"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
Ídolo de Peñarol de Montevideo, tuvo en el gol su mejor socio sobre un terreno de juego. Hasta el momento tiene el récord de goles del Campeonato Uruguayo con 230, es el futbolista que más tantos ha marcado en una sola temporada con 36 y además es el jugador que mayor número de dianas hizo en un mismo partido con siete. También jugó en el fútbol europeo, concretamente en España en las filas de Rayo Vallecano y Valencia donde no dejó de perforar las redes contrarias. Nacido el 2 de febrero de 1952 en Punta Gorda, zona residencial de Montevideo (Uruguay), se desempeñaba como delantero centro. Zurdo fino, de gran técnica y habilidad, su eficacia y su oportunismo de cara al marco contrario confirmaban que llevaba el gol en la sangre. Con un disparo mortífero y un excelso remate de cabeza era una auténtica pesadilla para los zagueros contrarios. Se le conoció como Nando, el Potrillo o el Pelé blanco.
Empezó a jugar en el Colegio Maturana, donde destacó en varios torneos escolares. Peñarol le llamó y vistió la camiseta carbonera por primera vez con 6 años, pese a las reticencias de su progenitor, aficionado de Nacional. A continuación realizó una gira con Defensor por Buenos Aires, donde llamó la atención de Vélez, que le hizo una oferta a él y su familia, que la rechazó. Luego jugó para Nacional, en el que despuntó, pero su falta de conexión con compañeros y entrenador le hizo marcharse a las categorías inferiores de Racing de Montevideo.
Allí está un par de temporadas hasta que firmó por River Plate de Montevideo. Debutó en 5ª división y poco a poco fue ascendiendo hasta que se estrenó en la primera con 17 años el 5 de octubre de 1969. Con River brilló en muchos partidos y no faltó a su cita con el gol, lo que provocó que el interés de otros equipos por él creciera. Marcó 27 goles en 48 partidos oficiales y Peñarol lanzó sus redes sobre el artillero hasta que se hizo con sus servicios en 1973.
Su debut con los aurinegros se produjo a principios de año y pronto se vio que era un jugador diferente, que marcaría una época y que batiría todos los registros existentes en el fútbol del país. Durante sus primeras seis temporadas fue el máximo realizador de la competición (1973 con 23 goles, 1974 con 27, 1975 con 34, 1976 con 18, 1977 con 19 y 1978 con 36). Eso lo hizo extensible a la Copa Libertadores, donde también fue el mejor artillero en 1974 y 1975 con 7 y 8 goles respectivamente. Sus dianas además se convirtieron en fundamentales para que Peñarol lograra los campeonatos uruguayos de 1973, 1974, 1975 y 1978 siempre por delante de su eterno rival Nacional. En la máxima competición continental no consiguieron dar el salto de calidad y su mejor participación fue la de 1974, donde tras liderar el Grupo 5 de la primera fase cayeron en la liguilla de semifinales al ocupar el segundo puesto.
En el mercado estival de 1979, Morena decidió dar un giro a su carrera y cruzó el charco para jugar en Europa. Fichó por el Rayo Vallecano e hizo disfrutar a la hinchada madrileña con sus goles en el curso 1979-1980. El equipo franjirrojo, dirigido por su compatriota Héctor Núñez y con los también charrúas Custodio y Roberto Álvarez en la plantilla, no tuvo una temporada exitosa. En la primera vuelta los resultados fueron positivos, pero en la segunda entraron en barrena y acabaron descendiendo a la categoría de plata. Morena anotó 21 tantos en 34 partidos, incluidos dos hat-trick a C. D. Málaga y Burgos y a la conclusión de la campaña fichó por el Valencia.
El club che acababa ganar la Recopa de Europa y en su plantilla, dirigida por Pasieguito, destacaban Sempere, Arias, Saura, Solsona, Subirats o el delantero argentino Mario Kempes. Morena se hizo con un hueco en el once y rápidamente empezó a marcar goles. La eliminación de la Recopa ante el Carl Zeiss Jena en octavos trajo poco después la alegría de la conquista de la Supercopa de Europa. Enfrente estaba el Nottingham Forest de Brian Clough, Peter Shilton, John McGovern o John Robertson, que en la ida en el City Ground se impuso por 2-1. En la vuelta, con Mestalla a rebosar, un gol de Morena al poco de iniciarse la segunda mitad dio la victoria por la mínima y el título al cuadro valenciano. En la liga, cinco equipos lucharon por el entorchado aquella campaña. Real Sociedad, Real Madrid, Atlético de Madrid, F. C. Barcelona y Valencia pelearon todo el curso en unas distancias muy pequeñas. Sin embargo, la ausencia de Morena en las últimas jornadas fue un hándicap para el equipo valencianista. En el partido contra el Atlético de Madrid en Mestalla, el charrúa agredió a un defensor colchonero y fue sancionado con ocho partidos. No volvió a jugar más con el Valencia, que finalizó en cuarta posición a tres puntos de la Real Sociedad.
Regresó al club de sus amores, donde los aficionados recolectaron dinero para poder pagar su traspaso. En Peñarol jugó tres temporadas en las que destacó. Peñarol ganó los campeonatos uruguayos de 1981 y 1982 con Luis Cubilla y Hugo Bagnolo en la parcela técnica y conquistó la Libertadores y la Intercontinental en 1982. En la primera fase del torneo continental ldieró el Grupo 2 por delante de Sao Paulo, Gremio y Defensor. A continuación dejó en el camino a Flamengo y River Plate y en la final tuvo como rival a Cobreloa. En el Centenario empataron a cero y en la vuelta Morena batió a Óscar Wirth en el último minuto y dio el título a los aurinegros por cuarta vez en su historia. Además, con ese tanto el ariete capitalino se convirtió en el mejor realizador de la competición con siete dianas. Unos meses más tarde, en el duelo entre el campeón europeo y sudamericano, Peñarol doblegó al Aston Villa por 2-0 y levantó el trofeo en Tokio.
En 1984 tuvo un breve paso por Boca Juniors, donde jugó solo siete partidos, y enseguida volvió a Peñarol. Anunció su retirada a finales de año, aunque un par de temporadas después retornó para jugar algunos encuentros con Peñarol en la Copa Libertadores. Tras la eliminación de los manyas en primera fase colgó definitivamente las botas a los 34 años.
Con la selección uruguaya fue internacional en 53 ocasiones y marcó 22 goles. Debutó en el choque de vuelta de la Copa Juan Pinto Durán que enfrentó a Uruguay y Chile en el Centenario de Montevideo el 28 de octubre de 1971. El cuadro celeste dirigido por Hugo Bagnulo venció por 3-0 y Morena se estrenó como goleador. Sin embargo en el duelo de ida habían caído con estrépito por 5-0 y La Roja se llevó el trofeo.
Los siguientes partidos fueron de carácter amistoso. En uno de ellos, contra Argentina en 1973, realizó una gran actuación. El encuentro correspondiente a la Copa Lipton se celebró en Buenos Aires y el equipo uruguayo, gracias a Morena, sacó un empate a uno que le dio el triunfo en el torneo tras seis ediciones sin conseguirlo. Un año más tarde fue convocado para dos choques de la clasificación para el Mundial de Alemania 1974. En el primero ganó Colombia en Montevideo con un solitario gol de Willington Ortiz, mientras que en el segundo los charrúas derrotaron por 4-0 a Ecuador con doblete del delantero de Punta Gorda y obtuvieron el billete mundialista por el goal average.
En tierras alemanas, con Roberto Porta como nuevo técnico, Morena partió como titular en los tres partidos de la liguilla actuando al lado de Mazurkiewicz, Pablo Forlán, Luis Cubilla o Pedro Rocha. El papel charrúa fue muy pobre: cayeron eliminados en la primera fase después de caer ante los Países Bajos y Suecia y empatar a un gol con Bulgaria. En la Copa América de 1975 tuvieron la posibilidad de sacarse la espina de lo ocurrido en el mundial, pero no lograron retener el título conquistado ocho años antes. Debido a su condición de campeón entraron en competición en semifinales, donde Colombia se mostró muy superior. Morena jugó tanto en Bogotá como en Montevideo, y pese a que marcó en la vuelta, el 1-0 fue insuficiente para remontar el 3-0 encajado en la capital colombiana.
Unos meses después, en la Copa del Atlántico que disputaron ante Brasil, Argentina y Paraguay, tuvieron una nueva desilusión después de ocupar el último lugar de la tabla con un solo punto. En 1977, una de las pocas alegrías fue la consecución de la Copa Artigas frente a sus vecinos guaraníes, con una destacada actuación de Morena, que marcó el único gol del empate en Asunción y el primer gol de la victoria en Montevideo por 2-1. Pero el gran fiasco tuvo lugar en la clasificación para el Mundial de Argentina. El ariete capitalino fue titular en el duelo ante Bolivia en La Paz, donde sucumbieron por 1-0. Eso, sumado al empate ante Venezuela, sepultó muchas de sus posibilidades de acudir a la cita mundialista. A continuación vencieron a los venezolanos en casa, pero tras empatar a dos con Bolivia se quedaron sin la opción de conseguir el pase.
Morena no volvería a jugar en la competición más importante del fútbol y además estaría ausente de las convocatorias del combinado nacional durante cinco años. Disputó en 1978 un amistoso contra España y no volvió, ya de la mano de Omar Borrás, hasta 1983. Participó con dos goles en la Copa Artigas de aquel año y en septiembre entró en los planes del seleccionador para la Copa América. Titular en los dos partidos de la liguilla ante Chile y Venezuela, transformó dos penaltis, uno en cada choque, y los charrúas comandaron la clasificación con seis puntos. No volvió a jugar ni un solo minuto, pero desde fuera vio cómo sus compañeros apeaban en semifinales a Perú y se veían las caras con Brasil en la final. En el encuentro de ida, en el Centenario, los locales doblegaron a la verdeamarela por 2-0 y en la vuelta, en Salvador de Bahía, sacaron un empate que les proclamaba campeones de América. Formando parte del plantel que logró el 12º Campeonato Sudamericano de la historia uruguaya, Morena se despidió de la selección.
Al término de su carrera en el césped dio el salto a los banquillos entrenando a Peñarol en 1988. A continuación dirigió a River Plate de Montevideo un curso más tarde y al Real Murcia durante 11 partidos de la temporada 1991-1992,- Dimitió tras caer en un partido ante el filial del Real Madrid. Sus siguientes destinos fueron Huracán Buceo y Rampla Juniors, hasta que regresó a River Plate en 1996. Luego tomó las riendas del Colo-Colo chileno donde no dejó gran recuerdo y tras una tercera etapa en River Plate y una segunda Peñarol dejó la labor técnica. Desde 2009 ocupa el cargo de gerente de relaciones institucionales y deportivas del club aurinegro.
* Alberto Cosín.
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