"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
Firmas / Martí Perarnau / Bayern Múnich / Barça
A seis meses de la final de MIlán cualquier pronóstico es precipitado. A día de hoy, Barça y Bayern, los dos FCB, aparentan ser irresistibles en Europa, pero la Champions se decide dentro de medio año. Falta mucho.
Solo han transcurrido cuatro meses de la temporada, insuficiente para designar jerarquías irrefutables. El Barça en España y el Bayern en Alemania son dominadores consistentes y ambos desarrollan un juego dominante, contundente y eficaz, lo que les haría favoritos a la Champions si el título se disputara en estos primeros días de diciembre. Pero lo hará en los últimos de mayo y para entonces nadie sabe cómo se encontrarán los dos equipos más aplastantes del momento.
Entre el Barça de Luis Enrique y el Bayern de Pep Guardiola las cifras arrojan pocas diferencias. Si acaso, el dubitativo inicio de temporada lastra las cuentas del Barça. Ambos conjuntos han disputado 22 encuentros con estos saldos: el Barça, 16 victorias, 3 empates y 3 derrotas, 53 goles a favor (2,4 por partido) y 24 en contra (1,1); el Bayern, 19 victorias, 2 empates y 1 derrota, con 66 goles favorables (3 por partido) y 11 en contra (0,5). Los ocho tantos encajados por el Barça en los dos primeros encuentros de Supercopa ante Sevilla y Athletic hipotecan sus cifras. Desde dichas fechas, la igualdad ha sido mucho mayor y aunque el Barça suma menos partidos con la portería a cero (9) que el Bayern (12), recientemente ha frenado la hemorragia defensiva que padecía. Si el Bayern promedia solo 3 remates contra su portería por encuentro, el Barça recibe el triple (9), aunque el dato ha descendido prodigiosamente en noviembre (17 en los últimos 5 partidos) hasta aproximarse al del campeón alemán.
El Bayern juega más en el área del rival (35 % del tiempo) que el Barça (30 %) y acierta más pases (89 % frente al 86 %), pero ambos conjuntos promedian 14 driblings por encuentro (5,8 Messi, 4,3 Neymar; 3,8 Costa, 3,1 Coman). Chutan parecido: 20 veces por partido el Bayern (8 a portería) por 17 el Barcelona (7 a puerta). Si algo les diferencia hoy en día es el empleo del pase corto: el equipo de Pep promedia 679 pases cortos por partido y el de Lucho, 552, casi 130 de diferencia, símbolo de diferentes concepciones del juego. Ambos pasan más de 50 veces en largo por partido y centran entre 16 y 18 veces desde las bandas. Al Bayern le distingue hoy la fluidez entre el eje vertical y el horizontal y el uso de hasta cinco delanteros como disposición táctica (2-3-5 a menudo). El Barça, que combina ambos ejes con idéntico acierto, mantiene su Busquets-Iniesta como timón del equipo.
Un cambio de paradigma parece intuirse. Mientras Luis Enrique, una vez recuperado Messi y estabilizada la defensa, se encamina hacia un rumbo táctico similar al del exitoso pasado curso (dos primeras líneas próximas entre sí, pero separadas de los tres delanteros descolgados arriba), Guardiola profundiza de manera exponencial sus nuevas ideas: verticalidad veloz, extremos regateadores y la dupla Müller-Lewandowski como punto final del juego.
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