tanto de desde los once metros, se pedía disculpas al portero y ahora los jugadores se sacan la camiseta y se cuelgan del alambrado. En cierto modo, con el paso del tiempo el penalti ha ido ganando en relevancia, con el aumento de las estadísticas en los medios de comunicación deportivos y el gusto que le ha cogido el gran público a ellas, todavía lejos de la locura americana, pero que ya deja entrever una importancia alta en los criterios de valoración de la gente del fútbol y de la audiencia. El penalti es posiblemente la ocasión más sencilla de ampliar la estadística anotadora y por ello es un objeto de deseo de todo cazador de goles que se precie.

Este propio fin de semana acudimos a uno de esos espectáculos egoístas que de tanto en tanto se ven en los campos de fútbol, ese momento en que dos compañeros discuten por ver quién lanza una pena máxima. El duelo enfrentaba a Paco Alcácer, el goleador que solo lleva un tanto tras ocho jornadas, y Dani Parejo, el lanzador habitual. Uno mendigaba una posibilidad de aumentar su cuenta goleadora; el otro, no perder su rol de lanzador y de paso quitarse de encima un mal partido propio con una celebración. Parejo acabó lanzando, la grada se enfadó con él al ver que no permitió lanzar a su compañero y este mostró su enfado no celebrando el gol. En esta ocasión, quizás el goleador debía pedirle disculpas al portero y a su propio compañero de equipo.

Esto de intentar garrapiñar penaltis no es nada nuevo y en los últimos tiempos hemos podido ver cómo se hace noticia cuando alguien consigue que Leo Messi le ceda un lanzamiento desde la pena máxima. Algo que esta temporada, donde el Barça está en máximos históricos de penaltis a favor y donde el acierto del argentino sigue menguando por momentos en la suerte de los once metros, no sería de extrañar que tras su vuelta de la lesión que le tiene apartado de los terrenos de juego sea Neymar el encargado en tirar esos lanzamientos. El brasileño ya ha lanzado tres en esta liga, el primero lo falló y los dos de esta jornada los convirtió. Sin embargo, el porcentaje de acierto del argentino no se puede menospreciar: con 38 tantos de 44 lanzados en liga es superior por el momento al de Hugo Sánchez, el máximo goleador de penas máximas de la historia de la competición con 56 en 71 intentos, una cifra que superará Cristiano Ronaldo si continúa su buen ritmo (47 de 52).

Pero más allá de intentar sumar o no estadísticas, el penalti es un ejercicio de responsabilidad. Don Alfredo, que rechazaba celebrar los tantos de penalti, decía que las penas máximas eran más una obligación que un acierto. De eso nos podría hablar largo y tendido Aritz Aduriz, uno de los hombres de moda en la liga española. En la temporada 2006-2007 el Athletic estuvo muy cerca de consumar su primer descenso a la segunda división. Recordemos que es junto Real Madrid y Barcelona el único club que ha estado siempre en la máxima categoría del fútbol español, y con el descenso a tocar en la jornada 36 y con 0-0 en el marcador se señaló un penalti en San Mamés. El Athletic necesitaba ganar al Mallorca si quería seguir vivo y Aduriz iba a tirar ese penalti, sin embargo, Ismael Urzaiz, que tenía 35 años, cogió la pelota y lanzó el penalti en un ejercicio de responsabilidad, Urzaiz estaba disputando su última temporada en el conjunto vasco y no quería que cayera sobre el joven Aduriz, diez años menor, el peso de lanzar una pena máxima que de fallarla le podría haber marcado durante toda su carrera. Por supuesto, Urzaiz marcó y el Athletic se acabó salvando. Pese a lo que dijera tiempo atrás Don Alfredo, en esa ocasión el gol de penalti sí que significó lo mismo que un gol de jugada y la celebración fue merecida.

* Iñaki García.

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