1.- Chile jugará la final en su tierra -no lo hacía desde la caída ante Uruguay en la edición de Argentina en 1987- tras doblegar a un conjunto peruano en donde su seleccionador sale reforzado tras la excelsa participación en la Copa América. La clasificación y el Clásico del Pacífico se quedó en Santiago de Chile. Un cotejo emocionante, con diversos matices y donde el dominio fue cambiante; marcado por la expulsión de Zambrano.
2.- El inicio de la contienda tuvo a una selección peruana muy precisa con el balón en pases cortos y ante la presión rival, tanto en posición defensiva como en la medular, la búsqueda era constante con balones largos a las bandas ocupadas por Carrillo y Cueva. De la misma forma cuando recuperaban la pelota, el destino eran los cuatro atacantes. Chile desconcertada ante la obstrucción de Díaz en iniciación (apenas conseguía incrustarse entre los centrales) por culpa del encierro entre Guerrero y Farfán, quien se cerraba para anular el inicio chileno; buscaba el juego indirecto por medio de Medel. Esto significaba, imprecisiones, facilidades para los centrales peruanos y más nerviosismo en el arranque. Vidal y Aránguiz eran tapados por los mediocentros peruanos cuando intentaban auxiliar a Díaz (sin reacción defensiva ante el juego de Guerrero una línea por detrás suya).
3.- Tras una trifulca entre Zambrano y Vidal, ambos fueron apercibidos verbalmente (decisión discutible como la mayoría de los colegiados en esta Copa, demasiado tolerantes) pero minutos más tarde, tras otra pelea del central, esta vez con Aléxis; el jugador del Eintracht Frankfurt fue amonestado. Ajeno a lo acaecido, Farfán cabeceó al palo ante una pobre reacción de la defensa rival que extrañó en demasía a un suspendido Jara y sufrió con la lentitud de Rojas. Tres minutos después de un aviso desde fuera del área de Lobatón, Zambrano dejaba su pie, tras un despeje, en la espalda de Aránguiz. Perú se quedó con diez jugadores y el espectáculo cambio radicalmente.
4.- Perú mutaba por obligación a un 4-4-1. Ballón se posicionaba como central, Carrillo acompañaba a Lobatón en la medular, Farfán se ubicaba en la derecha con un repliegue constante. Tras un breve segmento, ingresó el central Ramos y el sacrificado fue Cueva. Ballón volvió al medio del campo. Carrillo pasó a ocupar el sector izquierdo del sustituido Cueva. Tras la expulsión, Díaz comenzó a jugar sin presión y se asentó en campo rival formando una línea de tres junto a: Vidal/Aránguiz (se turnaban en elaboración o en carga del área rival junto a Vargas y Alexis) y Valdivia. Elaboración pura no aprovechada por la línea más adelantada que se hallaba demasiado estática.
5.- Minutos antes del final del primer acto, los chilenos se instalaron a escasos metros del balcón peruano pero en diversas ocasiones se precipitaban y se ahogaban sin hallar el desmarque para el pase filtrado. Paolo Guerrero fue una pesadilla constante para la defensa contraria, ganó cada balón aéreo para buscar la llegada de Advíncula por izquierda –a la postre sería la jugada del empate– y Farfán por derecha. Sus compañeros salían del asedio y tomaban oxígeno gracias al flamante fichaje del Flamengo y alguna incursión de la Foquita desde su sector.
6.- Tras un susto en otra excelente maniobra de Guerrero que Farfán no alcanzó a rebañar ante Bravo, llegó el tanto de Vargas. Una acción hilvanada desde el cambio de orientación de Vidal para Aléxis quien desequilibró hacia adentro y centró con rosca (similar a la maniobra de Messi-Neymar/Alba en el F. C. Barcelona) para la diagonal de Aránguiz que dejó pasar (ejecutando un disparo sin tocar la pelota) para que Vargas anote (en posición dudosa) a duras penas y con el azar de su lado, para el combinado de Sampaoli. Un tanto importante ya que los locales carecían de ideas en los momentos finales, como el jugador de ajedrez que sólo tiene que ejecutar un jaque mate y no consigue efectuarlo ante el rey ajeno paseándose por el tablero, arriesgando las tablas por exceso de movimientos (en la nomenclatura del juego, es denominado como ahogado).
7.- La Roja empezó dominando el juego desde la dupla Aránguiz-Pizarro (ingresó por Díaz en el descanso), abriendo el campo hacia Vidal (Isla)-Valdivia para finalizar con Vargas y un acelerado y desacertado Aléxis Sánchez. Los visitantes crecieron desde posesiones largas, buscando centrar en cómodas posiciones hacia Guerrero. El delantero centro seguía imparable y Farfán centraba su posición para formar un valiente 4-3-2 con Carrillo como interior. Los primeros quince minutos del segundo acto fueron notables, gracias también a las proyecciones con pelota dominada del central oriundo de Venezuela, Ascues (gran rendimiento en el torneo). El juego exhibido por Los Incas tuvo su recompensa y tras una apertura de Guerrero a Advíncula (lateral con un ida y vuelta incesante), Medel en su propósito por anticipar el preciso centro a Carrillo, desarticuló a Bravo para equilibrar el marcador. Justo 1-1.
8.- Pero el fútbol es impredecible y en la primera ocasión que Guerrero no ganó su duelo con Medel, Valdivia se aprovechó de la presión del jugador del Inter de Milán para ceder a Vargas que puso en ventaja a los suyos con un soberbio gol de larga distancia. Buena capacidad de reacción del exjugador del Valencia y soberbia la actitud de Medel quien tuvo un tramo final considerable, erigiéndose como el líder de la defensa.
9.- Gareca disparó sus últimos cartuchos dando entrada a Pizarro para potenciar por alto a su equipo y a un Yotún con más llegada por un Lobatón posicional y de más precisión en el robo. Perú ya no estaba tan equilibrado, retrocedía con menos intensidad y colocación y su oponente encontró en Vargas una solución: diagonales hacia la espalda de Ramos-Vargas, acabando con pase atrás para la aparición de los volantes que se presentaban en oleadas ante Gallese. Para más inri, Vidal e Isla destrozaban desde la derecha el flanco ocupado por el lateral de la Fiorentina, quien solventó como pudo (ganando laterales tras rebotar los balones en el rival o buscando a Guerrero con precisión) cada envite. El cuidado de la pelota de los pupilos de Sampaoli, fue siempre vertical, sin especular. Arturo Vidal pudo sentenciar en el descuento pero su remate terminó en el cuerpo del meta peruano. Desde su accidente no ha sido tan determinante en el mata-mata como en la fase de grupos. Chile golpeó en los instantes precisos y espera rival en la finalísima que saldrá del Argentina-Paraguay. Se evidencia por momentos que su juego de posición se obtura ante presiones adelantadas. Ha ido de mayor a menor en el certamen y sufre ante oponentes ordenados y que a la hora de disputarle la posesión, juegan con tranquilidad ante la silbatina del público local. Hoy el perdedor evidenció estos problemas de Chile. Incluso con un jugador menos.
y 10.- Cabe destacar la exhibición de dos jugadores en el terreno de juego. Por un lado, Guerrero, quien se queda sin jugar la final pero puede tener la conciencia tranquila ya que dio clases de como debe moverse, posicionarse, descargar y atacar espacios, un delantero. Por otro, el mago Valdivia, quien hace con cada intervención el deleite de todos los aficionados a este hermoso deporte. Un jugador que hoy ha demostrado ser un “10” camaleónico, ejerciendo distintas labores en el campo. El Mago no necesita elevar su cabeza para ver un desmarque o un pase filtrado, todo lo tiene registrado en su mente y ejecuta con sus piernas a la perfección los mensajes de su cerebro. Se suele decir de este tipo de jugadores, que está un segundo adelantado al resto. Auxilió a Díaz cuando la salida era nula, se posicionó como interior para asociarse con los volantes, filtró asistencias entre todas las piernas peruanas como sólo él sabe hacer y hasta se arremangó para ayudar en la recuperación. Chile quiere ganar por primera vez el trofeo y debe aprovechar que en sus filas cuenta con un genio.
* Nicolás Quiroga.
– Fotos: AFP
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