Genzebe Dibaba se hace un nombre a la sombra de Tirunesh
La etíope Genzebe Dibaba corrió el sabado, en Karlsruhe (Alemania), en 3:55.17, batiendo el récord del mundo de 1.500 metros en pista cubierta. Este registro borra de la lista el récord de Elena Soboleva por más de tres segundos. La marca de la rusa quedará manchado por la sanción por manipulación de la orina utilizada en una muestra en un control antidopaje en 2008.
Dibaba dinamitó la prueba tras la retirada de la liebre, Sonja Roman. Los tiempos de paso –62.39 (400 m), 66.57 (800), 2:08.96 (1.200)– hacían presagiar tiempos en el entorno de los cuatro minutos en meta, pero una vez se retiró la liebre Dibaba cambió de ritmo y acabó con un último 600 en 1:31, un último 500 en 1:15 y un último 300 en 44.70. Su último tercio de carrera lo hizo a ritmo de 3.45. El registro tiene el valor añadido de ser conseguido en la primera reunión del año para la pequeña de las Dibaba. Es la mejor marca realizada en este siglo y la mejor de los últimos tres lustros. Si excluímos a rusas y chinas, es la segunda mejor marca, por detrás de los 3:53.96 de la rumana Paula Ivan.
Genzebe es un talento en bruto que ha crecido teniendo de referencia a sus dos hermanas mayores: Ejagayehu y Tirunesh. La primera fue plata en los JJ.OO. de Atenas (Grecia) en el 10.000 y la segunda ha ganado trece medallas de oro entre Juegos Olímpicos y mundiales (pista y cross).
Con este récord su familia tiene ahora dos récords del mundo: el suyo y el de Tirunesh en 5.000 al aire libre. Las hermanas mayores abrieron el camino y tomaron la decisión de marchar a entrenar a Adís Abeba en 1998. La decisión de marchar a la capital tenía sus riesgos, pero el tiempo demostró que la apuesta les salió bien. En Etiopía, a diferencia de en Kenia, todo está centralizado en la capital. No hay grupos ni campos de entrenamiento fuera de Adís Abeba.
Ejagayehu y Tirunesh habían tenido de referente a su prima Derartu Tulu, dos veces campeona olímpica en 10.000 (Barcelona y Sídney) y bronce en Atenas. En total, la familia tiene cuatro de los siete títulos olímpicos que se han disputado en la historia en el 10.000 femenino. Todas ellas son de Bekoji, el pequeño pueblo de 16.000 habitantes que puede vanagloriarse de tener más oros olímpicos en 10.000 que todo el resto de la humanidad. De este mismo pueblo son los hermanos Bekele.
La pequeña de la saga de las Dibaba empezó a destacar muy pronto. En el 2008 se alzó con el triunfo en el Campeonato del Mundo de Cross en Edimburgo (Reino Unido). En ese campeonato, su hermana Tirunesh venció en la prueba de los mayores y de este modo se llevaron para casa los dos oros que estaban en juego. En el 2009 volvió a vencer en Amán (Jordania) a Mercy Cherono. Siendo júnior acudió al Campeonato del Mundo de Berlín, donde quedó octava. Afrontó el 2010 como clara favorita para llevarse su tercer título consecutivo en el Campeonato del Mundo de Cross en Bydgoszcz (Polonia), pero Mercy Cherono se alzó con el triunfo y Genzebe se tuvo que conformar con un decepcionante undécimo puesto. El duelo Dibaba-Cherono (Kenia-Etiopía) se volvió a plantear en verano en el Campeonato del Mundo Júnior de Moncton (Canadá). La revancha del cross parecía que iba a tener, nuevamente, color keniano, pero a falta de sesenta metros Cherono trpezó con el bordillo de la pista cuando tenía la victoria en su mano y el duelo cayó en favor de Genzebe, con récord del campeonato incluido. El anterior récord era de Defar, con 15:21:52 (Grosetto 2004).
En su primer año de senior (2011) corrió en 14:34.56 y quedó octava el Campeonato del Mundo de Daegu, pero hizo un hueco y empezó a competir con más asiduidad en distancias más cortas. Con los JJ. OO. de Londres tan próximos era mejor bajar de distancia, ya que dos de los tres puestos del equipo etíope en 5.000 tenían nombre: el de su hermana y el de Defar. En 2012 se centró exclusivamente en el 1.500 m y se presentó en Londres con intención de conseguir medalla, pero una lesión en los isquiotibiales a falta de 150 metros de meta en las series clasificatorias la dejó fuera de combate. Llegó a meta mientras se retorcía de dolor y tuvo que abandonar el estadio con la ayuda de las asistencias.
Después de la frustración olímpica decidió dar un cambio radical y se marchó a entrenar con Jama Aden la temporada pasada. La novedad es ver a un atleta etíope entrenando con un entrenador extranjero. El centralismo imperante en su modelo deportivo lleva a que sus atletas entrenen casi todos con entrenadores nacionales, algo que también los diferencia de los atletas kenianos, que tienen mucha mayor influencia de entrenadores extranjeros como Canova, Berardelli, etc.
Jama Aden nació en Somalia, pero gracias a una beca deportiva se fue a entrenar a EE. UU., donde se formó. Mal Whitfield, campeón olímpico en 800 en Londres’48 y Helsinki’52 estaba trabajando en África y conoció a Aden y le dijo que si aprobaba el instituto lo llevaría para EE. UU. Así fue: Aden llegó a EE. UU y junto con su amigo Abdi Bile, campeón del mundo en Roma’87 por delante de José Luis González, colocaron a Somalia en el mapa atlético. Aden aprendió en EE. UU. y también de sus rivales en la pista. Siempre alaba y nombra a los británicos, que fueron los dominadores del atletismo mundial en el mediofondo en la época que Aden corría. Souleiman, medallista en el 800 en Moscú’13, es entrenado por Aden y reconoce que le pone vídeos de Coe, Cram y Ovett para que vea cómo hay que colocarse durante las carreras.
Jama Aden Karaiin logró la nacionalidad británica por matrimonio, pero en es un auténtico ciudadano del mundo que empezó a darse a conocer como entrenador cuando empezó a entrenar a Abdi Bile. Su gran espaldarazo a nivel internacional fue con la irrupción de Abubaker Kaki, su ojo derecho. Después llegaron Ismail Ismail, plata olímpica en el 2008; Ayanleh Souleiman, plata en el 800 de Moscú; y sobre todo su trabajo tuvo su reconocimiento máximo con el triunfo de Tarik Makhloufi en el 1.500m de los JJ. OO. de Londres. En su grupo están, entre otros, Mohamed Moustaoui, atleta de 3.31 que acaba de vencer en el Campeonato de Europa de Cross por Clubes, y Balla. También entrenó con él Hamza Driouch, campeón mundial júnior en Barcelona en el año 2011 y que ahora entrena con Abdelkader Kada (entrenador en su día de Hicham El Guerrouj). Lo primero que llama la atención del grupo de Jama Aden es la variedad de nacionalidades. Hay cataríes, argelinos, yibutianos, etíopes, somalíes, británicos, egipcios o suecos. Aunque entrenan en diferentes sitios, el centro de operaciones está en Catar, ya que Aden está contratado por esta federación como entrenador.
El cambio de entrenador dio sus frutos inmediatos en el invierno pasado, cuando Genzebe se convirtió en la dominadora de la temporada invernal, llegando a derrotar a Defar en el Cross de Edimburgo y ganando en Birmingham y Karlsruhe con tiempos que la acercaban a los cuatro minutos (4:00.83 y 4:02.25). Después de la temporada invernal tuve la suerte de entrevistar a su entrenador, Jama Aden. Obviamente la mayoría de las preguntas iban encaminadas a Tarik Makhloufi, el campeón olímpico de 1.500 en Londres, pero sus respuestas se centraban en dos atletas y ninguno era el atleta argelino. Eran Ayanleh Souleiman y Genzebe Dibaba, y me pronosticaba que la etíope en 3.52 el 1.500 y en menos de 8.20 el 3.000. Al escuchar la respuesta no dejé de sorprenderme. En mi fuero interno pensaba que era un exceso, pero era evidente que sus entrenamientos tenían que ser muy buenos. La temporada de pista no confirmó todo lo bueno que había presagiado el invierno. Fue de más a menos, quizás pagando los esfuerzos invernales. En mayo firmó unos prometedores 3:57.54 en Doha (Catar), pero fue superada por Aregawi y Kipyegon. En esa ocasión ella llevó el peso de la prueba al retirarse las liebres, así que optó por tácticas más conservadoras en la siguiente carrera, Shangái, pero el resultado fue el mismo: derrota ante Aregawi y Kipyegon. A medida que avanzaba la temporada su forma empeoraba y no logró cerrar un buen año estival, quedando nuevamente octava en el campeonato del mundo. Lleva tres campeonatos del mundo al aire libre como sénior y en los tres ha quedado octava.
Su estado actual hace predecir que las marcas que me comentaba Jama Aden no eran ninguna exageración. La siguiente prueba de toque será el mitin de Estocolmo, en el que tendrá de principal rival a Almaz Ayana, segunda del ránking mundial de 5.000 en 2013 (14:25.84). Su intención es asaltar el récord del mundo del 3.000 que está en posesión de su compatriota Defar con 8:23.72 (Stuttgart 2007).
Tirunesh Dibaba y Meseret Defar parece que están encaminadas a la ruta. De hecho Tirunesh hará su estreno en maratón el próximos mes de abril en Londres. Ellas dos han tenido una tiranía absoluta en el fondo etíope, y como consecuencia de ello muchas jóvenes se iban a la ruta o cambiaban de prueba. Un ejemplo es Ayana, que corría en 3.000 obstáculos. Ella, junto a Buze Diriba y Alemitu Heroye, entre otras, parecen destinadas a tomar el relevo en el fondo, y junto a ellas podría estar Genzebe Dibaba, que tiene calidad para rendir en distancias cortas y largas.
En el 1.500 m el año pasado vimos unos bonitos duelos entre Genzebe Dibaba, Kipyegon y Aregawi. La sueca fue la gran dominadora y este año se estrenará en el mitin de Estocolmo. Kipyegon ha estado compitiendo en cross en Kenia y dada su juventud se espera una gran progresión de cara a la presente campaña, por lo que el 1.500 femenino se presenta apasionante.
PROGRESIÓN DE GENZEBE DIBABA
- Aire libre
– 2013: 3:57.54 (10 de mayo, Doha)
– 2012: 3:57.77 (19 de mayo, Shangái)
– 2011: 4:05.90 (10 de septiembre, Rieti)
– 2010: 4:06.10 (14 de mayo, Doha)
- Pista cubierta
– 2014: 3:55.17 (1 de febrero, Karlsruhe)
– 2013: 4:00.83 (16 de febrero, Birmingham)
– 2012: 4:00.13 (12 de febrero, Karlsruhe)
– 2010: 4:04.80 (14 de febrero, Gante)
* Óscar Fernández Villar.
– Foto: Europress
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