Gregorio Manzano: «Para los de abajo, ganar cuesta un mundo»
Transcripción de la rueda de prensa de Gregorio Manzano tras el R. C. D. Mallorca-Celta de Vigo de la jornada 31ª de la Liga BBVA.
Pregunta.- ¿Los milagros existen?
Gregorio Manzano.- Según la Biblia, sí. ¿Lo preguntas por que ha sido un milagro? No. Los partidos de fútbol, a veces, suceden cosas como las de esta noche. Y están escritas páginas muy hermosas y muy bonitas, con acontecimientos como los que han pasado. Lógicamente, siempre a favor de uno, con cara sonriente. Y para cara de otros, pues caras más tristes, ¿no? Pero hasta el último minuto el equipo ha intentado buscar ese gol que nos hacía falta, lo necesitábamos y era lo que buscábamos. Y al final, ese premio ha venido. Aunque es cierto que podía no haber venido y, a estas alturas pues quizás estábamos hablando de un empate en un partido dónde se nos hubiera puesto el camino siguiente mucho más difícil. Pero bueno, estamos contentos, estamos alegres, estamos felices. Porque estamos ahí metidos en esa pelea de cara, también, a ese partido tan importante del próximo viernes, ¿verdad?.
P.- ¿Es algo similar a lo que pasó en el partido del Granada? Que parecía que se buscaba y se buscaba y no llegaba y llega de la forma que llega. ¿El estado de ánimo es el mismo que hay ahora?
GM.- Bueno, la verdad es que el estado de ánimo del vestuario es para verlo de contento y de feliz porque es normal. Los profesionales, pienso, de todos los equipos que estamos allá abajo, y no hay que hablar del Mallorca que sí, también, pero de todos, pues imaginarse lo que es esta angustia, esta ansiedad, esta situación. Que todas las plantillas de esos 5 o 6 equipos que estamos ahí cada partido se vive de una forma tan intensa, tan apasionada, tan fuerte que cuando sucede el hecho del gol, pues, toda la adrenalina se suelta. Entonces el vestuario es y ha sido hasta este momento una gran alegría, la verdad. Porque sabemos que este partido era muy importante. Veníamos de tres derrotas anteriores. Y hoy no ha sido solamente ganar, ha sido dejar la portería a cero también. Y ha sido romper esa racha dinámica y coger esa moral necesaria de cara a ese otro partido importantísimo que tenemos el viernes. Por tanto, sumando muchas cosas, te resumo la felicidad que puede haber en el vestuario.
P.- Lo acaba de decir usted ahora mismo: ganar era lo más importante, como es evidente. Pero, que este equipo 26 partidos después haya mantenido la portería a cero eso también es un valor añadido, ¿no?
GM.- Pues vamos a darle la justa importancia que tiene ese dato, que siendo cierto, diríamos que es una de las expresiones en el trabajo que se ha hecho con los jugadores en las sesiones de entrenamiento y en las propias charlas que mantengo con ellos. Que los partidos hay que saberlos ganar, también, 1-0, ¿no?. Y que partidos anteriores con experiencias contrarias. Recuerdo ahora Getafe, por ejemplo, y Deportivo, pues tuvimos el 1-0 mucho antes. No llegamos a esta situación límite. Y hay que saber jugar. Y eso es saber competir, y eso es saber administrar en un partido de fútbol dónde al final consigues un premio. Entonces, ese es el camino a seguir hasta ahora. Ojalá éste sea el ejemplo de que nuestra portería, teniéndola a cero durante las 7 jornadas que restan, alguna ocasión, alguna situación de gol se va a producir. Y será suficiente para ganar algún partido. Como ha sido el día de hoy.
P.- No sé si lo acaba de comentar , pero iba a comentar sobre el tema de la portería a cero. Creo que este equipo lleva una vuelta de campeonato o algo más (sin dejar portería a cero)… ¿Le da importancia a ese detalle? Y luego, si el cambio ha sido de jugar con más humildad y no, quizás, con tanta alegría. Un poco a raíz de lo que pasó en Barcelona.
GM.- Sí, acabo de comentar con el compañero la situación de dejar la portería a cero después de 26 jornadas. Se dice muy pronto pero la verdad es que son situaciones que para los que estamos abajo, ya veis, como andamos de intensidad defensiva. Al Granada le hicieron 5, al Zaragoza 3. Esa es una pérdida en el último minuto también.
En este sentido, quiero decir que cuando se está abajo es porque se encaja más que se marca. Eso es una regla matemática y que tenemos que intentar que esa ecuación, los partidos siguientes, la podamos ajustar más a ese guarismo de cero en contra. Pero lo que si está claro que comparar este partido con Barcelona no tiene color. Yo creo que Barcelona y Madrid… hemos pasado dos equipos con un gran nivel ofensivo. Y bueno, pues, de esa situación, incluso, hasta el partido doloroso que ya dije que fue contra el Depor. Aquí estamos de nuevo vivos, luchando y peleando por esta permanencia. Que creo que con la lucha de todos, porque hay que darle una enhorabuena muy grande y felicitar a la afición que ha estado ahí con nosotros toda la noche empujando. E invitarles que estén el viernes aquí, otra vez, con nosotros para sumar otros tres puntos y ver, quizás, el horizonte mucho más claro de cara a un futuro.
P.- Usted en la rueda de prensa del pasado sábado hablaba del sentimiento que hubo después del partido contra el Real Madrid. Que parecía que todo estaba hecho. ¿Teme que ese sentimiento pueda volver a aparecer? O ya mañana mismo se va a encargar de decirles: chicos, hemos ganado pero no os penséis que ya está todo.
GM.- No. Lo han aprendido. No creo. Te puedo afirmar que los partidos, sin ser adivino, lo que pase no lo sé, los siguientes partidos, pero no. Hoy se ha visto que ganar un partido en Primera División cuesta un mundo. Y los que estamos abajo: un mundo y, a veces, un milagro. Como has dicho antes. Entonces, hay que combinar el trabajo colectivo, en estos siete partidos. Con humildad, con sacrificio, con mucha entereza. Porque ha habido fases, quizás también, como habéis podido observar, que nuestro propio público demandaba más cosas. Y, a veces, esa cabeza nos puede confundir. Y cuando queremos ganar en un instante, podemos perderlo todo en un minuto. Y yo creo que el equipo ha mantenido un cierto equilibrio al final del partido. Entre el trabajo que había que hacer y el aspecto defensivo. Y creo que al final hemos tenido esa recompensa porque el Celta, la verdad, ha puesto las cosas muy difíciles. Al final, no creo que el viernes salga el equipo a jugar pensando lo que dije, eso que dije del mambo… No. Hay que ponerse el mono de trabajo, de nuevo, porque el Rayo es un gran equipo con un gran despliegue en velocidad y en juego. Y, la verdad, que va a ser otro partido totalmente distinto, seguro, que al que hemos jugado esta noche.
P.- Ha habido momentos del partido en el que había más intensidad en la grada que en el campo. ¿Había miedo a perder? ¿A fallar y perder?
GM.- No, no. Miedo no. Lo que había y he notado en el equipo es una mayor seguridad defensiva. A veces, no porque precipites las jugadas, juegas más alegre a ganar. A veces es necesario tocar un balón tres o cuatro veces en el apartado defensivo. Porque el Celta, a diferencia de lo que ha venido haciendo hasta ahora con una defensa muy adelantada y arriesgando en esa determinación de robar para salir rápido, hoy el Celta, como habéis visto en su propia alineación no ha salido Orellana. Ha introducido tres mediocentros, el sistema defensivo no ha estado tan adelantado y ellos han buscado un repliegue intenso defensivo para hacernos daño a las contras y ganarnos el partido. Ante eso hay que utilizar la cabeza, hay que utilizar otro tipo de estrategia o de táctica, mejor dicho. Y eso no era miedo, eso es tener la cabeza puesta en lo que he dicho antes: que había que ganar un partido como el que se había presentado hoy, por 1-0. Gracias a Dios lo hemos hecho, que podíamos no haber sido, pero lo hemos hecho. Y eso es estudiar un partido y hacerlo con cabeza dentro de la situación que hoy nos estábamos jugando. Tanto Celta como nosotros. Estábamos jugándonos un porcentaje muy elevado de estar en Primera División. Eso son palabras mayores.
*Jorge García Huesca.
– Foto: Fútbol Balear
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