Guinness Pro 12. La igualdad perniciosa
Veintidós jornadas de liga regular, el primer y segundo clasificados empatados a puntos, el tercero a un solo punto, el quinto y el sexto empatados a puntos, dos puntos de diferencia entre el séptimo y el noveno, seis puntos de diferencia entre los tres últimos clasificados.
De esta forma se resume la máxima igualdad de la temporada 2015-2016 de la Guinness Pro 12. Más allá de la emoción y de la incertidumbre hasta el último minuto hay pocas buenas noticias en la paridad de nivel, los equipos se han igualado a la baja y se ha visto perfectamente reflejado en las competiciones europeas y también en el discreto papel de la selección irlandesa en las últimas grandes citas (Mundial 2015 y 6 Naciones 2016).
Entremos en detalles:
Leinster ha terminado como lider, con los mismos puntos que Connacht, gracias a que ha conseguido una victoria más que el equipo de Gallway. Los dublineses han sido el equipo con peores cifras en ataque de los cuatro semifinalistas (458 puntos a favor, 51 ensayos, 6 bonus ofensivos). La defensa ha sido su gran virtud y han terminado la temporada siendo el equipo que menos puntos y ensayos ha recibido (290 y 27).
Connacht, la históricamente considerada provincia pobre del rugby irlandés, ha acaparado gran parte de los focos en este final de temporada. Siete jugadores en el XV ideal del campeonato, Bundee Aki elegido mejor jugador del torneo y Pat Lam premiado como mejor entrenador de la temporada. No es un detalle menor que los dos premios individuales más destacados hayan recaído sobre un jugador y un técnico neozelandeses.
Glasgow Warriors han sido el equipo más ofensivo de la liga y han liderado las clasificaciones de puntos, ensayos y bonus de la temporada (557 puntos totales, 68 ensayos y 14 bonus en 22 jornadas. 25,3 puntos y 3,1 ensayos de media). Han terminado la liga con nueve puntos más que Scarlets pese a haber ganado el mismo número de partidos (14).
Ulster ha hecho del equilibrio entre defensa y ataque su mejor arma de cara a clasificarse para semifinales (488 puntos a favor y 307 en contra. 181 puntos en el diferencial, el mejor balance del campeonato). El equipo de Belfast ha confirmado los que, sin ninguna duda, serán dos de los grandes fichajes para la próxima temporada: Marcell Coetzee y Charles Piutau. La evolución del modelo irlandés apunta claramente hacia el hemisferio sur.
Tres de los cuatro equipos semifinalistas son irlandeses y Munster ha terminado sexto (empatado a puntos con el quinto clasificado, Scarlets). Las provincias irlandesas ocuparán cuatro de los siete puestos reservados a representantes del Pro 12 en la Champions Cup 2016-2017. El dato es revelador, habrá más representantes de Irlanda que los que suman Gales, Escocia e Italia juntos.
La igualdad no se refleja solo en los puestos de clasificación para la Champions; Cardiff Blues, Ospreys y Edinburgh (7º, 8º y 9º) han ganado el mismo número de partidos (11) y los dos puntos de diferencia en la clasificación (56, 55, 54) proceden -de nuevo- de los bonus conseguidos por unos y otros. Ospreys han pasado de ganar 16 partidos la temporada pasada y ser semifinalistas a ganar 11 encuentros esta temporada y terminar octavos la temporada regular. Malas noticias para el rugby galés, que no ha conseguido meter a ninguno de sus equipos en la lucha por el título.
Las dudas sobre el rendimiento y el nivel de los equipos de la Guinness Pro 12 se hicieron patentes en la fase de grupos de la Champions Cup; ninguno de los equipos de la liga celta consiguió clasificarse para los cuartos de final y solo Ulster terminó como segundo de su grupo.
Son muchos los factores que influyen, y confluyen, en este momento delicado de los equipos irlandeses, galeses, escoceses e italianos. Ni producen jugadores como para asegurar un relevo generacional constante ni tienen el poderío económico de las ligas inglesa y francesa. Hay un exceso, patente, de exposición y esfuerzo de las grandes figuras tanto en los equipos como en la selección y eso ha ido pasando una inevitable factura en el rendimiento a lo largo del tiempo. La falta de reemplazos de nivel lo convierte en un problema de difícil solución y es una de las explicaciones de esa igualdad – a la baja- de la que hablamos en la Guinness Pro 12.
* Javier Señaris es analista de rugby.
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