Goles como panes

por MARTI PERARNAU el 31 marzo, 2012 • 20:28

1.- Pim pam pum, volvió la trituradora. De la mano de tres atacantes portentosos, autores de goles excepcionales y de un Granero excelente, el mejor acompañante que ha tenido Xabi Alonso esta temporada.

2.- Madrid sereno en escenario hostil. Primeros minutos con presión alta, algo no visto desde diciembre, y gol descomunal inmediato que aplaca los espíritus. Avance extraordinario de Cristiano por la banda, centro delicioso con la zurda y empalme estruendoso de Benzema a lo Quini o Van Basten. Un prodigio que va más allá del resultado: es una declaración de principios.

3.- Osasuna ya no levantará cabeza. El ritmo del partido quedará en manos de la pareja Xabi-Granero, un tándem espléndido que le da un aire distinto al equipo. Con el viento a favor, el Madrid puede permitirse ceder espacio sin riesgo y buscar los inmensos espacios que se abren en El Sadar.

4.- Un Granero omnipresente en el corte y confección es capaz de secar a los rojillos y lanzar a los merengues. Pradera amplia y allá que van los jinetes imparables. Incluso si Özil e Higuaín se mueven con sordina, el avance de la trituradora es implacable.

5.- Al cuarto intento, Cristiano introduce su misil en la portería de Andrés. Un misil de trayectoria indescifrable, repleta de efectos inerciales de inevitable destino. Un cañonazo fuera de serie que martillea los oídos pamplonicas, una tortura para Roversio, pillado en todas por Cristiano.

6.- Anonadados aún por el bombazo, los defensas locales no consiguen comprender el pase con el exterior que Granero le regala a Higuaín para el tercer gol. Jinetes desbocados, rematadores explosivos. Y una buena pareja en el medio, Pirata y Quarterback, haciendo buena la propuesta de reducir músculo en la zona creativa.

7.- El gol de Nino comiéndole la tostada por alto a Arbeloa, lo que suena a oxímoron, a la salida del descanso, deja un segundo tiempo tibio. El Madrid recula sobre sus dos mediocentros y concede el balón a Osasuna, que se da un hartón de perderlo en zonas de riesgo, propiciando un montón de contragolpes merengues.

8.- El Madrid solo aprovecha dos de sus múltiples acciones de peligro, como podía haber aprovechado media docena. Ya no es la trituradora del primer tiempo, pero porque no le hace falta: ha aplastado a su rival en un primer tiempo de golpazos y ya no necesita ni siquiera presionar y construir. Le basta con esperar el error, echar a correr y soltar sus puñales.

y 9.- Cien goles de la trituradora en lo que llevamos de temporada, a solo siete del récord de Toshack en la 1989-90. Colosal.