Desde la constancia, el sufrimiento, el trabajo, la superación mental, el creerse sus posibilidades, el no darse nunca por vencidas. Así se ha gestado el pase a cuartos de final de Islandia. Una hazaña para el conjunto de hielo, que supo encajar su derrota por 3-0 ante Alemania, crecer mentalmente y aprovechar el regalo que hizo Dinamarca en la noche de ayer para dar el paso adelante y poner la guinda clasificándose para los cuartos de final.
Islandia y Países Bajos sabían que, tras el empate entre Dinamarca y Finlandia en el día de ayer, una victoria les daba el pase a los cuartos de final, por lo que las opciones eran muy claras: cada equipo dependía de sí mismo. Ganar por solo un gol garantizaba el puesto en la siguiente fase. Países Bajos se dejó el control en el descanso del Kalmar Arena ante Noruega. Desde aquella primera parte no ha vuelto al torneo y hoy le ha pasado factura ante una Islandia que estaba convencida de sus posibilidades, ha dado un paso adelante y ha tumbado a un rival que como Dinamarca ha mostrado su enorme inocencia para marcar. Se va sin hacer uno en 270 minutos.
Islandia, con Magnúsdóttir a la cabeza, ha dado un paso adelante respecto a lo hecho en los dos partidos anteriores. Ha subido su línea de presión y ha buscado con insistencia la portería neerlandesa, privando a los Países Bajos de salir tocando desde atrás y forzándole al balón largo. Islandia penetraba por la izquierda, donde Magnúsdóttir se mostraba muy incisiva en el uno contra uno haciéndole un roto permanente a Bito, a la cual ha vuelto loca en los 90 minutos. Países Bajos no conseguía enlazar posesiones largas, estaba en la misma situación de angustia que el domingo ante Noruega en el segundo tiempo. Precipitación, sin pausa alguna y entrando en el juego islandés de fútbol directo y continuas segundas jugadas donde tenía las de perder. A los Países Bajos le costaba tanto que solo en acciones individuales con sus extremas Van der Ven o Martens conseguía generar algo de peligro.
Islandia controlaba el juego y el partido. Imponía su ritmo, el fútbol, sabía de sus posibilidades de victoria y con un regalo a la cabeza que Magnúsdóttir hizo a su compañera Brynjarsdóttir se adelantó en el marcador. Desde la segunda línea, la centrocampista asestó el primer golpe a una selección neerlandesa a la que la ansiedad de no haber marcado se le iba acumulando perdiendo su gran fútbol de combinación y entrando en un juego directo que no le beneficiaba.
Roger Reijners no conseguía que su equipo volviese a tener el balón. Sus jugadoras no se tranquilizaban y vivían en una constante ansiedad porque no eran capaces de perforar portería contraria. Van de Donk no aparecía por dentro y por tanto los Países Bajos eran una sombra del conjunto que desnudó a Alemania durante tramos del partido en la primera jornada.
Ni el descanso pudo pausar a unas jugadoras neerlandesas que se vieron superadas por el paso de los minutos; la obligación de marcar dos goles cuando aún no habían conseguido ninguno en el torneo era una losa mental demasiado grande de superar. Seguían en el juego que Islandia proponía, que se amarraba al 0-1 como si le fuese la vida en ello. Tenían el pase a los cuartos con este marcador y sabían que la fortaleza defensiva las llevaría a conseguir la hazaña.
Dio un paso atrás para replegarse, aceptó el juego largo de los Países Bajos y salió al contragolpe como una bala con Magnúsdóttir. Las neerlandesas, a la desesperada, colocaron a su central Koster de delantera centro. Más verticalidad para un equipo hecho a la pausa y que no batiría la portería islandesa debido a una actuación estelar de la portera Gunnarsdóttir, que lo paró todo y evitó un gol que hubiese dejado a las dos selecciones fuera.
Como le ocurrió a Dinamarca, Países Bajos ha sufrido lo mismo. Mucho juego, dominando con posesiones largas, laterales muy largas… pero la inocencia de la definición final. En 270 minutos no han sido capaces de hacer ni un solo gol, y así es imposible llegar a los cuartos. Enfrente, la hazaña de Islandia. Sabían de su debilidad dentro del grupo, pero se han rehecho de la goleada encajada contra Alemania y han sabido sufrir ante Noruega y Países Bajos. Al primero le empató en los últimos minutos; al segundo fue a por él, le sorprendió, se adelantó y aguantó, obteniendo una victoria que le hace clasificarse para los cuartos de final.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto: Sportsfile
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