Ganar y controlar el juego a la vez es la asignatura pendiente

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 2 mayo, 2016 • 0:42

1.- Un gol de Gareth Bale a diez minutos del final dio los tres puntos al Real Madrid en Anoeta. Fue un partido que tuvo varias alternativas. Un buen inicio y un buen final del Madrid ante una Real que igualó el juego durante muchos minutos, pero que no tuvo acierto en el remate final. El partido fue un ida y vuelta durante muchos minutos en los que ninguno de los dos equipos supo dominar claramente el juego.

2.- El Madrid comenzó jugando bien al fútbol y atacando con frecuencia. Llegó con continuidad al área de Rulli, aunque sin mucho acierto en los metros finales. Zidane hizo muchos cambios en el once inicial. Armó un 4-3-3 con Danilo y Nacho en los laterales y Varane como pareja de Sergio Ramos en el centro de la defensa. Modric y James flanquearon a Casemiro como interiores en el centro del campo. Arriba, Bale comenzó en la derecha, Lucas Vázquez en la izquierda y el canterano Borja Mayoral en el centro. La apuesta inicial fue jugar con extremos a pierna cambiada, pero mediada la primera parte cambiaron de banda.

3.- De inicio, el Madrid fue un equipo aplicado en la recuperación y con mucha movilidad con el balón. James entraba mucho en juego dando pases de apoyo, de los que dan continuidad a una jugada, y además llegó en varias ocasiones a zonas de remate. Gareth Bale en la derecha recibía mucho y se iba con facilidad hacia adentro. Ese tipo de acción contribuyó al dominio inicial del Madrid y asentó al equipo de Zidane en campo contrario. La puesta en escena del Madrid fue muy buena. Pese a las bajas de Cristiano y Benzema, remató mucho en los primeros 25 minutos, aunque no tuvo acierto de cara al gol.

4.- La Real dispuso un 4-2-3-1 en el que Markel Bergara y Asier Illarramendi alternaron la responsabilidad de iniciar el juego desde atrás. Zurutuza fue creciendo y terminó el primer tiempo haciendo daño a la espalda de Casemiro. Xabi Prieto y Bruma tardaron en participar y la Real no tenía facilidad para llevar el balón a los costados en campo contrario. Bruma fue creciendo con el paso de los minutos en la banda izquierda dando trabajo paulatinamente a Danilo. Oyarzabal, el nueve realista, fue apareciendo más a medida que su equipo le fue cogiendo el pulso al partido.

5.- Con el paso de los minutos, el Madrid se fue haciendo un equipo más largo. Persisten sus problemas en la salida de balón desde atrás, y la Real se aprovechó de ello para que poco a poco se jugase más cerca de Keylor Navas. Bale y Lucas Vázquez intercambiaron sus posiciones para jugar a favor de pierna. Lo que parecía algo natural y recomendable para ganar profundidad, centrar y aprovechar la presencia de un nueve como Borja Mayoral, terminó siendo un aspecto clave en la pérdida de control del juego. El Madrid perdió el balón antes de llegar a banda, replegó peor y fue menos profundo, en contra de lo que podía parecer.

6.- Sin Marcelo, el Madrid se asocia peor; sin Benzema, su ataque se ordena peor; y sin Cristiano carece de colmillo arriba. Bale acudió al rescate. De cabeza fue una pesadilla para la Real, a balón parado y en jugada elaborada. Fue el jugador que más y mejor apareció en ataque para culminar las jugadas de sus compañeros. Junto a Modric, en el tramo final, fue el mejor jugador del Real Madrid.

7.- Casemiro se mostró impreciso, sobre todo al inicio, a la hora de distribuir el balón, pero su presencia fue clave para recuperar muchos balones a campo abierto cuando Modric y James fueron perdiendo el hábito en sus labores defensivas. Zidane ha encontrado en él una solución para enmascarar los problemas defensivos estructurales del equipo. Ya no se moverá de ahí.

8.- La segunda parte se jugó bajo un clima de ansiedad para el Real Madrid. Fueron goteando ocasiones durante todo el partido: un tiro cruzado y dos cabezazos de Bale, dos remates de James y varias llegadas por fuera con centros que no culminaron en ocasiones claras. El Madrid merodeó mucho el 0-1, aunque a sus ataques les faltaba claridad final. La jugadas iban perdiendo fuerza a medida que se acercaban a Rulli.

9.- En los últimos minutos llegó la hora de Luka Modric. Su capacidad para ofrecerse, asociarse y batir líneas del rival en conducción, floreció en su máximo esplendor en el último tramo de partido. Con Jesé e Isco en el campo por Mayoral y James, el Madrid bailaba al son del croata. Lucas Vázquez seguía a lo suyo; no tuvo el efecto revulsivo de otras ocasiones ni fue tan constante, pero tiene una regularidad a prueba de bombas. Un gran centro suyo desde la derecha lo envió Bale de cabeza a la red. El galés tuvo premio a su insistencia rematadora y batió a un Rulli, que iba camino de ser el héroe de la tarde.

y 10.- El Madrid ganó con justicia, aunque su juego sigue sin bastarle para dominar claramente un partido controlando el juego y el marcador a la vez. La Real se repuso de su mal inicio y fue capaz de competir bien durante todo el partido, pero fue un equipo sin veneno, sin mordiente en los últimos 25 metros. No tuvo la capacidad ofensiva suficiente para generar ocasiones excesivamente claras cuando el partido iba y venía de un área a la otra.