"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Leyendas Olímpicas / Historias
La segunda edición de los Juegos fue un caos. Coincidió con la Exposición Universal de ese mismo año en París. Los historiadores olímpicos (excelente la labor de Fernando Arrechea en el ámbito español) todavía hoy día siguen investigando qué pruebas deportivas estuvieron incluidas en el programa olímpico, ya que hay una gran disparidad de criterios. No hubo ceremonias de apertura ni de clausura, ni entrega de medallas. Fue duro de asimilar para el barón de Coubertin.
Las pruebas atléticas se celebraron en el Bois de Boulogne entre el 14 y el 22 de julio, mientras que los Juegos Olímpicos (el total de las disciplinas) tuvieron lugar entre el 14 de mayo y el 28 de octubre.
Alvin Kraenzlein era uno de los atletas más completos y versátiles de aquellos tiempos. Había nacido en Milwaukee, en el estado de Wisconsin (Estados Unidos), el 12 de diciembre de 1876. Estudió en la universidad de su ciudad la carrera de dentista, pero nunca llegó a ejercer como tal. Consiguió varios títulos universitarios en vallas y longitud y además logró varias marcas mundiales (la IAAF empezó a homologar récords en 1912).
En una prueba disputada en Nueva York el 28 de mayo de 1898, corrió las 220 yardas vallas en 23 segundos y tres quintos de segundo (las décimas de segundo llegarían posteriormente) en una carrera realizada totalmente en recta. El 18 de junio de ese mismo año paró el crono en una prueba de 120 yardas vallas en 15 segundos y un quinto de segundo. Alvin fue un innovador, ya que fue el primero que pasó las vallas con la pierna extendida.
Al año siguiente se convirtió en el hombre que más lejos había llegado en la prueba de salto de longitud. El 29 de abril llegó hasta los 7.40 metros en Philadelphia y el 26 de mayo, en Nueva York, mejoró dos veces la marca: 7.42 y 7.43.
Kraenzlein comenzó el año olímpico venciendo en una prueba realizada en pista cubierta el 10 de marzo. Su crono fue 15.2 en 120 yardas vallas. Antes de desplazarse a París estuvo un tiempo entrenando en Inglaterra, consiguiendo los títulos británicos de vallas y longitud.
Ya en los Juegos, el 14 de julio ganó los 110 metros vallas, pero fue en el último suspiro, ya que su compatriota John McLean fue por delante de él hasta la última valla. Apenas medio metro de diferencia hubo entre los dos vallistas. El tiempo del ganador fue de 15 segundos y dos quintos, nueva marca mundial.
Al día siguiente se celebró el salto de longitud, que no estuvo exento de polémica. El estadounidense Myer Prinstein previamente había arrebatado la mejor marca mundial a nuestro protagonista con 7.50. En la clasificación, Prinstein fue el mejor con 7 metros y 175 centímetros. En las normas del concurso se especificaba que las marcas de la clasificación servían para la final. Pero esta se celebró en domingo y por motivos religiosos Prinstein no compitió. Kraenzlein tampoco iba a hacerlo, pero al final salió al pasillo de salto y se llevó el triunfo con apenas un centímetro más. El derrotado, que estaba en la grada, saltó a la pista y ambos se enzarzaron en una pelea, hasta que fueron separados por los otros competidores.
El 16 de julio, Alvin Kraenzlein consiguió su tercer oro olímpico en los 60 metros. Había diez participantes y se celebraron dos eliminatorias. Alvin ganó la primera con siete segundos justos y John Walter Tewsbury, la segunda con 7.2. En la final, el jurado dió vencedor a nuestro protagonista que realizó otra vez 7.0. Los dos corredores llegaron muy igualados a la línea de meta.
Ese mismo día consiguió su último triunfo, en los 200 metros vallas. Los diez obstáculos de 76 centímetros de altura no fueron problema para su victoria. Terminó con un tiempo de 25 segundos y dos quintos (equivalentes a 25.4). La carrera se realizó en curva los primeros 100 metros y supuso otra mejor marca mundial.
Posteriormente se dedicó a entrenar. Lo hizo en la universidad de Michigan, en Cuba y puso las bases del atletismo alemán para los fallidos Juegos que se iban a celebrar en Berlín en 1916. Falleció el 6 de enero de 1928.
* Joan Pelayo es juez-árbitro de atletismo, especialista en pértiga y miembro fundador de la AEEA.
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