"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Londres, la capital británica, es desde hace siglos una de las principales ciudades del mundo, por su importancia social, económica y cultural. Londres es el centro de una país, Gran Bretaña, y de una comunidad de países, la Commonwealth, que han sido capitales en el nacimiento y el desarrollo del atletismo. Hubo en Londres decenas de estadios, pistas e instalaciones para la práctica de nuestro deporte, pero cuatro de ellas destacan como sedes principales del atletismo en aquel país. Son los santuarios del atletismo británico: Stamford Bridge, White City, Crystal Palace y el estadio Olímpico de Stratford.
A muchos aficionados al atletismo y al deporte les sonará perfectamente este nombre, Stamford Bridge. Es desde hace décadas el campo de fútbol del Chelsea FC, pero hubo un tiempo en que Stamford Bridge fue la sede principal del atletismo de aquel país. Se inauguró el 28 de abril de 1877 y estaba muy cerca de Lillie Bridge, la pista que durante diez años había sido la más importante de Londres hasta que ardió en 1887. En Lillie Bridge, inaugurado en 1869, se disputó el primer campeonato inglés de atletismo, de la AAA (Amateur Athletic Association), el 3 de julio de 1880.
Situado al oeste de la ciudad, entre Hyde Park y el río Támesis, Stamford Bridge fue el templo del atletismo británico hasta comienzos de los años treinta. Allí se disputaron veintisiete campeonatos ingleses desde 1886 a 1931. Su asistencia máxima fueron los 41.000 espectadores que acudieron a ver el encuentro entre Estados Unidos y el Imperio Británico en 1928. Stamford Bridge fue utilizado también para otros deportes, pero cuando irrumpieron las carreras de coches, la federación inglesa decidió remodelar White City y trasladarse allí. La pista permaneció en el estadio muchos años, pero ya sin ningún uso atlético. Veintinueve récords mundiales ha contemplado Stamford Bridge, desde 1894 a 1932, entre los que destaca el de 800 metros del alemán Otto Peltzer (1:51.6) en 1926.
El estadio de White City es muy antiguo. Estaba situado al oeste de la ciudad, más allá y no lejos de Hyde Park. Fue inaugurado el 14 de mayo de 1908 con vistas a los Juegos Olímpicos que allí se celebraron del 13 al 25 de julio de aquel año. Entonces tenía capacidad para 90.000 personas y su pista medía 500 metros de cuerda. Sin embargo, Stamford Bridge siguió siendo el santuario británico del atletismo y White City solo fue sede de los campeonatos ingleses de aquel 1908. No fue hasta 1932 cuando estos se celebraron de nuevo en White City. La pista original fue usada hasta 1914 y desde entonces poco atletismo hubo en el estadio. En 1931, como hemos visto, se dispone una nueva pista cuya cuerda queda establecida en el estándar anglosajón, 440 yardas. El estadio se recupera así para el atletismo desde 1932 y se utiliza con profusión hasta 1970, casi cuatro décadas. En 1934 albergó los segundos Juegos del Imperio Británico y solo unos días después, los cuartos Juegos Mundiales Femeninos. Unos setenta récords mundiales se consiguieron en White City, destacando el de 5.000 metros de Chris Chataway en 1954 o el de la milla de Derek Ibbotson en 1957.
Quizá la mayor asistencia de público se dio el 6 de agosto de 1945, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, con un encuentro entre atletas de la Asociación Inglesa de Atletismo, el ejército, la RAF y el ejército americano. Los campeonatos ingleses se celebraron allí desde 1932 a 1970, 33 ediciones, excepto en el periodo de 1940 a 1945 por la guerra. Ningún otro lugar de Inglaterra fue sede en esos años. La década de los cincuenta del pasado siglo fue la época gloriosa de White City, años en la que la selección inglesa, británica o de la Commonwealth se enfrentó a los mejores equipos nacionales en encuentros internacionales que marcaron época. Por cierto, que el gran enemigo del atletismo en White City fueron las carreras de galgos, con las que compartió durante décadas la pista. Como es de suponer, hubo no pocos encontronazos entre ambas actividades. La asistencia al viejo White City fue declinando y el atletismo británico se mudó al flamante complejo deportivo de Crystal Palace. Hoy día, de White City ya no queda rastro, pues fue demolido en 1985.
El actual estadio de Crystal Palace, encuadrado en el Crystal Palace National Sports Centre, fue inaugurado el 17 de junio de 1964 y, al cerrarse White City para el atletismo, tomó rápidamente el relevo como pista principal de nuestro deporte en aquel país. Situado en el sur de la ciudad, en aquellos lugares ya existió una pista de atletismo en la que se disputaron numerosas competiciones. La reunión inaugural fue un encuentro entre Londres y Nueva York. De entre los ganadores de aquel día destaca la figura del norteamericano Al Oerter, cuádruple campeón olímpico. El 19 de mayo de 1968 fue utilizada por primera vez la flamante pista de tartán, la primera de Europa, con el británico Alan Pascoe como gran figura.
El primer lleno se registró en 1971: 17.000 personas poblaron sus gradas con motivo del encuentro entre Gran Bretaña y Alemania Federal. Crystal Palace fue sede ininterrumpidamente de los campeonatos ingleses desde 1971 a 1987 y, luego, de algunas ediciones de los campeonatos británicos (que se comenzaron a disputar en 1977). A partir de los años ochenta, Londres deja de ser el centro permanente del atletismo británico y los campeonatos se disputan en muy diversos lugares. El estadio es sede desde los años setenta de la reunión principal de Londres, que ha pasado por distintos patrocinios y denominaciones encuadrada en las distintas categorías de la IAAF, como el Grand Prix. Sin embargo, no ha albergado (al igual que el resto de pistas londinenses) muchos campeonatos internacionales, destacando únicamente la final de la Copa de Europa de 1983 y la Copa del Mundo de 1994. Veintiún récords mundiales han sido conseguidos en el Crystal Palace, desde los 2:00.5 de la yugoslava Vera Nikolic en 800 metros en 1968 a los 5 metros justos en pértiga de la rusa Yelena Isinbayeva en 2005, pasando por los 2.03 en altura de la rusa Bykova y de la alemana Meyfarth en 1983.
La inclusión en este artículo del estadio Olímpico de Stratford, sede del atletismo en los brillantísimos Juegos de 2012, es, lo confieso, casi un deseo. Quizá el lector no esté de acuerdo con la inclusión del estadio olímpico en tan selecta lista histórica; muy pocos días de atletismo, aunque brillantísimos, hemos podido ver en el recinto de Stratford. Concretamente en los días que duraron los Juegos Olímpicos, los Paralímpicos que se disputaron a continuación y los dos días en que se utilizó en 2013 para la reunión de Londres de la Diamond League, en los que registró un lleno como si de los Juegos se tratase. Desde luego que el éxito del estadio Olímpico ha sido impactante, pues nos hemos acostumbrado a ver sus 80.000 asientos ocupados. Se encuentra en el barrio de Stratford, en el noreste de la capital, en una zona de la ciudad tradicionalmente poco activa en eventos atléticos.
Su futuro inmediato se relaciona directamente con el fútbol y no con el atletismo. En este momento, la pista talismán de nuestro querido David Rudisha ya no existe. Por ello, que la IAAF haya adjudicado a Londres la celebración del Campeonato de Mundo de 2017 es sumamente importante para que el estadio de Stratford se convierta de verdad en ese cuarto santuario del atletismo británico. Tres récords mundiales jalonan su corto recorrido: el del citado Rudisha en 800 metros y los de los dos relevos 4×100 metros, masculino para Jamaica (36.84) y femenino para Estados Unidos (40.82), todos ellos en los Juegos Olímpicos de 2012.
Vamos a citar ahora otros recintos londinenses, pues muchas otras pistas de Londres han jalonado la historia de nuestro deporte en aquella ciudad y en aquel país. Desde mediados del siglo XIX, desde hace más de 150 años, decenas de estadios y pistas han sido protagonistas de la historia del atletismo londinense y británico, siendo testigos de decenas de récords británicos. Citemos unas pocas de entre muchas: las de Battersea Park, Paddington, Woolwich, Ilford, Walton, Motspur Park, Herne Hill, Chiswick, Welvyn Garden City o Hurlingham Park, por nombrar únicamente en las que se han batido… ¡récords mundiales! Ahí es nada.
Ya terminamos. El lector avezado habrá notado que nos hemos dejado algo en el tintero, que uno de los tres acontecimientos más importantes, atléticamente hablando, de los celebrados en Londres hasta 2012 no ha sido citado. Nos referimos a los Juegos Olímpicos de 1948, que no se disputaron en ninguno de los estadios protagonistas de este artículo, sino en el estadio de Wembley, muy bien conocido pues ha sido la principal sede del fútbol británico, pero que solo albergó atletismo en aquella magna ocasión. El mítico Wembley, en contra de lo oído en muchas ocasiones, sí tuvo pista de atletismo.
* Miguel Villaseñor.
– Fotos: The National Archive – PA
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