"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
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Una temporada más, y ya van unas cuantas, el Atlético de Madrid tiene –al menos sobre el papel– mejor delantera que la temporada antecesora. Y no hablamos de cualquier cosa. Diego Costa-David Villa fue la pareja de delanteros que consiguió hacer campeón de liga y casi de Champions League al conjunto del Manzanares. 50 goles entre los dos internacionales españoles, que fueron unos de los principales culpables de la gran marcha de los de Diego Pablo Simeone.
El equipo rojiblanco comienza el curso 2014/15 con dos nuevas piezas en la parte de arriba. A razón de 52 millones de euros, Mario Mandzukic (Bayer Múnich) y Antoine Griezmann (Real Sociedad) aterrizan en el Vicente Calderón para hacer olvidar al último dúo que tantos éxitos protagonizó. Para ello, Simeone tiene ante sí un rompecabezas en forma de esquema para tratar de conseguir que el equipo funcione y conecte a estos dos nuevos atacantes.
La base principal, y la obviedad más absoluta de todo este tema, será que el exdelantero del Bayern, Mandzukic, ocupará el puesto de delantero centro del Atlético. Su papel no será ni el de Diego Costa y su movilidad ni el de David Villa y su trabajo. Será la referencia del juego colchonero. El Radamel Falcao de 2012. Y eso propiciará que Griezmann modifique su posición en función de las prestaciones que quiera sacar a su equipo el entrenador argentino.
La primera solución para buscar posición al internacional francés sería la de no modificar en absoluto el esquema táctico de la pasada temporada. Jugar por detrás de Manddzukic favorecería que el ‘9’ atlético no estuviese sujeto por los dos centrales de la zaga contraria, gracias a la movilidad en espacios que Griezmann genera.
Viajando a la temporada 2012/13, la función del exjugador txuri urdin sería la de Diego Costa al lado de Radamel Falcao. Un jugador con mucha movilidad, que cae a las bandas e impide a la zaga rival fijar su posición en un solo elemento (Mandzukic), que genera espacios dentro del área para que el cazagoles, e incluso jugadores de segunda línea, tengan la posibilidad de rematar.
Pero no todo son pros. Esta posición haría de Griezmann un jugador al que también se le pediría un esfuerzo en la presión, para liberar a Mandzukic de esa faceta. Y eso condicionaría y limitaría la aportación por la que ha sido fichado: su rapidez al espacio y sus desmarques a la espalda de la defensa.
Esta es la solución más probable. Tal y como jugaba en la Real Sociedad –pegado a la banda izquierda– e igual que el primer Atleti de Simeone, cuando consiguió su segunda Europa League. Aquel conjunto jugaba con un 4-2-3-1 en el que Falcao hacía de delantero centro, escoltado por una línea de tres con Diego Ribas en la mediapunta, Adrián López en una banda y Koke o Arda Turan en la otra.
Esta opción le gusta a Simeone. Poblaría el centro del campo con hasta cinco hombres y generaría más variantes a la hora de atacar. Además, Griezmann, con más espacio por delante, se convierte en un jugador más peligroso. Así lo ha demostrado en la última temporada (sobre todo en la la primera parte) en la Real Sociedad: 16 goles –muchos de ellos en llegada desde segunda línea– y tres asistencias partiendo del costado izquierdo.
La variante, además, podría ser mayor, ya que Arda, Koke y el internacional francés tienen una gran movilidad en el frente de ataque. Por la izquierda o por la derecha, favorecidos, además, por las subidas de ambos laterales (habrá que ver el acomodo de Siqueira en el lateral izquierdo), que proporcionan una ventaja númerica en el ataque rojiblanco con posibilidades de llegar hasta la línea de fondo.
Pero como sucede con la táctica anterior, los pros de una son la contra de la otra. Este esquema 4-2-3-1 generaría en Mandzukic una mayor soledad en ataque estático, favoreciendo a los centrales rivales poder atarle en corto.
Pese a todo, los esquemas, a la hora de afrontar un partido, acaban siendo muy paradójicos y superficiales. Las variantes a lo largo de los noventa minutos las irá introduciendo Simeone, y la posición de Antoine Griezmann irá cambiando según convenga al Atlético. Pero de primeras, el preparador argentino tiene que elegir: segundo punta o en línea de tres. Todo esto, a la espera de posibles nuevos fichajes. Pero la Supercopa ya está a la vuelta de la esquina.
* Imanol Echegaray García es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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